¡Por cierto que hubiera habido una real batalla en ese acuario siamés si hubiera habido tantos peces como respuestas recibí a este problema, y todas ellas sosteniendo opiniones diferentes!
En nombre de la claridad y la simpleza, me inclino a aceptar como correcta la decisión del cronometrista:
Tres pececitos igualaron fuerzas con cada uno de los tres peces grandes, distrayéndolos mientras los otros cuatro pequeños luchadores liquidaban al cuarto pez grande en 3 minutos exactos. Luego, cinco pequeños se ocuparon de uno grande y lo mataron en 2 minutos y 24 segundos, en tanto los otros pececitos batallaban con el resto de los grandes.
Es evidente que si los dos grupos restantes hubieran sido ayudados con un luchador más, todos hubieran terminado en el mismo tiempo, ya que cada uno de los peces grandes sólo tiene resistencia como para demandar la energía de un pececito durante 2 minutos y 24 segundos. Por lo tanto, si los que atacan ahora son siete en vez de uno, lo harán en 1/7 de ese tiempo, o 20 segundos y 4/7.
Al dividir las fuerzas de los pececitos para atacar a los dos peces grandes restantes, uno será atacado por siete y el otro por seis, al final de los 20 segundos y 4/7 el último pez rey todavía necesitaría del castigo que un pececito puede administrar en ese lapso. Los trece pequeñitos, concentrando su ataque, darán fin al pez grande en 1/13 de ese tiempo, o 1 segundo y 53/91.
Sumando los totales de tiempo de los diversos rounds, 3 minutos, 2 minutos y 24 segundos, 20 segundos y 4/7, y 1 segundo y 53/91, tenemos que el tiempo que duró la batalla es de 5 minutos, 46 segundos y 2/13.