Introducción
Por L. Sprague de Camp
La saga de Conan se desarrolla del siguiente modo: Conan, hijo de un herrero de Cimmeria, nació en un campo de batalla de aquella tierra montañosa y nublada. En su juventud tomó parte en el saqueo de un puesto fronterizo de Aquilonia, Venarium. Más tarde, al participar en un asalto con una banda de aesires en Hiperbórea, fue capturado. Logró escapar de los esclavistas hiperbóreos y vagó hacia el sur, dirigiéndose a Zamora y los condados cercanos, donde se ganó la vida de forma precaria como ladrón. Desconocedor de la civilización y rebelde por naturaleza, suplió su falta de sutileza y sofisticación con una astucia natural y una capacidad física prodigiosa heredada de su padre.
Terminó enrolándose como mercenario en el ejército del Rey Yildiz de Turan. Viajó por las tierras de Hyrkania y aprendió a montar a caballo y a utilizar el arco. Más tarde sirvió como condottiere en las tierras Hibóreas, lideró a una banda de corsarios negros en la costa de Kush y sirvió como mercenario en Shem y otros condados. Regresó a la vida del proscrito entre los kozaki de las estepas orientales y los piratas del Mar de Vilayet. Tras alquilar su espada al reino de Khauran, pasó dos años como jefe de los Zuagirs, los shemitas nómadas del este. Después vivió salvajes aventuras en las tierras orientales de Iranistán y Vendhya, durante las cuales se enfrentó a los Videntes Negros de Yimsha, en las Montañas Himelianas.
Regresó al oeste y se convirtió de nuevo en mercenario con los piratas baracanos y los bucaneros zingaranos. Después alquiló su brazo a Estigia, así como a algunos de los reinos negros. Se dirigió al norte, hacia Aquilonia, donde, contando ya con unos cuarenta años, trabajó como explorador fronterizo. Cuando los pictos, con la ayuda del hechicero Zogar Sag, atacaron los asentamientos de Aquilonia, Conan trató infructuosamente de impedir la destrucción de Fuerte Tuscelan, aunque logró salvar la vida de muchos colonos entre el Río Negro y Río del Trueno. Es en este momento cuando comienza el libro…
Conan asciende rápidamente en el servicio de Aquilonia. Se convierte en general y derrota a los pictos en una gran batalla en Velitrium, quebrando su confederación. Después es llamado de vuelta a la capital, Tarantia, para celebrar el triunfo. Sin embargo, habiendo levantado las suspicacias y celos de los depravados e insensatos Reyes Numedidas, es vencido con un vino drogado y encadenado en la Torre de Hierro, donde se le condena a muerte. Sin embargo, el bárbaro tiene tanto amigos como enemigos en Aquilonia, y no tarda en ser rescatado de su prisión y liberado con un caballo y una espada. Cabalga de vuelta a la frontera y descubre a sus tropas bossonianas dispersas, así como el precio que se ha puesto a su cabeza. Recorriendo a nado el Río del Trueno, atraviesa los oscuros bosques pictos hacia el mar lejano.