Miércoles, 3 de julio de 2013 (continuación)
60 kg; pensamientos negativos: 5 millones; pensamientos positivos: 0; botellas de Fairy líquido bebidas: 0. (¿Veis? Podría ser peor.)
21.15. Bien. ¡Estupendo! Mañana es el concierto del colegio y va a ser sencillamente perfecto. Mabel se quedará con Rebecca y así no tendré que preocuparme de vigilarlos a los dos a la vez. Por supuesto, muchos, muchísimos de los padres estarán fuera de viaje de negocios, o quizá tecleando como locos en MarriedAffair.co.uk. Y, aunque siguiera con Roxster, no habría venido al concierto, ¿verdad? Se habría sentido ridículo entre toda esa gente con niños y mucho mayor que él.
21.30. Acabo de leer las noticias en internet. Todo este entusiasmo con el niño de la familia real no es que sea de gran ayuda: pareja joven perfecta, de la edad de Roxster, con toda la vida por delante, que lo hace todo a la perfección, de la manera perfecta y en el momento perfecto.
21.45. He subido a ver a Billy y a Mabel.
—Mami —ha dicho Billy—. ¿Sabrá papá lo del concierto?
—Creo que sí —he contestado en voz baja.
—¿Lo haré bien?
—Sí.
Le he sujetado la mano hasta que se ha quedado dormido. Había otra vez luna llena, la he visto sobre los tejados. ¿Cómo sería, me he preguntado, ir al concierto de verano con Mark? Se me habría acercado por detrás, como solía hacer, le habría echado una ojeada a la cadena de correos del picnic, la habría borrado y habría respondido sin más: «Yo llevaré el hummus y las bolsas de basura negras.»
Así yo también estaría deseando que llegara, sin lugar a dudas. Sería estupendo, sin lugar a dudas. Venga, vamos. Arriba esos ánimos. Tira para adelante.