Miércoles, 5 de junio de 2013
60 kg; horas del día: 24; horas necesarias para hacer todas las cosas que se supone que hay que hacer en el día: 36; horas pasadas preocupándome por cómo encajar todas las cosas que se supone que hay que hacer en el día: 4; número de cosas que se suponía tenía que haber hecho y he hecho: 1 (ir al cuarto de baño).
14.00. LISTA DE TAREAS:
Dios mío. Todas estas cosas no van a caber en una hora, que ya se ha quedado en veinte minutos.
Vale. Me limitaré a «vivir en el cuadrante», siguiendo el modelo de Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, y distribuiré las tareas en «cuatro cuadrantes»:
IMPORTANTE URGENTE |
IMPORTANTE NO URGENTE |
Responder a la invitación de Zombie Apocalypse. |
Hacer bici estática; está claro que no va a pasar. |
Ir al servicio. |
Buscar el impreso de las clases de fagot de Billy, rellenarlo y llevarlo al colegio. |
Llamar a Brian Katzenberg por lo del mail de Ambergris Bilk. |
Llamar a la madre de Jeremiah. |
Medias piernas e ingles por si la escapada sigue en pie. |
Llamar madre (la mía). |
Inflar la bici. |
Ocuparme de los correos sociales. |
Queso rallado. |
Organizar la devolución del vestido de Net-a-Porter que no me puse para la fiesta de Talitha. |
Dientes. |
Decidir con la madre de Jeremiah y la madre de Cosmata quién va a ir a buscar a los niños a qué fiesta y además preguntar a la madre de Jeremiah si Jeremiah quiere ir al fútbol. |
Cejas. |
Queso rallado. |
Queso rallado. |
Dientes. |
Decidir qué hacer con Roxster y la escapada. |
Cejas. |
Responder a la cadena de mails de las madres de tercero c sobre el picnic del día de las competiciones deportivas. |
Foto de la fiesta de mitología antigua. |
Llamar a Grazina para ver a qué hora puede empezar el sábado y buscar en Google hotelitos románticos en la campiña. |
|
Organizar la devolución del vestido de Net-a-Porter que no me puse para la fiesta de Talitha. |
|
Averiguar dónde vive Cosmas. |
NO IMPORTANTE URGENTE |
NO IMPORTANTE NO URGENTE |
Responder a Zombie Apocalypse. |
Averiguar si aún se supone que debo asistir a la reunión de mañana con Greenlight. |
Encontrar el mando a distancia de Virgin. |
Queso rallado. |
Encontrar la tarjeta de crédito. |
Llamar a la madre de Bikram. |
Encontrar dientes. |
Poner lavadora. |
Encontrar el teléfono. |
Llamar a Brian Katzenberg por lo del correo electrónico de Ambergris Bilk. |
Perder 2 kg. |
Dance Fever. |
Buscar y eliminar los folletos de la gonorrea de Mabel. |
Responder a la cadena de mails de las madres de 3c sobre el picnic del día de las competiciones deportivas. |
Decidir con la madre de Spartacus y la madre de Cosmata quién va a ir a buscar a los niños a qué fiesta y preguntarle a la madre de Jeremiah si Bikram quiere ir al fútbol. |
Buscar el impreso del fagot. |
Decidir el plan del fin de semana. |
Lograr estabilidad central. |
El sábado por la tarde Billy tiene la fiesta de tambores africanos de Atticus, pero la madre de Bikram dice que ella se encarga de recoger a los niños si nosotras nos encargamos de recogerlos, o al contrario; después la fiesta del oso de Mabel con Cosmata el domingo, a la misma hora que el fútbol de Billy. |
Pedir cita en el dentista para Billy y Mabel. |
Hervidor John Lewis. |
Llamar madre (la mía). |
Organizar la devolución del vestido de Net-a-Porter que no me puse para la fiesta de Talitha. |
|
Ir al servicio. |
14.45. ¡Mucho mejor así!
14.50. Puede que vaya al servicio. Al menos es una de las tareas.
14.51. Bien, acabo de ir al servicio.
14.55. Uuuy, timbre.
He abierto la puerta y Rebecca, mi vecina de enfrente, ha entrado sin más, con una tiara, manchones de rímel bajo los ojos y mirando a la nada. En la mano llevaba una lista y una bolsa de plástico llena de sándwiches de huevo.
—¿Quieres un pitillo? —me ha preguntado con una voz extraña, como de otro mundo—. No puedo más.
Hemos bajado y nos hemos tirado en el sofá, mirando a la nada y fumando como dos verduleras.
—La obra de teatro en latín de todos los años —me ha dicho con la voz ajena, inconexa.
—Regalos para el personal —he añadido yo débilmente—. Zombie Apocalypse.
A continuación me ha entrado un ataque de tos, ya que llevaba cinco años sin fumar, excepto las dos caladas que le di al porro en la fiesta de Cazadoradecuero.
—Creo que me está dando un ataque de nervios morrocotudo sin que nadie se entere —ha advertido Rebecca.
De pronto me he puesto de pie y he apagado el cigarro en un arrebato de inspiración.
—Sólo es cuestión de establecer prioridades en cuadrantes. Mira. —Y le he plantado delante de las narices mi hoja de cuadrantes.
Ella ha clavado la vista en el papel y después le ha dado un ataque de risa aguda, histérica, como si estuviera ingresada en un psiquiátrico.
De repente he tenido una idea genial:
—¡Esto es un estado de excepción! —he exclamado con nerviosismo—. Un estado de excepción en toda regla. Cuando se declara el estado de excepción, los servicios normales se suspenden y no hay que esperar que nada salga bien, sólo hay que hacer lo que haga falta hacer para superar la emergencia.
—¡Genial! —ha aprobado Rebecca—. Vamos a beber algo. Una copichuela de nada.
Sólo ha sido media copa, de verdad, pero de repente todo parecía mucho mejor. Hasta que Rebecca se ha levantado de un salto diciendo:
—Me cago en la puñetera leche, joder. Se supone que tengo que ir a buscar a los niños al colegio.
Y ha salido corriendo por la puerta justo cuando Roxster me mandaba un mensaje:
<Estás muy calladita, Jonesey.>
Luego Rebecca ha vuelto a por sus sándwiches de huevo duro justo en el momento en que yo he recordado que se suponía que también tenía que ir a buscar a los niños al colegio. He subido y bajado corriendo mientras buscaba las tortitas de arroz y al mismo tiempo respondía a Roxster:
<Sólo estoy confusa por ese mensaje tuyo que decía que estás confuso.>
15.30. En el coche. Mierda, se me han olvidado las tortitas de arroz.
¡Ahhh! Mensaje de Roxster.
<Sólo fue un ataque de pánico. ¿Te llamo y lo hablamos esta noche, mi preciosa empanadilla de Cornualles?>
¿Que ÉL tiene un ataque de pánico?
He acabado saliendo a toda pastilla del coche para llegar al colegio medio andando medio corriendo torpemente, pero por el camino unos turistas escandinavos me han escogido —por motivos inexplicables— para pedirme indicaciones. Temiendo que intentaran robarme el tiempo, he seguido andando con determinación mientras les señalaba el camino con gestos. Por Dios. He dejado fatal a mi país siendo tan poco hospitalaria con los extranjeros (aunque Escandinavia está en la UE, ¿no?). Pero ¿adónde está llegando el mundo cuando uno tiene más miedo de que los transeúntes le roben el tiempo que el bolso?
21.30. Roxster no ha llamado.
Ay, Dios, ay, Dios, va a llamar para dejarme por no tener una máquina del tiempo.
22.00. Odio cuando la gente tarda en llamar, porque sabes que lo están aplazando porque tienen que decir algo que no quieres oír. Aunque, de todas formas, Roxster odia llamar por teléfono, porque hablo demasiado, cierto, y me niego a guardar nada para por la mañana. Uy, ¡una llamada! ¡Roxster!
22.05. —Ah, hola, cariño. —Mi madre—. ¿Sabes qué? Penny Husbands-Bosworth ha empezado a mentir sobre su edad: dice que tiene ochenta y cuatro años. Es absolutamente ridículo. Pawl, ya sabes, el chef pastelero, dice que sólo lo hace para que todo el mundo le diga lo joven que está y…
22.09. He conseguido quitarme a mi madre de encima, pero ahora me siento culpable, y además creo que puede que Roxster haya llamado mientras ella… ¡Uuuy! ¡Un mensaje!
22.10. Era de Chloe:
<Sólo quería concretar los detalles del fin de semana. A ver, yo me quedo el sábado por la mañana hasta que llegue Grazina y luego Grazina se queda con Mabel mientras la madre de Bikram lleva a Billy a la fiesta de tambores africanos y luego a la de mitos de la Antigüedad de Ezekiel (¿quieres que haga la foto del mito griego? ¿Algún dios / disfraz en particular? ¿Griego o romano?). Luego Grazina estará hasta las cinco el domingo, llevará a Billy al fútbol y llevará a Mabel a la fiesta de crea-tu-propio-oso de Cosmata y la irá a buscar con Billy. Yo la sustituiré a las cinco… Lo único es que tengo que marcharme a las seis para ir a un evento de tai chi con Graham…>
¡Aaaaaah! ¿Cómo es que criar a los hijos se ha vuelto tan… tan complicado? Es como si hubiera que tenerlos siempre haciendo cosas y felices.
22.30. De repente estoy cabreada con Roxster, le echo la culpa de todo el disfuncional colapso socio-global de la educación de mis hijos. MALDITO Roxster. Chloe y yo hemos tenido que diseñar todo este complejo entramado de tambores africanos, y osos, y personas extra que se ocupen de los niños a causa de Roxster, y ahora no tendré adónde ir ni nadie a quien ver, y todo por su culpa. Seré como… como un CUCO ENORME, de más en mi propia casa, ¡TODO POR CULPA DE ROXSTER! He pasado oportunamente por alto el hecho de que fui yo la que quise escapar de la agotadora tarea de cuidar de los hijos.
22.35. Obedeciendo a un impulso, le he mandado un mensaje absolutamente frío a Roxster que decía:
<¿Te importaría decirme si te apetece o no la escapada de este fin de semana? Tengo un montón de asuntos que resolver si aún sigue en pie.>
Me he arrepentido en el acto, pues iba absolutamente en contra de El zen y el arte de amar, y el tono era espantoso, amargado y malintencionado. Entiendo perfectamente que Roxster tenga dudas, dado que la diferencia de edad es de veintidós años, y sobre todo si adopto este tono amargado.
22.45. Me ha entrado un mensaje silencioso de Roxster:
<Iría, Jonesey, pero estoy un poco preocupado por lo que pueda pasar después.>
He respondido impulsivamente:
<Pero la escapada ya está organizada, y es la primera ocasión que tenemos de irnos juntos y a solas, y será tan romántico y… y todo eso.>
Unos minutos de espera… y mensaje.
<Bah, que le den. Que se joda el ataque de pánico, nena, ¡vamos allá!>
¡Sííí! Nos vamos de escapada.
23.00. Talitha acaba de llamar para ver qué pasaba y me ha dicho:
—Ten cuidado, cari. Cuando empiezan las dudas es que ya no están disfrutando el momento, sino pensando a largo plazo. Y Roxster es demasiado joven como para saber que eso es un error garrafal.
Me entran ganas de taparme los oídos y decir: «Lalalalá, me da lo mismo. Sólo se vive una vez. ¡Nos vamos de escapada! ¡Viva!»
Jueves, 6 de junio
09.30. Acabo de volver de dejar a los niños en el colegio. Me he metido en el correo para ocuparme del picnic del día de las competiciones deportivas del colegio y ha explotado:
De: Brian Katzenberg
Asunto: Mail reenviado
Sí, estás despedida. Pero aún te quieren dentro. Van a concertar una reunión con el nuevo escritor. Así es la industria del cine.
¿Un nuevo escritor? ¿Ya? ¿Cómo es posible que lo hayan encontrado tan deprisa?
El teléfono ha graznado.
Roxster: <Eh… ¿podrías buscar el alojamiento? Yo soy incapaz de encontrar nada. Todo está reservado.>
Me he puesto manos a la obra frenéticamente, a buscar hoteles rurales en LateRooms.com, y he visto que todo estaba absolutamente lleno.
Somos como María y José, sin sitio en la posada. Sólo que yo, en lugar de estar a punto de dar a luz al hijo de Dios, estoy a punto de ser abandonada por José.
10.00. Acabo de mandarle un mensaje a Tom, que me ha respondido a los cinco minutos:
<LateRooms.com tiene una casa en un árbol con una terracita que forma parte del Chewton Glen Hotel.>
10.05. Uy. Acabo de ver la casa en el árbol: 875 libras la noche.
10.15. ¡Sííí! Acabo de encontrar habitación en un hotelito.
10.20. Uy. Acabo de llamar: es la suite nupcial. Le he mandado un mensaje a Roxster.
Yo: <He encontrado una habitación con vistas al río en Oxfordshire.>
<Eres muy, muy lista, cariño. ¿Sirven desayuno inglés completo?>
<Sí, pero hay una cosita…>
<¿Qué? No será que hay que elegir entre el bacón y las salchichas, ¿no?>
<No. Pero… te lo diré deprisa: es la suite nupcial.>
<Lo sabía. Es lo que siempre has querido. Pero ¿seguro que sirven desayuno inglés completo?>
<*Suspiros.* Sí, Roxster, sí.>
<Pues entonces iremos en tren a Oxford, nos casaremos allí deprisa y luego iremos en taxi al hotel, ¿cómo lo ves?>
<Bien.>
<Compraré un anillo a la hora de comer, cuando salga a por el sándwich.>
<Chisss. Estoy en Net-a-Porter. Vestidos: novia.>
10.45. No me ha respondido. Ay, Dios. ¿Y si cree que lo he dicho en serio?
<Entonces ¿qué opinas?>, me he aventurado a preguntarle.
Y después he decidido proporcionarle una salida por si sólo quería un entorno relajante para romper conmigo:
<Si lo prefieres, podemos ir a algún sitio cerca y hacer una excursión en el día.>
He contenido el aliento…
<Yo digo que escapada en toda regla, Jonesey. Ya estoy fantaseando con ella.>
<¿Formo parte de esas fantasías o es sólo la comida?>
<*Buscando carta en Google.* Claro, tú eres mi pollito de corral con champiñones.>
11.00. De pronto me he sentido ligera y aturdida. He reservado la habitación y le he mandado un mensaje:
<Acabo de llamar al sitio y me han dicho que hay que tener partida de matrimonio.>
Larga pausa, y…
<Estás de broma, ¿no?>
<Roxster, qué fácil es tomarte el pelo.>