Domingo, 20 de enero de 2013
Seguidores en Twitter: 873; tuits de @_Roxster: 7.
11.00. El tuiteo va de fábula. Desde lo del hilo #tuitearborrachopájaros cada vez tengo más seguidores. No he podido evitar fijarme en que Roxster ha enmudecido bastante desde que decidimos quedar. Pero, dado que es un hombre, quizá tenga la sensación de que ha superado un nivel, como con la Xbox, y de que ya no hace falta insistir.
11.02. Será mejor que mande un tuit para que todo el mundo sepa lo que está pasando:
<@JoneseyBJ *dice engreída, irritante, estoy-como-unas-pascuas-y-he-quedado-con-mi-misterioso-desconocido-de-Twitter.* ¡Bueeeenos días a todo el mundo!>
11.05. PorelamordeDios, he perdido dos seguidores. ¿Por qué? ¿Por qué? Ha debido de ser algo relacionado con el tono. Será mejor que mande otro.
<@JoneseyBJ Lo siento. Está claro que he espantado a varios seguidores con la pedantería matutina. Es obvio que la cita irá mal y me darán plantón.>
11.15. Genial, he perdido otros tres seguidores. Que no se me olvide no pasarme con los tuit por la mañana. O en general, porque da la impresión de que consigo más seguidores cuando no tuiteo que cuando tuiteo.
¡Roxster ha mandado un tuit! Se ve que es mi recompensa por ejercer un autocontrol épico.
<@_Roxster@JoneseyBJ *Ofendido, horrorizado.* ¿¿Darte plantón, Jonesey??>
<@JoneseyBJ@_Roxster ¡Roxster! ¡Has vuelto!>
<@JoneseyBJ@_Roxster Sólo intentaba contrarrestar el tono fanfarrón de antes, con el que he perdido seguidores. Entonces ¿sigue en pie?>
<@_Roxster@JoneseyBJ Jonesey, puede que sea joven, pero no soy cruel, ni un charlatán.>
Después, otro:
<@_Roxster@JoneseyBJ Vale. ¿Qué te parece en la boca de metro de Leicester Square a las 19.30? Podríamos ir a Nando’s. ¿O mejor fish and chips?>
21.45. Bajón en el acto. ¿¿La boca de metro de Leicester Square?? ¿¿La boca de metro de Leicester Square?? Pero si hace un frío que pela. Después he recordado las reglas clave del ligoteo.
AMÓLDATE A LO QUE PROPONGA
<@JoneseyBJ@_Roxster *Ronroneo.* Eso estaría muy bien.>
<@_Roxster@JoneseyBJ *Rugido.* Te veo allí, nena.>
¿Lo veis? ¿Lo veis? Mucho mejor que intentar manipular la situación.
21.50. De repente he caído presa del pánico porque voy a conocer a un desconocido salido de Twitter en el metro de Leicester Square siendo madre soltera.
21.51. Acabo de llamar a Tom, que va a pasarse por aquí.
22.50. Por desgracia, he tenido que esperar para que me diera su opinión, ya que Tom también estaba de bajón a causa de un arquitecto húngaro llamado Arkis. Ha insistido en enseñarme todos los mensajes de Arkis, y su foto, y las conversaciones de la app Scruff del iPhone.
—Scruff es muchísimo mejor que Grindr.com. Antes era de osos, pero ahora se ha vuelto más de osos modernos, de los de ropa pequeña y gafas grandes, pero no a lo George Michael.
—Entonces ¿qué problema hay? —le he preguntado tajante, profesional, como si la psicoterapeuta fuera yo en lugar de Tom.
—Creo que Arkis podría ser todo mensajes y nada pantalones. No para de mandarme mensajes sexuales por la noche, flirteando a lo bestia, pero nada más.
—Ya veo. ¿Le has propuesto quedar? —he querido saber.
—Una vez le dije que me gustaría conocerlo mejor, pero le mandé el mensaje a la una de la mañana, en busca de confirmación, y conseguí justo lo contrario, porque tardó dos días en contestarme, y cuando lo hizo ni lo mencionó y se puso a hablar otra vez de las fotos que tengo en Scruff. Y ahora ando por ahí como atontado, con un dolor horroroso por debajo de las costillas, porque creo que él cree…
—Lo sé, lo sé —lo he interrumpido con impaciencia—. Con Cazadoradecuero fue exactamente así. Es como si el objeto de tu interés romántico adquiriera un enorme poder, como un gigante que te vigila y te juzga, convertido en el maestro absoluto del arte de ligar, y estuviera a punto de tildarte de acosador desesperado.
—Lo sé —ha afirmado entristecido—. Pero sí que dijo que quería ver La noche más oscura.
—Entonces ¿a qué esperas? ¡Proponle ir! ¡Pavo! —he exclamado—. Si no será como una competición de a ver quién pestañea antes.
Una vez Tom se ha quedado satisfecho con las bases psicológicas del plan, he pasado, como quien no quiere la cosa, a lo que me preocupaba a mí. Al terminar, Tom me ha dicho con firmeza:
—Pues claro que debes quedar con @_Roxster, siempre que sea en un lugar público. Talitha dice que es un tío majo. Todos nosotros estaremos pendientes del teléfono. Y es absolutamente normal y saludable conocerse en el ciberespacio.
Me encanta cómo nos vamos alternando Tom y yo en lo de ser el experto en las lides del ligoteo, como si estuviéramos montados en un balancín… aunque está claro que ninguno de los dos tiene la más mínima idea de lo que dice. A veces es como si ahí fuera hubiese un montón de personas con millones de balancines subiendo y bajando a la vez, como monos que asienten. Y todo el mundo está en un extremo o el otro del balancín en momentos distintos.
23.00. Hoy Dios me está recompensando. Roxster acaba de mandarme otro tuit:
<@_Roxster@JoneseyBJ En la calle hace mucho frío, Jonesey. ¿Y si quedamos mejor en el bar del Dean St. Townhouse?>
Ayy. Le ha estado dando vueltas al asunto. Es tan guapo y tan majo. Le he contestado.
<@JoneseyBJ@_Roxster Perfecto. Te veo allí.>
<@_Roxster@JoneseyBJ Me muero de ganas, nena.>
Martes, 22 de enero de 2013
60,5 kg (¡aún!); número de modelitos que me he probado y he tirado al suelo: 12; tuits enviados cuando se suponía que debía estar preparándome: 7 (muy estúpido); aunque, seguidores en Twitter: 698 (hay que sopesar las ventajas de tuitear en vivo y en directo con respecto a las desventajas de llegar tarde).
18.30. Bien. Ya casi estoy lista. Talitha, Jude y Tom saben adónde voy y están listos para rescatarme en caso de que algo se tuerza. Esta vez estoy decidida a no cometer el mismo error y llegar tarde. Lo único es que no puedo evitar ir tuiteando mientras me preparo. Es casi como si tuviera el deber para con todos mis seguidores de hacerles saber lo que hago a cada momento.
<@JoneseyBJ ¿Qué es más importante? ¿Tener buen aspecto o ser puntual? Me refiero a si hay que elegir entre una cosa o la otra.>
¡Uau! Un montón de respuestas y @menciones:
<@JamesAP27@JoneseyBJ Ser puntual, claro. ¿Cómo puedes ser tan vanidosa? Eso no es nada atractivo.>
Puf. Bien. Ya nos ocuparemos de él.
<@JoneseyBJ@JamesAP27 No es vanidad, sino PREOCUPACIÓN por los demás, es decir, no quiero espantarlos o asustarlos.>
18.45. Mierda, mierda. Me he puesto rímel resistente al agua en los labios porque viene en el mismo embalaje de Laura Mercier que el brillo de labios y ahora no sale. Ay, Dios, voy a llegar tarde y con los labios negros.
19.15. Vale, ya estoy en el taxi, aún frotándome los labios. Tengo tiempo para mandar unos cuantos tuits más.
<@JoneseyBJ Toda una mujer hecha y derecha, sensible y receptiva, tranquila y segura de sí misma, ya en el taxi…>
<@JoneseyBJ … una diosa de la dicha y la luz. *Le espeta al taxista.* ¡Noooo! No baje por la p*** Regent St.>
<@JoneseyBJ *Tapándose la nariz, con voz de radio policial.* Entrando en Dean Street Townhouse. EN-TRAN-DO, repito. Deseadme suerte. Corto y cambio.>
<@JoneseyBJ *Susurra.* Es GUAPÍSIMO.>
<@JoneseyBJ Hay mucho que decir a favor del hombre más joven, siempre y cuando no sea lo bastante joven para ser tu nieto legítimo.>
<@JoneseyBJ ¡Sonríe! Se ha levantado, como un caballero.>
En efecto, Roxster era guapísimo, más atractivo incluso que en la foto, pero, algo aún más importante, parecía alegre. Daba la impresión de estar a punto de echarse a reír a carcajadas continuamente.
—Holaaaa.
Estaba a punto de coger el móvil por instinto para tuitear: «tiene una voz preciosa», cuando él me ha cogido con la suya la mano con la que sostenía el teléfono…
—Nada de tuitear.
—Pero si no… —me he defendido absurdamente.
—Jonesey, has estado dándole al tuit hasta que has llegado aquí, he estado leyéndolo.