Jueves, 17 de enero de 2013
Mensajes sobre la nieve: 12; tuits sobre la nieve: 13; copos de nieve: 0.
20.00. Mensaje del colegio:
<Estimados padres: mañana se espera que caiga una fuerte nevada. Por favor, comprueben los mensajes de texto y no salgan de casa antes de las 8.00. Les mandaremos un mensaje si se suspenden las clases por causa de la nieve.>
20.15. Todos estamos como locos. ¡Podemos hacer novillos y salir a montar en trineo! Es evidente que nadie puede irse a dormir. No paramos de descorrer las cortinas para ver si se ve nieve en las farolas.
20.30. Sigue sin nevar.
20.45. Sigue sin nevar. Bueno, ahora sí que es hora de que los niños se vayan a la cama.
21.00. Al fin he conseguido que se vayan a dormir diciéndoles: «A la cama, a la cama, si no os acostáis no os dejaré DISFRUTAR de la nieve», una y otra vez, como si fuera un loro. Una mentira como la copa de un pino, porque ¿con quién voy a ir yo a la nieve si no es con ellos?
21.45. Sigue sin nevar. Puede que me meta en Twitter.
21.46. @_Roxster está tuiteando sobre la nieve.
<@_Roxster ¿Alguien más está entusiasmado con la nieve?>
21.50. <@JoneseyBJ@_Roxster Yo. Pero ¿dónde está? «Anda, mírame, soy la nieve, pero no existo.»>
22.00. ¡Tuit de @_Roxster!
<@_Roxster@JoneseyBJ Jonesey, ¿otra vez tuiteando borracha? ¿O es que te gusta la nieve tanto como a mí?>
22.15. He seguido flirteando con @_Roxster.
<@JoneseyBJ@_Roxster ¿Te entra pedorrera sólo de pensarlo?>
<@_Roxster@JoneseyBJ Claro.>
Talitha ha metido baza.
<@Talithaluckybitch@JoneseyBJ@_Roxster Muy graciosos, los dos. Y ahora IDOS A LA CAMA.>
22.30. Mmmm… Me encanta Twitter. Me encanta la sensación de que ahí fuera hay alguien más al que le importan todas esas pequeñas cosas emocionantes con las que tú te emocionas.
23.00. Sigue sin nevar.
Viernes, 18 de enero de 2013
Número de veces que me he asomado para ver si nevaba: 12; copos de nieve: 0; tuits de @_Roxster: 7; tuits aparentemente para todos los seguidores, pero en realidad para @_Roxster: 6 (uno menos que él, muy bien).
07.00. Nos hemos despertado y hemos ido todos corriendo como locos a la ventana: ni rastro de nieve.
07.15. A todos nos resultaba tentador quedarnos en pijama todo el Día de la Nieve, aunque no haya nieve, pero me he obligado a obligar a todo el mundo, incluida yo misma, a vestirse por si al final no llegaba ningún mensaje del colegio diciendo que se suspendían las clases.
07.45. No hay mensajes. Aunque puede que sí tenga algún tuit de @_Roxster.
07.59. Sigue sin llegar ningún mensaje del colegio. Ni ningún tuit de @_Roxster. En un intento de lidiar con mi desilusión, así como con la de los demás, me he metido en la boca tres salchichitas envueltas en bacón mientras añadía demasiado tarde: «¿Alguien quiere una?»
8.00. Sigue sin haber mensajes del colegio. Será mejor que nos vayamos.
09.00. He dejado a Mabel y, cuando he llegado a la zona de primaria, me he encontrado un entusiasmo contagioso y al señor Wallaker organizando hileras de chicos agazapados tras muros de nieve imaginarios y lanzándose bolas de nieve imaginarias. He resistido la tentación de tuitearle la escena a @_Roxster, no vaya a ser que le eche para atrás lo de que tenga hijos.
—Hoy va a nevar, señora Darcy —me ha informado el señor Wallaker, que de repente ha aparecido a nuestro lado—. ¿Va a ir a subirse a los árboles?
—¡Ya! Llevo esperando la nevada toda la noche —he respondido, pasando elegantemente por alto la alusión a los árboles—. Pero ¿dónde está?
—Aproximándose desde el oeste. En Somerset está nevando. ¿Le gusta la nieve?
—La que es puntual —he replicado enigmáticamente.
—Puede que se haya quedado atascada en la M4 —ha aventurado él—. La carretera está cerrada por nieve en la salida número trece.
—¡Ah! —he exclamado, y me he animado de inmediato.
—Un momento —ha dicho Billy receloso—. ¿Cómo podría la nieve retener a la nieve?
A los ojos del señor Wallaker ha asomado una expresión risueña, y acto seguido Billy ha esbozado una sonrisa. Me ha dado muchísima rabia, como si en cierto modo los dos se estuvieran divirtiendo a mi costa.
—¡Que tengáis un buen día! —he dicho turbada (al fin y al cabo, no estábamos precisamente en California) y me he alejado dando resbalones sobre el hielo para seguir con Twitter, con la escritura, quería decir. ¿Por qué me he puesto botas de tacón alto?
09.30. De vuelta en casa. ¡Bien! Las hojas en su pelo.
09.35. Le he mandado un tuit rápido a @_Roxster, o sea, a mis seguidores, con la broma del señor Wallaker.
09.45. <@JoneseyBJ Por lo visto la nieve se ha visto retenida por la nieve en la M4, pero llegará aquí de un momento a otro.>
10.00. Cinco personas han retuiteado mi tuit. Tengo otros doce seguidores.
10.15. En la tele no paran de decir «ALERTA POR NIEVE».
10.30. ¡Ha empezado a nevar!
11.00. Cada vez hay más nieve. No puedo parar de asomarme a la ventana para mirarla.
11.45. No dejo de contemplar el milagro de la nieve. Es como si alguien hubiese añadido un precioso sombreado blanco a todos y cada uno de los árboles. Hay casi cuatro centímetros sobre la mesa de fuera: como el glaseado de una tarta. O nata… Puede que no sean cuatro centímetros. Me estaba planteando salir a medirlo con una regla, pero después me he dado cuenta de que era absurdo. Tengo que hacer un montón de cosas.
Mediodía. Ay, Dios, un tuit de @_Roxster.
<@_Roxster@JoneseyBJ ¿¿Y si nos fumamos el trabajo y nos vamos a montar en trineo??>
Me quedo mirando el tuit pasmada. ¿@_Roxster me está pidiendo salir? ¿Va en serio? Pero parezco una loca de atar, con los pelos de punta y… Aunque podría lavármelo, y vestirme para montar en trineo, y sólo se vive una vez, y ¡está nevando! Tuiteo:
<@JoneseyBJ@_Roxster ¡Sí! ¿Tú puedes?>
Nada más mandarlo, me entra un mensaje:
<PREESCOLAR Y PRIMARIA. Debido a la nieve, por favor, vengan a buscar a sus hijos lo antes posible para llevarlos a casa sin percances. El colegio cerrará sus puertas a las 13.30.>
12.15. Y ahora ¿qué hago? No puedo esperar que de pronto un dios de ensueño de veintinueve años quiera venir a montar en trineo con dos niños y una mujer mayor con pelos de loca. El sentido de liarse con una mujer mayor es que se supone que va de punta en blanco, con medias de seda negras, como si educara a sus hijos a la francesa, y como Catherine Deneuve y Charlotte Rampling. Tengo que ir a recoger a los niños, pero cómo voy a darle plantón a @_Roxster, y las «Reglas del ligoteo» dicen que es como bailar y tú sólo has de dejarte llevar, pero…
Otro mensaje:
<Los niños tanto de preescolar como de primaria están en el salón del actos del colegio. Vengan a buscar a sus hijos lo antes posible, por favor.>
¡¡Es una emergencia en toda regla!!
12.30. He bajado corriendo a sacar los trineos del armario, quitando a toda prisa las telarañas, etc.
12.50. He abierto la puerta para descubrir que la calle estaba cubierta de nieve. Es una ventisca importante, está claro que la situación es realmente peligrosa. Me he puesto como loca de contenta. Pero ¿qué hago con @_Roxster? Los niños son lo primero.
13.00. Vale. Ya tengo el equipo de esquí al completo, no sé si hará falta el casco, pero está claro que las gafas sí. He metido en el maletero del coche las botas de nieve, los monos de esquí, los chaquetones, los guantes, un kit de supervivencia, una pala, una linterna, agua, chocolate y los trineos.
17.00. Al final he llegado al colegio, después de hacer un camino emocionante y resbaladizo. Ha sido necesario, con todo, que me quitara las gafas de esquiar y me pusiera las de ver para comprobar si tenía algún tuit de @_Roxster.
<@_Roxster@JoneseyBJ Lo siento, Jonesey: me las he dado de pasota, pero no. Tengo trabajo, no puedo escaparme para ir a jugar a la nieve. No como tú, está claro.>
Chafada. Me han dado plantón para una cita en la nieve.
He subido la colina como un pato para llegar al colegio, a la manera de Lance Armstrong cuando pisó la luna —Neil Armstrong, quería decir—, debido a los pantalones de esquiar que llevaba sobre los vaqueros, y al chaquetón y demás. Iba pensando: «Vale, no hace falta que conteste a @_Roxster ahora, ya que, técnicamente hablando, me ha dejado plantada para lo del trineo. Y he respondido no reaccionando, así que he seguido las “Reglas del ligoteo” a la perfección y…»
He abierto la puerta del salón de actos del colegio, donde se encontraban los niños de preescolar y primaria, y he visto a Nicorette, doña Perfecta, vestida como si fuera una especie de Reina de las Nieves, con unas botas de nieve blancas, el pelo perfecto, un bolso de charol negro enorme y todo brillante y un abrigo blanco largo con una piel blanca al cuello. Estaba riendo y flirteando con el señor Wallaker. ¿Qué? Será puto. Casado y flirteando con Nicorette. Ha vuelto la cabeza cuando he entrado y se ha partido de risa sin cortarse.
No se reiría tanto si supiera que tenía una posible cita para ir a montar en trineo con un toy boy, ¿a que no? Soy Catherine Deneuve y Charlotte Rampling.
—¡Mamiii! —Billy y Mabel se han acercado corriendo, con los ojos brillantes—. ¿Podemos ir a montar en trineo?
—¡Sí! Los tengo en el coche —he respondido y, tras lanzarle una mirada arrogante al señor Wallaker, he vuelto a ponerme las gafas de nieve y he salido con aire misterioso del salón (lo mejor que he podido, teniendo en cuenta el atuendo).
22.00. Un día fantástico. Montar en trineo ha sido genial. Los de enfrente, Rebecca y el resto, también han subido a Primrose Hill y ha sido absolutamente mágico, como una tarjeta navideña. La nieve era abundante y mullida. Al principio no había prácticamente nadie allí arriba, así que se podía bajar bastante deprisa por los caminos. Y @_Roxster me ha mandado un tuit en medio del jaleo.
<@_Roxster@JoneseyBJ ¿Quieres montar luego en trineo? Si tú puedes, yo esta noche también puedo.>
<@_Roxster@JoneseyBJ Pero me preocupa que salgas con este tiempo. ¿Mejor otra noche?>
Responder era demasiado complicado, porque tenía los dedos helados y tenía que ponerme las gafas para leer los tuits y a la vez seguir corriendo detrás de los trineos para evitar choques, etc., así que lo he dejado un momento, saboreando la sensación de haber sido la última en recibir un mensaje y que @_Roxster quisiera salir conmigo.
A medida que iba avanzando la tarde había cada vez más gente en la colina, y ha empezado a formarse mucho hielo, así que nos hemos vuelto todos a nuestra casa para tomarnos un chocolate caliente y cenar juntos, y ha sido la mar de divertido. Mientras Rebecca vigilaba a los niños, yo me he escaqueado cinco minutos y me he metido en Twitter. He mirado un instante de reojo al espejo y me he dado cuenta de que ciertamente esta noche no sería una buena noche para quedar con un toy boy.
En medio de toda la incoherente sarta de tuits sobre la nieve y la M4 había otro de @_Roxster.
<@_Roxster@JoneseyBJ ¿Jonesey? ¿Has muerto en la nieve?>
<@JoneseyBJ@_Roxster Casi. Nieve en polvo fuera pista, increíble. Otra noche estaría genial.>
<@_Roxster@JoneseyBJ ¿Alguna noche en concreto?>
Muy bien, comunicación directa y auténtica. Como tiene que ser. Le he respondido al tuit.
<@JoneseyBJ@_Roxster Deja que mire mi extremadamente repleta agenda…>
<@_Roxster@JoneseyBJ ¿Te refieres al mogollón de manuales con consejos para ligar?>
PorelamordeDios. ¿Leía Roxster mis tuits de cuando Cazadoradecuero?
<@JoneseyBJ@_Roxster *Pasando por alto con elegancia el comentario del niñato impertinente.* ¿En qué día estabas pensando?>
<@_Roxster@JoneseyBJ ¿Martes?>
He vuelto a bajar a la cocina radiante. ¡Todo es maravilloso! He quedado con un macizo de veintinueve años divertido y guapo y la casa está llena de niños con las mejillas sonrosadas, hay comida que huele de maravilla, trineos y pitos de goma (botas de goma, quería decir. ¿De dónde ha salido eso?).