Estimado Mo Yan, muy señor mío,
Por favor permítame que me dirija a usted de este modo. Es la única manera que tengo de no sentirme incómodo, extraño o desdichado.
Muy señor mío, usted es mi mentor genuino y verdadero, no sólo porque es un experto novelista sino porque sabe mucho de vino y licores. Sus novelas están hechas con tanta precisión como los patucos de una abuela experta. En cuanto al vino y los licores sus conocimientos son, si cabe, mayores. No es muy difícil hoy en día encontrar grandes novelistas, ni tampoco lo es toparse con expertos en vino y licores. Pero encontrar a los dos en un solo individuo es extraordinariamente difícil. Y usted, muy señor mío, es ese individuo único.
Su análisis de las «Hormigas verdes» era tan incisivo como preciso, la huella de un verdadero entendido. Los ingredientes básicos de este licor son sorgo y judías mung, fermentadas en una cuba vieja. En el proceso tradicional de la destilación de nuestra levadura intervienen la mezcla de trigo, salvado y guisantes, con un poco de paja. El líquido destilado resultante es de un color verde apagado, claro y elegante, con una fuerte fragancia y con mucho cuerpo, un fuerte carácter. Durante el proceso de la mezcla se hace todo lo posible para acabar con su naturaleza agria, pero hasta ahora el éxito es limitado. Como queremos llegar a hacer un licor perfecto hemos comercializado esta bebida, todavía con imperfecciones, y la hemos llamado «Hormigas verdes». Es, como usted dice, un licor de alta calidad cuyo defecto es la falta de armonía.
Utilizar la belleza de la mujer como metáfora del alcohol es la mejor manera y la más original de caracterizar las propiedades de los licores. Su intuición en este aspecto ha dado en el clavo. Mi suegro, el profesor Yuan Shuangyu, y yo llevamos mucho tiempo tratando de pensar en cómo mejorar «Hormigas verdes», y nuestras observaciones casi han dado sus frutos; desafortunadamente, me he emborrachado tanto de literatura últimamente que no he podido pensar en otra cosa.
Muy señor mío, en este vasto mundo de prolíficas multitudes el vino y los licores se mecen como los mares y los espíritus manan como los ríos, pero el número de verdaderos devotos, aquellos que entienden y disfrutan el buen alcohol y que se maravillan con las mujeres hermosas son tan raros como las estrellas en el día, como las plumas del ave fénix o el cuerno de un unicornio, como el pene de un tigre y el huevo de un dinosaurio. Usted, muy señor mío, es uno de ellos y yo soy su discípulo. Y otro es mi suegro Yuan Shuangyu; el Subdirector Diamante Jin cuenta como la mitad de uno. El gran poeta de la dinastía Tang Li Bai es otro. «Levanto la copa a la luna/ con mi sombra somos tres». ¿Cómo puede ser eso, se preguntará? Li es uno, la luna es otro y el tercero es el alcohol. La luna se llama Chang’e, ¡la belleza celestial! El alcohol se llama Qinglian, el loto verde y la maravilla terrenal. Li Bai y su alcohol se han fundido en uno, se han convertido en lo que ha creado él mismo: Li Qinglian. Es por eso por lo que era capaz de tener esas visiones únicas mientras vagaba entre el Cielo y la Tierra. Su amigo y poeta de la dinastía Tang Du Fu cuenta como medio. El alcohol que bebía se reducía, en gran parte, a los brebajes de los pueblos, de mala calidad, pasados y ácidos, toscos y con necesidad de refinar el estilo, como ventanas viejas. No me sorprende que fuera incapaz de escribir poesía alegre y viva. Cao Mengde «Cao Cao» era otro; cantar una canción cuando se bebe es lo mismo que darle una serenata a una bella mujer. La vida es corta y las mujeres hermosas son como el rocío de la mañana. La belleza es un fluir constante y se pierde enseguida, por lo que hay que disfrutarla mientras se tiene. Desde hace miles de años hasta ahora, en un lapso de cinco mil años, el número de individuos que ha entendido que beber bebidas alcohólicas de buena calidad es como adorar a una bella mujer no supera una docena. El resto beben sacos repugnantes de piel rellenos con cualquier líquido salado. ¿Por qué gastar una gota de «Hormigas verdes» o de «Decimoctavo Li rojo» en gente como esa?
El simple hecho de mencionar «Decimoctavo Li rojo» hace que el corazón de su discípulo se estremezca. Muy señor mío, créame cuando le digo que este licor es una obra de arte de dimensiones transcendentales. Hacer pis en una cuba de vino o licor para armonizar el sabor es una idea asombrosa que sólo un genio de la creatividad podría haber inventado. Eso constituye un hito en la historia de la destilación del licor. Los acontecimientos más gloriosos incorporan inevitablemente elementos de la naturaleza más despreciable. Todo el mundo sabe que la miel es dulce, ¿pero cuánta gente conoce su fabricación? ¡Dicen que el ingrediente principal de la miel es el néctar de las flores! Sí, eso es, nadie puede decir lo contrario. Decir que el ingrediente principal de la miel es el néctar es tan certero como decir que el ingrediente principal del licor es el alcohol, pero eso no nos aclara nada. Hay docenas de minerales en los licores, ¿sabía usted eso? También hay docenas de microorganismos en el licor ¿lo sabía? Y hay muchas otras cosas en el licor, de las cuales la mayoría ni siquiera yo puedo nombrar. ¿Lo sabía? Si mi suegro no lo sabe ni yo tampoco, es probable que usted tampoco lo sepa. Se utiliza agua del mar para la miel ¿sabía usted eso? Y estiércol ¿lo sabía? La miel no se puede producir sin excrementos frescos ¿sabía o no sabía eso?
He estado leyendo recientemente en los periódicos que algunos individuos ignorantes, que no saben nada sobre hacer licores, se han ofendido con su extraordinario trabajo, incomparable y pionero; dicen que hacer pis en una cuba de licor es una blasfemia contra la sociedad civilizada. Desconocen el hecho de que el PH y la calidad del agua juegan un papel decisivo en el carácter del alcohol. Si el agua tiende hacia la alcalinidad el resultado será un licor amargo, de malas condiciones, imbebible; pero si le añades orina de un niño sano acabas obteniendo «Decimoctavo Li rojo» (el nombre mismo suena mejor que «Alumno rojo» o «Hija roja»), un licor «aromático, con cuerpo, que deja un gusto dulce y meloso después». No hay nada absurdo en todo esto, así que ¿por qué hacen gala de su ignorancia? Como doctorando en vino y licores declaro: ¡esto es ciencia! La ciencia encierra riesgos serios y no tolera la hipocresía. Si no sabes algo debes estudiar; no hay espacio para el histrionismo y desde luego que no hay lugar para ataques ad hominem. Además ¿por qué dicen que la orina es algo tan sucio? En aquellos individuos que duermen con prostitutas y contraen sífilis, gonorrea o sida, por supuesto que su orina es sucia. Pero, muy señor mío, lo que su abuelo echaba en la cuba de vino era la orina de un niño pequeño, orina pura como el agua de un manantial. La obra clásica Materia médica del señor Li Shizhen, maestro y famoso farmacéutico chino, es absolutamente clara en este aspecto: «La orina de un niño pequeño como ingrediente añadido a las hierbas medicinales es algo muy recomendable y efectivo en el tratamiento contra la tensión alta, la enfermedad cardiaca coronaria, arteriosclerosis, glaucoma, calcificación mamaria y otras enfermedades crónicas». ¡No me diga que están dispuestos a lanzar ataques ad hominem al señor Li Shizhen! La orina de un niño pequeño es el fluido más sagrado y misterioso de la faz de la tierra, ni siquiera el mismo Diablo está seguro de cuántos elementos preciosos contiene. El Primer Ministro japonés bebe un vaso de orina todos los días para estar sano y lleno de energía. El secretario del Partido de la Tierra del vino y los licores Jiang mezclaba la orina de un niño pequeño con su sopa de raíz de loto para curar su insomnio. La orina es una maravilla verdadera, el mejor símbolo de la existencia humana. Muy señor mío, ignoremos a esa panda de ignorantes. El comisario del Pueblo, el Camarada Stalin, dijo: «¡Ignorémoslos!». No se merecen nada más que orina de caballo.
En su carta dice que va a escribir una novela sobre el vino y licores. Sólo usted puede cargar con ese peso y responsabilidad. Querido mentor, su alma es el alma del licor. Su cuerpo está en perfecta armonía: como flores rojas y hojas verdes, montañas ocres y aguas azules y esmeraldas, un cuerpo que está sano y feliz, movimientos armoniosos, un porte elegante, una pose firme, músculos y sangre pura, la imagen de la vida; si le quitas algo a la vida es demasiado corta, añádele algo y será demasiado larga. ¡Mi mentor, usted es la viva imagen de una botella de «Decimoctavo Li rojo»! Para ayudarle en su estudio sobre el licor le he preparado y apartado diez botellas de «Hormigas verdes», diez botellas de «Semental de crin roja» y diez botellas de «Belleza oriental». Se las mandaré en el siguiente autobús a Beijing. Desde hoy, muy señor mío, camine con la cabeza alta, con una botella siempre a su lado, una pluma en la mano y deje que esos idiotas sigan diciendo estupideces.
El relato que le mandé la última vez «Carne de niño», no es un reportaje, pero se lee como si lo fuera. Es absolutamente cierto que algunos dirigentes del Partido, totalmente corruptos e inhumanos, hacen banquetes y se comen niños pequeños. He oído que alguien ha mandado investigarlo, por lo que si alguna vez esto sale a la luz dará la vuelta al mundo. En el futuro ¿quién si no su discípulo podría escribir un reportaje sobre este tema tan serio? Con el material tan explosivo que tengo en las manos, dígame, ¿quién si no yo tiene derecho a ser arrogante?
No he sabido nada de Literatura para los ciudadanos. Estaría agradecido si les presionara de mi parte.
Nuestra Li Yan es una mujer de cara pecosa y podría ser la mujer de «piel lechosa y de mal humor» que usted dice. Sus pecas pueden ser producto de sus embarazos ilícitos. Me dijo una vez que era la tierra más fértil que existe y que se quedaba embarazada de cualquier hombre que entrara en contacto con ella. Además dijo que los fetos que no llegaron a nacer los cogió el personal del hospital y se los comieron. He oído que el valor nutricional de un feto de unos seis o siete meses es muy elevado, y eso tiene sentido. El feto de un ciervo, es ampliamente sabido, es un tónico de alta potencia ¿no es así? Un embrión tiene mucho alimento ¿no?
Incluyo mi trabajo más reciente, «Niño prodigio» con esta carta. Está escrito con el estilo que he llamado «realismo diabólico».
Después de su lectura crítica por favor mándeselo a Literatura para los ciudadanos. No descansaré hasta que mis trabajos atraviesen esa «Puerta del Infierno».
Deseándole una feliz escritura, su discípulo,
Li Yidou