En primer lugar me gustaría darle las gracias a mi marido, Tom Harman, doctor en medicina, y al resto de mi familia, por apoyar mis escritos, y también al personal de Partners in Women’s Health Care (www.piwh.com) que soportó mis cambios de agenda debido a temas relacionados con el libro.
También me gustaría agradecerle a mi editora, Lucia Macro, y a su gran equipo su ayuda para parir este libro; así como a mi agente, Barbara Braun, y a su personal toda su colaboración.
Tampoco puedo dejar de mencionar mi aprecio hacia mis compañeros escritores, comadronas, amigos y musas (vosotras ya sabéis quiénes sois) por leer el manuscrito en sus inicios.
Y finalmente una ronda de agradecimientos más para los lectores, queridos lectores; en este caso por vuestros correos electrónicos de ánimo. Como Patience, todos deberíamos escuchar a ese gran corazón que late por nosotros.