Introducción
[9]
El 18 de diciembre de 1944, cuando El Señor de los Anillos había llegado al final de lo que se convertiría en Las Dos Torres (y se habían escrito unas pocas páginas de «Minas Tirith» y «El acantonamiento de Rohan» al principio del Libro V), mi padre me escribió (Cartas n.° 92) que había visto a C. S. Lewis ese día: «Su cuarta (¿o quinta?) novela se está cocinando, y parece probable que choque con la mía (mi oscuramente proyectada tercera). Últimamente he estado teniendo un montón de nuevas ideas sobre la Prehistoria (vía Beowulf y otras fuentes de las que podría haber escrito) y quiero incorporarlas a la historia que empecé y abandoné hace ya mucho sobre un viaje por el tiempo. C. S. L. está planeando una historia sobre los descendientes de Set y Caín». Sus palabras son enigmáticas y difíciles de interpretar; pero con «choque con la mía» probablemente quería decir que los temas de sus libros eran bastante parecidos.[1]
Independientemente de lo que haya detrás de esto, nos encontramos con que en esta época volvía a pensar en un nuevo intento de escribir la «historia de viaje temporal», que daría su fruto un año después en Los papeles del Notion Club. En la carta que escribió a Stanley Unwin del 21 de julio de 1946 (Cartas n.° 105) decía que en muy poco tiempo esperaba volver a El Señor de los Anillos en el punto en el que lo había dejado más de un año y medio antes: «Ahora tendré que estudiar mi propia obra para poder volver a ella», escribió. Sin embargo, más adelante, en la misma carta, dijo:
en una quincena de relativo ocio que tuve aproximadamente las pasadas Navidades, he escrito tres partes de otro libro, reanudando en un marco enteramente diferente lo poco que había de valor en el rudimentario El camino perdido (que tuve una vez el atrevimiento de mostrarle: espero que quede olvidado) y aprovechando otras cosas además. Tenía esperanzas de terminarlo de un tirón, pero mi salud cedió después de Navidad. Es más bien una tontería mencionarlo antes de que esté terminado. Pero pongo El Señor de los Anillos, la continuación del Hobbit, antes que ninguna otra cosa, salvo los deberes que no puedo eludir. [10]
Por lo que yo he descubierto, no hay más referencias a Los papeles del Notion Club en ningún otro lugar de los escritos de mi padre.
Sin embargo, la cantidad de textos que constituyen Los papeles del Notion Club, y la cantidad de escritos relacionados con ellos, no pueden en ningún caso ser el producto del trabajo de una quincena. Para justificar esta afirmación, y dado que éste es un buen momento para dar esta importantísima información, expongo aquí los hechos esenciales de las relaciones textuales de todo este material, junto con unas breves indicaciones de su contenido.
Según avanzaba el desarrollo de Los papeles del Notion Club, mi padre los dividió en dos partes, la segunda de las cuales nunca fue terminada, y aunque en última instancia desechó esta división[2] me ha parecido conveniente desde todos los puntos de vista conservarla en este libro. La Primera Parte era «Las divagaciones de Michael Ramer: Lejos del Planeta Parlante», y consiste en un informe escrito en primera persona de las discusiones que tuvieron lugar en dos reuniones[3] del «Notion Club» en Oxford, en un futuro lejano en el momento de la escritura. En la primera de ellas la conversación se centró en el problema del vehículo, la máquina o el aparato, mediante el cual los «viajeros espaciales» son transportados a su destino, sobre todo en lo que se refiere a su credibilidad y a sus efectos en la historia del viaje; en la segunda, mucho más extensa, uno de los miembros, Michael Ramer, expuso sus ideas acerca de los «sueños verdaderos» y sus experiencias de «viajes espaciales» en sueños.
El primer manuscrito, aquí llamado «A», es un texto completo de la Primera Parte. Está escrito toscamente y con rapidez, carece de título o de una «puesta en escena» explicativa, y no tiene fechas; sin embargo, aunque el texto experimentaría numerosas ampliaciones y mejoras, la estructura y el transcurso esencial del diálogo ya estaban en gran parte presentes.
El segundo manuscrito, «B», es también un texto terminado de la Primera Parte, pero mucho más completo que A y (con numerosos cambios y adiciones) se acerca perceptiblemente a la versión definitiva. También hay dos reuniones, como en el texto original, no hay fechas y los números dados a las reuniones implican que el Club tenía una historia mucho más larga que la que se sugiere posteriormente. Para el elaborado título o prolegómeno de esta versión véase pp. 13-14.
El tercer manuscrito, «C», está escrito en buena letra, pero no es muy completo: llega hasta las palabras de Ramer «Así que parece haber al menos otra estrella con planetas alrededor» (p. 81), y es evidente que no se escribió nada más en este texto (cuya redacción, por cierto, debió de durar varios días). [11]
Un texto mecanografiado por mi padre, «D», constituye la versión final de la Primera Parte. En una sección del texto, no obstante, D parece ser anterior a C, pues contiene varias frases de B que luego se substituyeron por las de C; sin embargo, la versión final del texto no se pone en duda casi nunca, e incluso entonces las diferencias son completamente triviales. Una vez termina C, el texto mecanografiado se basa en B, en cuyo manuscrito se indica el lugar de transición. (Se inició una segunda copia mecanografiada, que no escribió mi padre, creo, pero fue abandonada después de sólo unas pocas páginas y carece de valor independiente).
La Segunda Parte, «El extraño caso de Arundel Lowdham», relata varias reuniones del Notion Club inmediatamente posteriores a las de la Primera Parte. Esta Segunda Parte se dedica en gran medida a la introducción de la Cuestión de Númenor en las discusiones del Notion Club, pero de ella sólo hay dos textos, un manuscrito («E») y una copia mecanografiada («F»). Ambas terminan en el mismo punto: la siguiente reunión del Club se dispuso en una fecha determinada, pero nunca se escribió.
El texto mecanografiado F es un documento complejo; mi padre desechó una sección entera («F1») tan pronto como estuvo terminada, la substituyó por una nueva versión («F2») y luego continuó hasta el final. La estructura del texto, pues, es la siguiente: F1, F1 > F2, F2 (véase nota 37).
De ambas partes, pero sobre todo de la segunda, hay varios borradores toscos y discontinuos a menudo apenas legibles.
Mientras la Segunda Parte seguía desarrollándose (es decir, después de la conclusión del manuscrito E, hasta el punto al que llegó) surgió (parece) la lengua adunaica,[4] con una descripción abandonada pero elaborada de la fonología, y paralelamente a Los papeles del Notion Club mi padre escribió el primer borrador de una versión completamente nueva de la historia de Númenor que luego desarrolló a lo largo de varios textos: se trata de El Hundimiento de Anadûnê, texto en el que todos los nombres están en Adunaico.
¿Cómo hemos de equiparar esto con la afirmación en la carta para Stanley Unwin en julio de 1946 de que escribió «tres partes» de la obra en una quincena a finales de 1945? Es obvio que es imposible, ni siquiera suponiendo que cuando dijo «una quincena» estaba infraestimando el tiempo. Aunque es indemostrable, a mi parecer una explicación [12] más que probable sería que al final de esa quincena interrumpió el trabajo en la mitad del manuscrito E, en el punto donde terminan Los papeles del Notion Club, cuando el Adunaico no había surgido aún. Es muy probable que la Primera Parte corresponda a la fase del manuscrito B.[5] Bajo este supuesto, el desarrollo posterior de lo que se había terminado en la Primera, y sobre todo en la Segunda Parte (muy relacionada con la evolución de la lengua adunaica y la redacción de El Hundimiento de Anadûnê), corresponde al año siguiente, a principios de 1946. Sin embargo, la carta dirigida a Stanley Unwin en la que mi padre mencionaba los Papeles fue escrita en julio de 1946, aunque da la impresión de que no volvió a trabajar en ellos una vez que «mi salud cedió después de Navidad». No obstante, hay que recordar que El Señor de los Anillos llevaba intacto más de un año y medio, y es muy posible que mi padre se sintiera dividido entre el Adunaico y Anadûnê, cada vez más absorbentes, y la presión del abandonado El Señor de los Anillos. ¡No tenía por qué enumerar a Stanley Unwin todo lo que había estado haciendo! Pero dijo que «pongo El Señor de los Anillos, la continuación del Hobbit, antes que ninguna otra cosa», que sin duda significaba «ahora voy a poner El Señor de los Anillos, la continuación del Hobbit, antes que ninguna otra cosa», y eso incluía el Adunaico. A la obra interrumpida de Los papeles del Notion Club no regresó jamás.
Los elementos de toda su obra, diversos y cambiantes, y no menos el complejo pero esencial material lingüístico, hacen que preparar una edición fácilmente comprensible sea algo muy difícil que requiere una gran experimentación entre las posibles formas de presentación. Puesto que Los papeles del Notion Club se publican ahora por primera vez, es obvio que hay que dar los textos finales D de la Primera Parte y F de la Segunda, lo que causa serios problemas de presentación (evidentemente, es mucho más fácil empezar con un borrador original y compararlo en fases sucesivas con la versión final que ya se conoce). Las dos Partes están separadas, con notas después de cada una. Tras el texto de los Papeles doy las secciones importantes que se desecharon o se modificaron considerablemente en el texto final, versiones anteriores de los fragmentos «númenóreanos» que le «llegaban» a Arundel Lowdham y del texto en inglés antiguo escrito por su padre, y reproducciones de «facsímiles» de ese texto con análisis de las tengwar.
Aunque el texto final de la Segunda Parte de los Papeles y El Hundimiento de Anadûnê estaban estrechamente relacionados,[6] sobre todo en lo que al Adunaico se refiere, cualquier intento de combinarlos en una sola presentación provocaría una confusión inextricable; por tanto, el último se ha tratado por separado en la primera parte de este libro, y en el comentario sobre la Segunda Parte de los Papeles no he creído conveniente hacer continuas referencias a El Hundimiento de Anadûnê. [13]
Hay algunos aspectos del marco de los Papeles, presentes en el Prólogo del Editor, el señor Howard Green, y la lista de miembros del Notion Club, que es mejor discutir aquí en lugar de hacerlo en el comentario.
El Prólogo
El manuscrito original A de la Primera Parte, como hemos visto antes, carece de título o introducción de cualquier tipo, pero empieza con las palabras «Cuando Ramer terminó de leer su última historia…». La primera parte de B empieza así:
Más allá de Lewis
o
Lejos del Planeta Parlante
Fragmento de una saga apócrifa de los Inklings, realizado por algún imitador en algún momento de la década de 1980
Prefacio de los Inklings
Cuando escuchéis esta fantasía (si lo hacéis), suplico a los presentes que no contempléis vuestros rostros en el espejo. Porque el espejo está roto, y como mucho sólo veréis vuestros rostros distorsionados, y quizás adornados con narices (y otros rasgos) que no son las vuestras, sino que pertenecen a otros miembros de la compañía… si es que pertenecen a alguien.
Noche 251
Cuando Michael Ramer terminó de leer su última historia …
Esto fue corregido exhaustivamente y luego tachado, y se substituyó por una nueva página de título separada (realizada después de la conclusión de B):
Más allá de la probabilidad [7]
o
Lejos del Planeta Parlante
Las divagaciones de Ramer
Noches 251 y 252 de Los papeles del Notion Club
[Poco se sabe de este extraño libro, excepto que al parecer fue escrito después de 1989 como imitación apócrifa [14] del Libro de las Sagas de los Ingklings. El autor se identifica con el personaje llamado Nicholas Guildford en la historia, pero Titmouse ha demostrado que se trata de un seudónimo procedente de un diálogo que antaño se estudiaba en los Schools de Oxford. Se desconoce su verdadera identidad].
Un aparte para la audiencia. Cuando escuchéis esta mezcolanza (si lo hacéis), suplico a los presentes que no contempléis vuestros rostros en mi espejo. Porque el espejo está roto …
Luego sigue una lista de las personas que aparecen (véase p. 16). Parece claro que en la fase en que se escribió el texto B la idea que tenía mi padre era mucho menos elaborada de lo que sería después; quizá sólo pretendiera, en lo que a la forma se refiere, crear un juego de ingenio para entretener a los Inklings, mientras que los títulos parecen indicar que en parte había de ser el vehículo para criticar y comentar varios aspectos de las novelas «planetarias» de Lewis. Quizá recordó el astuto e ingenioso método que Lewis había inventado para criticar La Balada de Leithian en 1930 (véase Las Baladas de Beleriand, p. 178). Por lo que yo sé no hay indicación alguna de que en esta fase supiera la forma que tomaría la Segunda Parte de los Papeles, ni evidencias que demuestren lo contrario (véase pp. 163-164).
Existen varios borradores de una descripción más detallada de los Papeles y de la manera en que salieron a la luz que precede a la forma elaborada del texto final. Fueron encontrados en la imprenta de la universidad, esperando para su publicación, pero nadie sabía cómo habían llegado allí, o aparecieron «en la editorial Whitburn and Thoms».[8]
El diálogo medieval del que procede el nombre de Nicholas Guildford es El búho y el ruiseñor, un debate en verso escrito entre 1189 y 1216. A la pregunta del Búho de quién decidirá entre ellos, el Ruiseñor responde que la elección obvia es Maister Nichole de Guldeforde, porque es prudente, virtuoso y sabio, un excelente juez de canciones.
La Lista de miembros
Al principio de una página que precede al manuscrito A, donde se encuentra lo que es casi con certeza la primera versión del pasaje inicial de la Noche 60 de los Papeles (véase nota 15), mi padre escribió los siguientes nombres:
Ramer Latimer Franks Loudham Dolbear
Junto a Ramer escribió «Yo mismo», pero luego lo tachó y apuntó «CSL» y después «To», que también tachó posteriormente. Junto a [15] Latimer escribió «T», junto a Franks «CSL», junto a Loudham «HVD» (Hugo Dyson), y debajo de Dolbear «Havard».
Éste es el único lugar donde se dice a qué miembros de los Inklings corresponden los miembros del Notion Club. El nombre Latimer (en lugar de Guildford) siguió siendo el del «escribiente» del Club en el manuscrito A; deriva del francés antiguo latinier (hablante de latín), que significa intérprete. Loudham (así escrito en A y B, y en el principio del manuscrito E de la Segunda Parte) equivaldría sin lugar a dudas a Dyson aun cuando «HVD» no estuviera escrito debajo (véase Humphrey Carpenter, The Inklings, pp. 212-213); y puesto que Franks (que sólo se convirtió en Frankley en el tercer texto de C) es aquí Lewis, supongo que mi padre creía que el nombre era apropiado para su carácter. Los dos nombres eran presumiblemente «significativos», pero no sé cuál era su significado. Dolbear es un apellido poco frecuente, pero había una farmacia en Oxford llamada Dolbear & Goodall, y recuerdo que a mi padre le parecía un nombre especialmente simpático; es posible que encontrara en Dolbear el farmacéutico un cómico parecido con Havard, o con el Havard que quería presentar. Ramer es un nombre muy extraño, y no tiene una equivalencia clara con ninguno de los Inklings de la lista. El nombre no aparece en los diferentes diccionarios de apellidos ingleses que he consultado. Lo único que se me ocurre es que mi padre lo extrajera del verbo dialectal rame, con el significado que aparece en el Oxford English Dictionary: «gritar, llamar en voz alta, chillar; sostener el mismo grito, repetir la misma cosa una y otra vez: obtener mediante peticiones persistentes, repetir»; cf. también el English Dialect Dictionary, ed. Joseph Wright (con el que estaba muy familiarizado: lo llamó «indispensable», Cartas n.° 6), ream verbo 3, también raim, rame, etc., en el que se dan significados similares, y también «decir tonterías, desvariar». Pero ésta parece una explicación inverosímil.
En cualquier caso, esta lista es interesante, pues indica que mi padre empezó con la idea de una serie de «equivalencias» definidas, sin duda distorsionada pero reconocible. Sin embargo, creo que no tardó en eliminar este plan, porque advirtió que no convendría a sus propósitos; ni siquiera en el primer texto parece haber una asociación más clara con los miembros de los Inklings que en la versión final de los Papeles, con la posible excepción de Lowdham. En A sus intervenciones se limitan a chistes jocosos, y el interés que muestra en la versión posterior de la Primera Parte (p. 72) por el «Solar Antiguo» y por los nombres que Ramer da a otros mundos, en A se atribuyen a Dolbear (y en B a Guildford).
No convendría a los propósitos de mi padre, porque en «Las divagaciones de Ramer» deseaba exponer sus propias ideas, en forma de [16] discusión y argumentos, de un modo en que nunca lo habría hecho en una verdadera reunión de los Inklings. Los conocimientos profesionales y los intereses intelectuales de los miembros del Notion Club hacen que este simposio sea posible. En pp. 13-14 he dado la segunda versión de una página de título, en la que después de «un aparte para la audiencia» del autor, en el que les advierte que no busquen «vuestros rostros en mi espejo», sigue una lista de los miembros del Club.
En esta fase sólo se dan seis miembros (además de Cameron); de los seis, Ramer es profesor de ugrofinés, Guildford es filólogo comparativo y Loudham tiene «un interés especial en el islandés y el anglosajón», mientras que el farmacéutico Dolbear «está interesado en el psicoanálisis y los aspectos relacionados del lenguaje». En esta fase Frankley da clases de francés, pero pasa a ser el Lector de Clarendon de Literatura Inglesa, «a quien le gustaban las literaturas romances y le disgustaba el germánico», mientras que la descripción de la posición y los intereses de Jeremy es muy similar a la de la lista definitiva. A Ramer, Jeremy, Guildford y Frankley «les gustan las historias de viajes en el Espacio y el Tiempo».
La lista de miembros ampliada que aparece en la versión final (pp. 25-27), que en su mayor parte ni siquiera son figurantes, tenía la función, supongo, de dar la impresión de que el grupo que rodeaba a los principales era más amorfo. La polimatía del monje Jonathan Markison abarca algunos conocimientos recónditos de los orígenes germánicos, mientras que Ranulph Stainer aparece en la Segunda Parte como un observador escéptico y bastante arrogante de los extraños procedimientos. El sobrenombre del estudiante John Jethro Rashbold, aparentemente mudo, es una traducción de Tolkien (Toll-kühn: véase Cartas n.° 165 y nota 1). En la Segunda Parte aparece «antiguo profesor Rashbold en Pembroke», el erudito de anglosajón que Lowdham describió como «un oso viejo y gruñón» (p. 135 y nota 72). Sin duda hay otros juegos de palabras y chistes escondidos en la lista de miembros.
En mi opinión sería inútil buscar cualquier «equivalencia intelectual» con personajes históricos, ni siquiera un retrato (para una lista de los miembros que acudían asiduamente a las reuniones —aunque no en la misma época—, junto con una breve biografía de cada uno de ellos, véase Humphrey Carpenter, The Inklings, Apéndice A). El hecho de que Lowdham sea «gritón» y con frecuencia haga bromas en momentos inoportunos proviene de Dyson (aunque éste era más ingenioso que Lowdham), pero Lowdham es la antítesis misma de Dyson en lo que a conocimientos e intereses se refiere; sin duda, el horror borealis de Frankley es también una reminiscencia de Dyson, aunque leer obras medievales sobre san Brendan (pp. 145-146) no es nada [17] propio de él. En borradores anteriores de la lista de miembros Dolbear no tiene posición en la universidad, y con sus cabellos y barba rojos y su apodo en el Club (véase Cartas n.° 56) puede considerarse una especie de parodia de Havard. Sin embargo, nada de esto tiene que ver con las ideas expuestas y debatidas en los Papeles; los miembros del Notion Club son esencialmente ficticios, algo que se hace todavía más evidente en la Segunda Parte.
Entre los textos A y D de la Primera Parte apenas hubo una oración que se conservara inalterada, pero en las notas he ignorado gran parte de los cambios que (como ocurre en la mayoría de las ocasiones) consisten en mejoras de expresión o en ampliaciones de los argumentos. De igual modo, la atribución de los discursos a los hablantes experimentó un gran número de modificaciones en los primeros textos, pero por lo general no las señalo.
En este libro no he introducido ningún tipo de comentario crítico acerca de los tópicos y temas que surgieron en «Las divagaciones de Michael Ramer». Esto se debe en parte a que no estoy calificado para hacerlo, pero también a que se encuentra fuera del ámbito y el propósito de La historia de la Tierra Media, que es ante todo presentar textos precisos ordenados de un modo preciso (tanto como sea posible) y elucidarlos comparativamente, dentro del contexto de la «Tierra Media» y de las tierras del Oeste. Al disponer de un tiempo muy limitado para escribir este libro, he pensado que en todo caso lo mejor era dedicarlo a aclarar las complejidades del material «númenóreano». Por tanto, las notas están muy limitadas y a menudo son triviales en cuanto al contenido del comentario, pues en su mayor parte se refieren a la elucidación de referencias que pueden resultar oscuras y difíciles de seguir, con comparaciones de versiones anteriores de ciertos pasajes y con citas de otros de mi padre. No creo que muchos lectores de este libro estén familiarizados con las novelas de C. S. Lewis, Lejos del Planeta Silencioso (1938), Perelandra (1943), y Esa horrible fuerza (1945), pero he dado unas pocas explicaciones y referencias.
Ignoro las razones del abandono por parte de mi padre de Los papeles del Notion Club. Es posible que pensara que la obra había perdido toda unidad, que la «Atlántida» había roto el marco donde la había puesto (véase pp. 163-164). Pero también creo que se había visto obligado a volver a El Señor de los Anillos, y una vez lo hubo terminado se concentró en el elaboradísimo trabajo de las leyendas de los Días Antiguos que siguió a la publicación de El Señor de los Anillos. Fuera como fuera, el Notion Club fue abandonado, y con él el último intento de expresar el enigma de Ælfwine y Eadwine en una «historia temporal». [18] Pero de los olvidados Papeles y de la extraña figura de Arundel Lowdham surgió una nueva concepción de la Caída de Númenor, enmarcada en una tradición distinta, que muchos años después constituiría un elemento fundamental de la Akallabêth.