Cigarrillos, cerillas, monedas, billetes… ¿Qué queda? Quedan los vasos. Teniendo en cuenta, sobre todo, que tus principales terrenos de pruebas como aprendiz de ingenioso serán los locales públicos y las reuniones de amigos, los vasos (llenos o vacíos) no faltarán a tu alrededor.
Aprende a usarlos, vicioso lector, para algo más que para destrozarte el hígado…