Basta con abrir un eslabón, el tercero a partir de uno de los extremos; de este modo tendremos tres trozos de cadena: uno de un eslabón, otro de dos y otro de cuatro.
El primer día el caminante le entrega al posadero el eslabón abierto.
El segundo día le da el trozo de dos eslabones y el posadero le devuelve el eslabón suelto, que es lo mismo que dar un eslabón.
El tercer día el caminante vuelve a dar el eslabón suelto.
El cuarto día da el trozo de cuatro eslabones y el posadero le devuelve los otros tres.
Y así sucesivamente.
Moraleja: Si piensas antes de trabajar, trabajarás menos. (A no ser que te lo pienses muchísimo, porque entonces no trabajarás nada).