El beduino cede su camello, con lo que habrá 12; el primogénito recibe la mitad, 6; el segundo, una cuarta parte, 3, y el tercero, un sexto, 2. Como 6 + 3 + 2 = 11, el beduino recuperará su camello y todos contentos.
La explicación estriba en que la mitad de una cosa más su cuarta parte más su sexta parte no es igual a la totalidad de la cosa:
1/2 + 1/4 + 1/6=11/12
Por lo tanto, sobra 1/12, es decir, el camello cedido por el beduino.