22

Te decía que es un buen rompecabezas para plantearlo después de los de desplazamientos de monedas porque, como en éstos no hay «gato encerrado», tu víctima pensará que tampoco lo hay en el de los vasos. Y, sin embargo, sí lo hay: la aviesa solución consiste en vaciar el contenido del segundo vaso dentro del quinto, tras lo cual se lo devuelve vacío a su lugar; sólo se ha tocado un vaso, y ahora tenemos tres vacíos a la izquierda y tres llenos a la derecha.

Moraleja: No limites tus movimientos ni los de tus vasos.

Volver