A cada doblamiento se duplica el grosor (por algo «doblar» y «doble» tienen la misma etimología). Si dobláramos el billete 50 veces habría que multiplicar 0,1 mm X 2 X 2 X 2 X 2… otras tantas veces consecutivas, es decir, por 250 (dos a la quincuagésima potencia). Si quieres entretenerte en hallar el resultado con tu ordenador o calculadora de bolsillo (o con papel y lápiz, para más precisión, ya que el visor de tu calculadora no tiene espacio para tantos dígitos), comprobarás, paciente lector, que 0,1 mm X 250 da cerca de 120 millones de kilómetros, casi casi la distancia de la Tierra al Sol.
Moraleja: Las apariencias engañan y las progresiones geométricas anonadan.