La pequeña dificultad de este problema (en el que muchos se atascan) estriba en que un pincho del tenedor se ha de transformar en mango y viceversa, previo deslizamiento de la base un trecho igual a media cerilla: inconscientemente se tiende a pensar que si una cerilla se desplaza lo ha de hacer una distancia equivalente a un número entero de cerillas.
Moraleja: In medio stat virtus.