La copa bajo el sombrero

Ahora que vuelven los sombreros, puedes burlar a más de un petimetre (o calvo vergonzante) que acabe de pedir una copa en el bar, apostando a que puedes beberte el contenido de su copa, oculta bajo su sombrero (o el tuyo, si el calvo vergonzante eres tú) sin tocarlo.

Una vez tapada la copa con el sombrero, pones cara de intensa concentración, juntas los labios y succionas aire como si estuvieras bebiendo con una invisible pajita un líquido igualmente invisible. «Ya está», anuncias con cara de satisfacción. Tu víctima levantará el sombrero para comprobar si la copa está vacía, momento que aprovecharás para cogerla sin tocar el sombrero y apurarla antes de que el otro te la arrebate airado.

No es probable que te pague lo que hayáis apostado, pero la copa gratis ya no te la quita nadie.