Pon sobre una mesa o sobre la barra del bar dos vasos de la misma altura separados unos diez centímetros y, tras señalar la gran resistencia del papel moneda, asegura que un billete de mil puesto a modo de puente sobre los dos, vasos puede sostener un tercer vaso. Te dirán que es imposible, y hasta puede que algún ingenuo lo intente infructuosamente. «Es que lo pones mal», dile, y apuéstate el billete mismo a que tú lo consigues… Para lo cual no tienes más que doblar el billete en forma de acordeón por el lado más largo, tal como se indica en la figura, y aguantará sin problema el peso del vaso. (Seis o siete dobleces son suficientes).
No te entretengas en desdoblar el billete antes de guardártelo en el bolsillo, pues tu víctima podría aprovechar para arrebatártelo con un gesto brusco y antideportivo.