Pide tres monedas iguales, preferentemente grandes (de 25, 50 >ó 100), y colócalas tocándose en hilera sobre una superficie lisa (en una mesa con mantel la cosa no funciona). Afirma que puedes mover la moneda C sin tocarla ni con la mano ni con ningún otro objeto, y sin mover tampoco la moneda B, que está en contacto con ella. Puedes aderezar el truco (que en realidad no es tal) con un pequeño rollo sobre la transmisión de energía entre objetos iguales, etcétera.
La forma de lograr tu objetivo es la siguiente: presiona fuertemente con un dedo la moneda B contra la mesa, separa unos centímetros la moneda A e impúlsala con los dedos de la otra mano de forma que choque contra B. La vibración del choque hará que C se separe de B como repelida por una fuerza magnética: sencillo, pero espectacular.