[1] Hermann Hesse. Politische Betrachtungen. Seleccionadas por Siegfried Unseld. Biblioteca Suhrkamp, tomo 244. Suhrkamp Verlag. Frankfurt, 1970. <<
[2] Karl Eugen Neumann, Die Reden Gotamo, Buddhos (Pláticas de Gautama Buda), Piper Verlag, München, 1921. <<
[3] Helmuth v. Glasenapp, Der Hinduismus (el hinduismo). Kurt Wolff Verlag, München, 1923. <<
[4] Kungfu-Tsé. Gespräche (Conversaciones). Diedrichs Verlag, Jena, 1909. <<
[5] De 1906 a 1912, Hesse fue editor, junto con Albert Langen y Ludwig Thoma, de la revista cultural März, «cuya parte política culminó en la lucha contra el regimiento personal de Guillermo II». (H. H.). <<
[6] Las fuentes de la cita figuran en la parte III de las notas bibliográficas. <<
[7] Durante la Primera Guerra Mundial, Hesse trabajaba en la «Asistencia Alemana a prisioneros de guerra en Berna». <<
[8] Klein y Wagner, El regreso de Zarathustra, Alma infantil, El último verano de Klingsor. <<
[9] Sundar Singh: evangelista hindú (1889), desaparecido desde 1929. <<
[10] Justinus Kerner, Die Seherin von Prevorst, 1829. <<
[11] (Gandhi). <<
[12] Esta palabra, «fraile» (pfaffe), es una consigna de guerra, una denominación de aquellos sacerdotes (y también seglares) que anteponen la parte dogmática de su fe al contenido esencial. Cuando he usado esta palabra (que ha sido con muy poca frecuencia), no he pensado nunca en los numerosos sacerdotes buenos, fieles y humanos que existen y de los cuales conozco a muchos, sino en los que quemaban a los herejes, y desde luego, de todas las confesiones; los «frailes» protestantes me son aún menos simpáticos que los romanos. Pero en todo caso, jamás he pensado ni por un momento en la totalidad de los sacerdotes cuando he usado esa palabra. Siempre, pese a no pertenecer a ninguna iglesia, he tenido amigos entre los sacerdotes y personas piadosas.
Creo que ningún sacerdote verdadero puede darse por aludido cuando oye semejante apodo. También a los poetas se nos dan todos los días nombres desdeñosos como «escritorzuelo» o «erudito a la violeta», sin que a un lector sensato se le ocurra que dichos nombres se refieren a Tolstoi, Goethe o cualquier otro autentico poeta. (De una carta inédita, 1951). <<