EL origen social de la nueva clase se halla en el proletariado, así como la aristocracia surgió en una sociedad campesina y la burguesía en una sociedad de comerciantes y artesanos. Hay excepciones que dependen de las condiciones nacionales, pero el proletariado de los países económicamente poco desarrollados, por estar atrasado, constituye la materia prima de la que sale la nueva clase.
Existen otras razones para que la nueva clase actúe siempre como la defensora de la clase trabajadora. Esa nueva clase es anticapitalista y, por consiguiente, depende lógicamente de los estratos obreros. La apoyan la lucha proletaria y la fe tradicional del proletariado en una sociedad socialista o comunista en la que no exista una explotación brutal. Es vitalmente importante para la nueva clase asegurar una corriente de producción normal, y de ahí que no pueda perder su conexión con el proletariado. Y lo que es más importante, la clase nueva no puede conseguir la industrialización y consolidar su poder sin la ayuda de la clase trabajadora. Por otra parte, la clase trabajadora ve en la industria creciente la salvación de su pobreza y desesperación. Durante un largo período de tiempo coinciden y se unen los intereses, las ideas, la fe y las esperanzas de la nueva clase, partes de la clase obrera y los campesinos pobres. Esas combinaciones se han producido en el pasado entre otras clases muy diferentes. ¿Acaso la burguesía no representó a los campesinos en la lucha contra los señores feudales?
El avance de la nueva clase hacia el poder se produce como consecuencia de los esfuerzos del proletariado y de los pobres. Es en las masas en la que tiene que apoyarse el partido o la clase nueva y es con sus intereses con los que está más estrechamente aliada. Esto es cierto hasta que la clase nueva establece por fin su poder y su autoridad. Además, la nueva clase se interesa por el proletariado y los pobres sólo en la medida necesaria para el desarrollo de la producción y para mantener subyugadas a las fuerzas sociales más agresivas y rebeldes.
El monopolio que la nueva clase establece en nombre de la clase trabajadora sobre toda la sociedad es, ante todo, un monopolio sobre la clase trabajadora misma. Este monopolio es en primer término intelectual, sobre el llamado proletariado de avant-garde, y luego sobre todo el proletariado. Esta es la mayor decepción que puede causar la nueva clase, pero pone de manifiesto que su fuerza y su interés radican principalmente en la industria. Sin industria la nueva clase no puede consolidar su posición o autoridad.
Los hijos de la clase obrera son los miembros más resueltos de la nueva clase. El destino de los esclavos ha consistido siempre en proporcionar a sus amos los representantes más inteligentes y capaces. En este caso ha nacido de la clase explotada una nueva clase explotadora y gobernante.