Escorpio

Escorpio es el octavo signo del Zodíaco. Después del descubrimiento mental que realiza Libra respecto del mundo, los que han nacido bajo el signo de Escorpio se orientan a descubrir el plano de las emociones profundas, propias y de los otros, y las reacciones que se enraízan en dichas emociones. Escorpio es el signo del sexo y la muerte, el inicio y el fin de todas las cosas. Los de Escorpio exploran estas ideas desde un punto de vista emocional. Los que han nacido bajo de este signo son inquisitivos, frecuentemente muy penetrantes e intensos. Como el octavo signo, Escorpio rige la octava casa, la casa del sexo.

El símbolo astrológico de Escorpio es el Escorpión. Al igual que un escorpión, los que han nacido bajo este signo suelen ser desconfiados y de genio fuerte; no les gusta que otros los manden o limiten su autonomía. A veces son capaces de ser autodestructivos, como el escorpión, quien se mata a sí mismo antes que dejar que otro lo mate. Son muy determinados, y cuando han tomado una decisión difícilmente la cambiarán. Suelen ser tercos, rehusando abandonar un proyecto aún cuando otros ya se aburren y lo abandonan; de esa forma, alcanzan lo que otros han pensado imposible. Escorpio es uno de los signos de poder, junto con Tauro, Leo y Acuario. Los que han nacido bajo del signo de Escorpio tienden a tener sus propios planes y trabajan incansablemente para alcanzar sus deseos. Las personas que quieren cambiar la mente del Escorpio van a tener problemas porque nunca pueden saber cuál es el auténtico motivo que los impulsa. Los de Escorpio suelen ser complicados de entender por los que los rodean, y a veces demasiado callados. Dentro del Zodíaco, Escorpio es opuesto a Tauro, el signo de posesiones. Aunque ambos son capaces de ser posesivos, Tauro siente interés por las cosas materiales y Escorpio por las relaciones y los medios de financieros. Los dos, empero, son ingeniosos y determinados, más orientados a lo concreto que a lo abstracto.

Escorpio es regido por Marte y Plutón. En la mitología antigua romana, Marte —su equivalente griego es Ares— era el dios de la guerra, y los astrólogos antiguos asignaron ambos signos, Aries y Escorpio, a este planeta regente. Plutón —su equivalente griego es Hades— era el dios del inframundo, y cuando el planeta Plutón fue descubierto, temprano el siglo vigésimo, los astrólogos asignaron Escorpio a la regencia de este planeta. Bajo la influencia de Marte, los de Escorpio son los estrategas, mientras que los del signo de Aries están en el frente de la batalla. El regente moderno de Escorpio, Plutón, representa la Muerte y los límites radicales, y por eso Escorpio, en tanto está regido por Plutón, es el signo del renacimiento y la regeneración. Cuando el escorpión pierde su cola, regenera por sí mismo un nuevo aguijón, y los que han nacido bajo del signo de Escorpio pueden renacer de la misma manera —con gran resiliencia— cuando sufren pérdidas importantes. Además, Plutón es el planeta que señala el cambio radical, un antes y un después; y así, mientras los que han nacido bajo del signo de Escorpio suelen ser posesivos, Plutón los impulsa, en ocasiones, a dejar atrás todo para seguir adelante hacia nuevos horizontes.

El elemento asociado con el signo Escorpio es el agua. Los signos de agua son emocionales: suelen responder al mundo a través de la emoción en vez de la acción física o la abstracción mental; aunque muchas veces en detrimento de una acción factible o bien razonada. En ocasiones podrán reprimir sus emociones, pero no dejarán de ser lozanos y perceptivos. A veces el elemento agua en este signo puede volverlos emocionalmente pantanosos —exceso de emoción—. Pueden ser muy vengativos y en ocasiones sienten que no pueden perdonar desaires hacia su persona. Los que han nacido bajo el signo de Escorpio son entusiastas y leales, aunque en ocasiones se muestran —acaso sin darse cuenta de ello— autoritarios y sarcásticos. Si sospechan que los otros tienen motivos ocultos, suelen ser agresivos, aunque una manera sutil y furtiva, como para provocar que los otros saquen a la luz sus motivos ocultos. Los de este signo tienden a ser místicos a la vez que científicos, y siempre perceptivos y conscientes de sus alrededores. Escorpio es un signo de gran profundidad. Si no son cuidadosos, su pasión los puede conducir a ser susceptibles a un consentimiento excesivo o compulsión respecto de todo aquello que les aporte placer o intensidad.

El Fénix de la mitología está asociado con el signo de Escorpio. El Fénix se regenera a partir de sus propias cenizas y, renacido, asciende al cielo; luego desciende y repite el ciclo de muerte y renacimiento. Los más desenvueltos de los que han nacido bajo de este signo aspiran a ser como el Fénix o el águila, subiendo desde el mundo ordinario hacia lo extraordinario. Suspicaces y celosos, los escorpiano son pasionales pero también conscientes de lo que sienten.

En su tiempo libre, los que han nacido bajo el signo de Escorpio disfrutan de las actividades que incluyen competición y desafíos. No están a gusto en seguir a media velocidad o a bajar el nivel de actividad para dejar que otros tengan su oportunidad. Y no les gusta tener menos que lo mejor.

En las relaciones románticas, los de Escorpio son cariñosos, fieles, pero altamente posesivos. Poseen un amplio magnetismo y un intenso atractivo, siendo en el terreno amoroso muy sensuales y sexuales. Misteriosos, enigmáticos y excitantes, pueden llevar a su pareja a vivir en un torrente de pasión todo el tiempo, aunque también pueden mostrarse dulces, pacíficos y tiernos. El romance no los asusta y cuando desean conquistar a alguien, no sólo se lo fijan como un juego, sino que disfrutan de antemano del futuro triunfo ya que tienen la seguridad interna de que lo lograrán. Pero en caso de que no consigan a la persona deseada no suelen dudar de ajustar cuentas por lo que ellos consideran un desprecio y humillación.

La mujer de Escorpio está siempre rodeada por un aura de misterio que la hace realmente atractiva. Es magnética, tiene un gran glamour y se suele comportar de manera altamente seductora. Sabe controlar perfectamente su deseo para poder dominar al otro. Tendiendo naturalmente a los extremos, puede ser muy apasionada, o bien, sarcástica, apática o incluso frígida. Sin embargo, posee un corazón muy fiel a sus amigos y a los seres que ama, pero es un corazón que guarda secretos a los que es imposible acceder. Pese a ser una mujer muy posesiva, no tolera que los demás lo sean con ella.

El hombre de este signo tiene un alma de ganador nato. Su temperamento explosivo le suele ayudar a superar grandes barreras. Por lo general controla rígidamente sus acciones y emociones, incluso en el terreno romántico. Puede llegar a controlar sus sentimientos de una forma insospechada, aparentando tener un corazón de hielo, y puede llegar a torturar con ello a una mujer de forma cruel para hacer que finalmente caiga a sus pies y poder así empezar una relación desde el punto en el que el hombre de Escorpio se encuentra más cómodo, como el absoluto dominador. Al igual que la mujer de Escorpio, el hombre de este signo también ama mantener cierto misterio y secreto.

Escorpio rige los órganos reproductivos. Los nacidos bajo este signo son susceptibles a infecciones y fiebres.

Los colores de Escorpio se relacionan con la intensidad y el enigma, la muerte y el resurgimiento del Fénix: el rojo y el negro.

El gran poder de Escorpio es su gran determinación a alcanzar sus metas. Ellos rehúsan dejar sus proyectos sin terminar, y se empeñan en la realización de sus planes. Su pasión y fuerza de voluntad los hace uno de los signos más poderosos del Zodíaco.