Las casas
Cada casa corresponde con una parte definida de la vida de una persona. Los planetas ubicados en cada una de ellas representan las consecuencias o los acontecimientos que debemos afrontar en la vida. Las casas, a diferencia de los planetas, no definen energías ni modifican la manifestación de esa energía, tal como hacen las clases, sino que determinan la esfera de acción de los planetas. Veamos una a una:

- Primera casa: El ego
- La primera casa nos habla de la persona en que nos estamos convirtiendo y en la que nos convertiremos, de una forma tanto interior como exterior. Indica nuestra personalidad y manifestación al mundo, nuestras cualidades esenciales, acercamiento a la vida y sensibilidades básicas. El ser interno y el cuerpo externo son los tópicos sobre los que trata la primera casa.
- Segunda casa: Las posesiones
- Ésta es la casa del poder económico de las personas, nos indica la capacidad que tienen para manejarse en el ámbito financiero. Esta casa nos habla de lo que poseemos y poseeremos, tanto ganancias como deudas. También muestra las cualidades de una persona para saber administrar sus posesiones, tanto materiales como inmateriales, y sacar provecho de ellas a lo largo de la vida.
- Tercera casa: La comunicación
- Esta casa se vincula a la habilidad que tiene una persona para relacionarse con el mundo que la rodea. Nos muestra cómo nos relacionamos con aquellas personas que tenemos cerca de manera más o menos cotidiana, como parientes, hermanos o hermanas o incluso vecinos. En esta casa podemos advertir cómo es nuestra habilidad para expresarnos tanto a nivel escrito como oral. Es evidente que si queremos comunicarnos con lo que nos rodea, primero debemos entenderlo y para ello la inteligencia es algo fundamental. Y está relacionada directamente con esta casa el uso de esa inteligencia, la que nos ayuda a relacionarnos eficientemente con nuestro mundo y con aquéllos que lo habitan. Esta casa también se relaciona con otras formas de comunicarnos, como son los viajes —más bien cortos—, nuevas experiencias y aventuras; y también con nuestros primeros años de educación, todo lo cual influirá en el modo en que nos comunicamos con los demás.
- Cuarta casa: La familia y el hogar
- Esta casa simboliza los lugares y gentes con los que nos sentimos cómodos. El lugar donde asentamos raíces. Es pues la simbolización del hogar, del lugar de encuentro con los seres queridos, un santuario, un sitio sagrado para nosotros y para los que nos rodean. Simboliza la creación de un espacio doméstico que nos conforta y que protege a aquéllos a quienes queremos y apreciamos. También rige esta casa las normas sociales y culturales, así como la historia familiar o las formas de ser y hacer aprendidas en el seno familiar. Se relaciona, pues, con la repercusión que tendrá sobre la persona la herencia de sus ancestros y la influencia que ejercerá el mismo nativo sobres sus sucesores.
- Quinta casa: El placer
- La quinta casa trata de la procreación y de los niños, pero en cuanto aportan satisfacción y placer a la hora de ver en ellos la continuación de los propios genes. También está relacionada con la creación de arte y cultura, lo cual es —a su modo— motivo de placer y fruición. A las preguntas de: «¿me gusta esto?», «¿esto me hace sentir bien?», «¿me da esto placer?», se deben de buscar las repuestas en la quinta casa. Romanticismo y deslices amorosos pertenecen también al reino de la quinta casa. El deseo de tomar un riesgo —en el amor, con el dinero, o en la vida—, siempre que sea un riesgo en esperas de conseguir un incremento de placer al superarlo, es algo que también está incluido en la quinta casa. Vemos, pues, que la quinta casa tiene dominio sobre el enriquecimiento emocional, el placer y la fruición en general.
- Sexta casa: La salud y el trabajo
- El enfoque de esta casa es el trabajo, el aprendizaje o el entrenamiento; aquéllos que nos sirven tanto como aquéllos a quienes servimos; aquéllos que dependen de nosotros o de los que nosotros dependemos. Para todo lo cual nos valemos de nuestra salud. Así pues, esta casa se enfoca también en la salud, dietas, ejercicios físicos de mantenimiento e higiene. Estamos al servicio de quienes nos necesitan, incluidos nosotros mismos. Pero hay veces en que se producen crisis de salud, tanto física como mental, las que debemos superar para poder seguir mostrando a los demás lo mejor de nosotros mismos. En tal sentido, esta casa se relaciona con la imagen que podemos dar al exterior con cosas tan simples como la higiene personal, la vestimenta o el corte de pelo. Y también incluye la preocupación y el cuidado de la salud y el bienestar de otras personas, incluso de mascotas que necesiten de nuestro cuidado.
- Séptima casa: Los socios
- En esta casa están englobadas todas las relaciones de la persona. Estas relaciones incluyen al cónyuge, los socios o una amistad íntima. Los enemigos conocidos también están incluidos en esta casa; y en una mayor y peor escala, se incluyen los roces que pueden derivar en peleas o incluso una guerra. Tiene relación directa con el matrimonio —un tipo de asociación de relevancia social y personal—; particularmente en lo referente al carácter y aptitudes del cónyuge. Los socios de negocios, contratos, procesos judiciales, el divorcio, las controversias, pleitos y juicios, etc., también están bajo el dominio de la séptima casa.
- Octava casa: El sexo
- Esta casa se centra en las relaciones e interacciones con otras personas y cómo ciertos aspectos de esas interacciones pueden devenir en relaciones más íntimas. También con lo que esas relaciones nos depararán y con lo que es lo más apropiado para poder conseguir el máximo rendimiento de esas relaciones. Volviendo al énfasis del sexo, es importante destacar que los franceses se refieren al orgasmo como «le petit mort», «la pequeña muerte». Cuando llegamos a ese estado de exaltación, se dice que dejamos una pequeña parte de nosotros; algo así como sufrir una pequeña muerte. Una vez más, lo que para unos puede asemejarse a una pequeña muerte, para otros bien puede ser como un renacimiento, un nuevo comienzo, un renacimiento del alma o un refuerzo del amor. Así pues, se puede considerar a la octava casa cómo un lugar donde el sexo, la muerte y el renacimiento se vinculan e interrelacionan en un mismo nivel. Involucra también esta casa al dinero obtenido de forma fácil, por ejemplo donaciones, préstamos o herencias, así como posesiones recibidas, como podrían ser los bienes obtenidos a través del matrimonio. Incluye también, desde otra óptica, los cambios súbitos y las transformaciones a las que puede llegar el individuo.
- Novena casa: La filosofía
- Esta casa representa el más alto concepto de la educación, estudios universitarios, filosóficos y religiosos; también se relaciona con la ley, la enseñanza y las publicaciones en general. Junto a los conocimientos de alto nivel, se incluyen en esta casa los conocimientos y experiencias adquiridos en largos viajes, los contactos con diferentes culturas y la residencia en el extranjero. A esta casa se vinculan también los conocidos en viajes y los parientes no consanguíneos como, por ejemplo, los cuñados y otros parientes políticos o lejanos. Entender que el mundo va más allá de la puerta de nuestra casa, es el punto clave de esta casa. Y es, en definitiva, una casa filosóficamente inclinada a la búsqueda del significado profundo de las cosas y las verdades esenciales.
- Décima casa: El estatus social
- Aquí se refleja el rol que tomamos en nuestra comunidad. También se vincula a la reputación y fama que llegaremos a alcanzar, así como a nuestra habilidad —o incompetencia— a la hora de tener que manejarlas. Las actividades sociales y los negocios en los que tomemos parte también son competencia de esta casa. La décima casa se centra en cómo nos vemos a nosotros mismos de cara a lo social, y cómo nos ve la comunidad, tanto a nosotros como a nuestros esfuerzos. Esta casa se vincula a nuestras metas sociales, carrera y objetivos profesionales; a nuestras ambiciones y motivación en dicho plano. En definitiva, esta casa representa la relación del individuo con el grupo o la sociedad. Y está asociada a la figura del padre, ya que éste es, tradicionalmente, el pariente que detenta mayor autoridad frente al grupo familiar.
- Undécima casa: La amistad
- Esta casa representa a las amistades, sin tener que ser estas necesariamente de índole personal o íntimo. También se refleja aquí el hábito de frecuentar clubes, instituciones o lugares de reunión. Se relaciona también con los intereses humanitarios; los anhelos y esperanzas en general. En cuanto a parientes, se relaciona con los hijos adoptivos, hijastros o de cualquier otra índole que no sean propios. También está relacionada con la capacidad que tiene la persona de hacer amigos, contactos y conocidos. Y, por extensión, representa el amor, favor o benevolencia que se recibe de los demás.
- Duodécima casa: El subconsciente
- Esta casa representa lo secreto y lo que nos reprime desde el subconsciente. Representa a los enemigos secretos, las limitaciones mentales a las cuales la misma persona se somete y los pensamientos negativos que abriga inconscientemente. Está relacionada con hospitales, prisiones, asilos y lugares de encierro en general u ocultos. También tiene que ver con las penas más profundas, las restricciones, los sufrimientos, pérdidas e impedimentos. A mayores, en esta casa están reflejados los engaños, la falsificación, la imitación, la actuación, y todo lo que distorsione la realidad.
Dependiendo de la casa donde estén ubicados, cada signo zodiacal tiene distintos significados:
Casa |
Signo |
Significado |
I |
Aries |
Yo soy todo |
II |
Tauro |
Yo necesito todo |
III |
Géminis |
Yo lo pienso todo |
IV |
Cáncer |
Yo siento todo |
V |
Leo |
Yo hago todo |
VI |
Virgo |
Yo sirvo para todo |
VII |
Libra |
Nos queremos todos |
VIII |
Escorpio |
Tenemos todo y nada |
IX |
Sagitario |
Vemos todo |
X |
Capricornio |
Mostramos todo |
XI |
Acuario |
Alcanzamos todo |
XII |
Piscis |
Somos todo |