CAPÍTULO X
Mediapro/Imagina

POSPRODUCCIÓN

Mediapro ofrece servicios de postproducción en España y Portugal a través de empresas como Molinare, Zeligstudio, Vídeo Efecto, Audioclip y Bikini. Cuenta con más 120 salas de posproducción distribuidas en los centros de producción de Madrid, Barcelona, Lisboa y Oporto.

CANALES DE TELEVISIÓN

A través de sus empresas filiales o participadas diseña y produce los siguientes canales: laSexta, GolTV, Real Madrid TV, Barça TV, NTV, Canal Canarias.

PRENSA ESCRITA

Público. La Voz de Asturias. Aunque no son exactamente propiedad de Mediapro, sus propietarios son los principales accionistas de este diario a través de Mediapubli.

CONTENIDOS DE TELEVISIÓN

Dedica gran parte de su actividad a la producción de informativos, magazines diarios, documentales, reportajes, programas de entretenimiento y series de ficción. Lo hace a través de la propia Mediapro y empresas como Media 3.14, Media Report, Media Sur, Ovideo TV, Mercuri y K 2000.

CINE

Directamente como Mediapro produce de tres a cinco películas al año, y con Ovideo TV una o dos más.

ESPECTÁCULOS

Mediante Fila 7 se encarga de la producción y distribución de espectáculos de todo tipo. Programa las dos salas del Club Capitol de Barcelona y ha colaborado y programado la mayor parte de las salas de esta ciudad.

TRANSMISIONES

Abertis Telecom y Mediapro se unieron para prestar servicios de enlaces audiovisuales móviles y servicios fijos por satélite, alcanzaron un acuerdo para integrar en una empresa sus respectivos servicios de transmisiones y enlaces móviles de televisión en España.

Overon es la marca comercial de la nueva empresa creada por Abertis Telecom, Mediapro y GlobeCast para la prestación de servicios audiovisuales.

INGENIERÍA AUDIOVISUAL

Cuenta con la empresa Unitecnic y su filial en Portugal, Media Burst.

MARKETING Y COMUNICACIÓN

Posee Media Sports Marketing y Umedia.

Historia y accionariado

Fundado en 1994 por Jaume Roures, Mediapro dio el gran salto en 2005 al unirse a Globomedia para crear lo que el diario El País calificó de «gigante audiovisual»[355], que se llamaría Imagina Media Audiovisual. La fusión supuso la salida de Vocento de Globomedia, donde tenía el 24 por 100 de las acciones. Según su informe oficial, Imagina es la primera empresa española en producción de contenidos que alcanzarían el 25 por 100 de la programación de las cadenas nacionales. Produce también para Portugal, América Latina y Estados Unidos, en estos dos últimos a través de su filial Mediaworld. Imagina afirma ser la primera compañía española de derechos audiovisuales deportivos, cuenta con 3.500 profesionales y posee 36 estudios en todo el mundo.

Según el informe elaborado por la empresa de información comercial, financiera y de marketing Informa D&B, S.A., Imagina es propietaria del 100 por 100 de las acciones de Mediaproduction Propierties BV y del 100 por 100 de Globomedia. El accionariado de Imagina está integrado por Torreal, S.A. (20 por 100) y WPP (20 por 100). Junto a ellas se encuentran otros propietarios como Witgoud Investment BV, Caribe Music, S.A., Daniel Arturo Écija Bernal (propietario de fondos de inversión SICAV) y Emilio Aragón.

Por su parte, Mediaproduction Propierties BV (radicada en Holanda) posee el 75 por 100 de Mediaproduccion, S.L. El otro 25 por 100 es de Equille Investments BV (también con sede en los Países Bajos). El hecho de poseer sociedades cabeceras en Holanda supone beneficio fiscal, y además otra ventaja muy deseada por empresas españolas; en aquel país no es necesario comunicar al Registro la identidad del accionariado de una empresa a no ser que se tenga el 100 por 100 de las acciones. De esta forma, si se trata de empresas que no cotizan en Bolsa, se puede ser propietario de una empresa española a través de otra registrada en Holanda y ocultar la identidad de las personas físicas que son las dueñas[356]. Se sabe que cuando se constituyó la cabecera Imagina, durante el primer semestre de 2006, ésta informó a los medios de comunicación de que el equipo fundador, compuesto por Jaume Roures, Tatxo Benet y Emilio Aragón, entre otros, conservaba la participación mayoritaria en la nueva sociedad[357]. La página oficial de Mediapro presenta el accionariado de Imagina distribuido entre un 60 por 100 los «socios fundadores», WPP 20 por 100 y Torreal 20 por 100. No se detalla más estructura orgánica ni accionarial, se limita a enumerar 40 nombres de personas que integran el equipo. Mediante informes de las empresas especializadas en información económica se observa que el administrador único de Mediaproducción es Jaume Roures, al que en diversos medios se le adjudica el 33 por 100 del accionariado[358]. Toda esta complejidad empresarial no parece que Roures la perciba así, «este edificio es todo cristal, transparente y diáfano, no hay nada que no se pueda ver», afirmó en una entrevista en marzo de 2009[359].

El entramado de Mediapro e Imagina es tan complejo que se necesitó poder acceder a la documentación presentada al juzgado por la empresa para solicitar la entrada en concurso de acreedores para que saliera a la luz parte de la trama. Sucedió en julio de 2010; Prisa y Mediapro estaban en plena guerra del fútbol (trataremos este asunto más adelante en este mismo capítulo), para evitar el segundo el pago de una deuda reclamada por el primero por vía judicial solicitaron concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos. Esto le supuso a Mediapro entregar al Juzgado de lo Mercantil número 7 de Barcelona una documentación que mostrara su estructura empresarial y estado financiero, documentación a la que tuvo acceso Prisa y destapó a través de su diario económico Cinco Días bajo el elocuente titular «La enrevesada trama empresarial de Imagina, al descubierto»[360]. Según lo publicado por Cinco Días, se trataba de «una estructura compleja que incluye intereses y participaciones en una red de cerca de 150 sociedades de todo tipo: meramente instrumentales, gestoras de derechos, dedicadas a la producción audiovisual o cinematográfica, al mundo de la televisión o de la radio o, incluso, centradas en el sector inmobiliario». En cuanto a Mediapro, «tiene participaciones directas de control (50 por 100 o más del capital social) en 36 empresas del holding, está asociada a otras cuatro compañías con un peso accionarial más reducido (33 por 100 en tres casos) y mantiene vínculos con 11 sociedades más (ocho de ellas, inactivas)».

Veamos ahora quiénes son los subpropietarios. El Grupo Globomedia es una empresa de ocio y entretenimiento en España y América Latina. Su actividad se centra en el diseño, producción, explotación y distribución de productos audiovisuales. Es un grupo constituido en 1997 —bajo la denominación original de Grupo Árbol— a partir de un número de compañías especializadas que desde principios de la década operaban en este sector. Sus orígenes se remontan a 1993, con la creación de la productora Globomedia. El Grupo Globomedia agrupa a la productora Globomedia, la consultora audiovisual GECA, el sello discográfico Globomedia Música, la productora Hostoil, afincada en el País Vasco; Promofilm, marca con la que opera en el mercado americano, con oficinas en Argentina, Venezuela y Estados Unidos; y la productora de publicidad Estudios Hackenbush. Entre las compañías participadas se encuentran la agencia de publicidad televisiva Supernovelty, la oficina de representación Isac y la consultora de deportes televisados Geca Sport.

Torreal es una de las mayores compañías de inversión privadas en España. Desde su constitución en 1990 gestiona en exclusiva el patrimonio de la familia Abelló. Realiza habitualmente inversiones de entre 30 y 200 millones de euros por operación (equity ticket).

WPP, de origen británico, es uno de los grupos de servicios de comunicación más importantes del mundo con una capitalización bursátil de 7,7 billones de libras. En su conjunto, según su página web, el grupo emplea a 140.000 personas en 2.400 oficinas en 107 países[361]. La presencia de estos dos accionistas la zanjó Jaume Roures afirmando «tenemos a un gran accionista inglés, y también al señor Abelló, pero hemos crecido trabajando, comprando, fusionando, etcétera»[362]. Al Grupo WPP pertenece una empresa sobre la que vale la pena pararnos a contar una anécdota, se trata de la firma de publicidad Hill & Knowlton.

Hill & Knowlton fue la empresa de publicidad que, tras la invasión de Kuwait en 1991 por Sadam Hussein, recibió 10 millones de dólares de la ONG Ciudadanos por un Kuwait Libre. Los publicistas de la empresa comenzaron a sembrar en la opinión pública internacional la historia de la muerte de 312 bebés del hospital kuwaití d’Addan al ser robadas las incubadoras por las tropas iraquíes cuando invadieron el país[363]. Una adolescente de quince años declaró como testigo de los hechos en el Comité de Derechos Humanos del Congreso de Estados Unidos. Afirmó que vio «soldados iraquíes que entraron en el hospital con su fusiles, sacaron a los bebés de las incubadoras y los dejaron morir en el suelo». El suceso fue noticia en todos los medios y originó el apoyo de los congresistas estadounidenses a la invasión. Bush citó esta historia seis veces en uno de sus discursos. Se trató también en un foro internacional de la ONU y dos días después esta organización aprobó la intervención militar. El crimen de los bebés de las incubadoras fue denunciado también por Amnistía Internacional. Cuando los iraquíes abandonan Kuwait, un protésico de la Organización Mundial de la Salud llega al hospital y ve que apenas tiene daños y que las incubadoras están todas en su sitio. El guía kuwaití le explica que esa historia de los bebés muertos no existió. Un observador de una ONG de derechos humanos fue enviado al lugar y llegó a la conclusión de que la cifra de niños muertos tras sacarlos de las incubadoras le parecía excesiva. Amnistía Internacional acabó corrigiendo su denuncia y negando la historia. Una docena de médicos de diferentes nacionalidades que estuvieron en Kuwait durante la invasión también lo niegan. Otra ONG revela que en todo el país sólo faltaron una o dos incubadoras. No se encontró a nadie en todo Kuwait que viese la muerte de los niños prematuros.

El documental titulado Vender la guerra[364], de la productora The Fifth Estate, perteneciente a la cadena canadiense CBC, investigó esta historia. En él se observa al ejecutivo de Hill & Knowlton afirmar ante la cámara que, como la ciudadanía estadounidense no reaccionaba, se preguntaron: «¿qué podíamos hacer para convencer a los norteamericanos de la necesidad de una intervención?, había que convencerles de que Sadam era un loco peligroso que había que parar». Reconocen que organizaron el cuento de las incubadoras y llevaron como testigo estrella a una adolescente que después se descubrió que es la hija del embajador kuwaití en Estados Unidos —algo que ni los congresistas sabían—. El documental termina con la siguiente afirmación del ejecutivo de la empresa de publicidad:

Con el paso del tiempo verán ustedes que las cosas que se quedan grabadas en la memoria son esas fotos, esa imagen, esas historias. Al final el conflicto tuvo exactamente el desenlace que nosotros queríamos.

Volvamos ahora a Mediapro. Sus socios tienen participación en otras muchas empresas en diferentes sectores. Por ejemplo en Anytram Business, que tiene como objeto social «la compraventa, arrendamiento, administración y explotación en cualquier forma de fincas rústicas y urbanas, y la realización de toda clase de obras, tanto públicas, como privadas». Los socios son Jaume Roures, Tatxo Benet y Gerard Romy. Aunque se supone que no son empresas vinculadas a Mediapro, tienen su domicilio social en la sede del grupo audiovisual, en el flamante edificio Imagina (en la Diagonal de Barcelona), 50.000 metros cuadrados en 16 plantas que costó 60 millones de euros[365]. No se le dan mal los negocios inmobiliarios a este grupo de comunicación, en 2007 vendieron al banco ING Direct su edificio en Esplugues de Llobregat por 57 millones de euros, tras haberlo comprado en 2002 por 35.

La Sexta y Público

Los dos medios más destacados del entorno Mediapro son laSexta y Público. LaSexta es su televisión en abierto que comenzó a emitir en abril de 2006. Su accionariado está integrado por GAMP (51 por 100), Televisa (40 por 100) y Gala Capital (9 por 100). A su vez GAMP es propiedad de Imagina (70 por 100), El Terrat (8,2 por 100), Bainet (12 por 100) y BBC (9,8 por 100). En cuanto al diario Público, en realidad no pertenece a Mediapro, aunque se encuentra en el mismo edificio y ambos tienen accionistas comunes. La empresa editora de Público es Mediapubli Sociedad de Publicaciones y Ediciones, S.L., y está integrada por Orpheus Media 34 por 100 (promoción inmobiliaria), Multiax Invera 33 por 100, Mentaema 29 por 100, Mediavídeo 3 por 100, Mediacable 1 por 100. Sin embargo, detrás de esas empresas están tres personas: Jaume Roures, Tatxo Benet y Gerard Romy, los tres prácticamente propietarios del periódico.

Nombres propios

Jaume Roures

Sus cargos oficiales son el de socio consejero de Imagina Media Audiovisual y administrador único de Mediapubli (Público), entre otros. Roures se caracteriza por su presencia en toda una galaxia empresarial. Su nombre aparece asociado a casi una cincuentena de empresas con actividades de lo más variopintas, aunque más centradas en el campo audiovisual o explotación de eventos deportivos. Entre otras encontramos las catalanas Fregoli Galería D’Art Imagina, S.L.; Ovideo TV, S.A.; Versátil Cinema, S.L.; Orpheus Media, S.L.; Melancolic Films, S.L., y Globepro Telecomunicaciones, S.L.; la madrileña Umedia Sports Advertising, S.L.; la tinerfeña Mediareport Producciones Audiovisuales, S.L., la asturiana Asturmedia Producciones Audiovisuales, S.L. y Nuevas Iniciativas Audiovisuales, S.L. Esta última pertenece a Mediaproducción en su totalidad, se creó en noviembre de 2006 y Jaume Roures es el administrador único. A través de esta empresa el grupo está optando a licencias de radio en varias comunidades autónomas, en especial Andalucía y Murcia. Ya consiguió una licencia en Castilla-La Mancha en junio de 2009. Eso sí, Roures afirma: «no tengo acciones ni dinero en Bolsa, así que duermo muy tranquilo»[366].

El 22 de enero de 2009 el diario francés Liberation entrevistaba y recreaba la figura de Jaume Roures en un texto titulado «Citizen Katalan»[367] y llegó a denominarlo el «Rupert Murdoch español». En esa entrevista Roures señala que en Mediapro «no tenemos presidente, ni director general, ni cosas como ésta. Cada uno hace lo que tiene que hacer, es más fácil». El diario señala que «en el círculo de sus amigos está el jefe del Gobierno de España, Zapatero; Allen, desde luego, a quien llama Woody; el futbolista Johann Cruyff (el gurú del FC Barcelona) o el patrón de la F1, Bernie Ecclestone, de quien ha conseguido la exclusividad de la retransmisión de los grandes premios de automovilismo a partir del próximo año». Roures no duda en reivindicar su compromiso político: «Yo no trabajo, yo milito». Lejos de renegar de su pasado trotskista en Barcelona —en su juventud militó en la Liga Comunista Revolucionaria y en la IV Internacional—, lo reivindica plenamente. No oculta que su hija mayor, Montserrat, nació en Nicaragua en plena Revolución sandinista. «Mis ideas no han cambiado nada. La crisis actual demuestra los fallos del capitalismo y da actualidad al mensaje de Marx», afirma. Roures pasó «seis o siete veces», dos años en total, por las cárceles franquistas. Sigue contundente en su discurso: «¿Qué país de Europa tiene a 150.000 desaparecidos enterrados? Éste. Se habla mucho de las víctimas del terrorismo de ETA, pero no de las del terrorismo de Fraga Iribarne o el señor Martín Villa, presidente de Sogecable»[368] (véase capítulo Prisa).

Sin embargo, y a pesar de su discurso, deja ver su pragmatismo empresarial. Reconoció que produjo para televisión la boda de los príncipes. «Aunque yo sea republicano, aquí trabajan 3.000 personas y hay que alimentar la máquina», afirmó[369].

Emilio Aragón

Socio consejero de Imagina Media Audiovisual y presidente de laSexta. Hijo del popular payaso Emilio Aragón Bermúdez, Miliki, comenzó su carrera en el programa El Gran Circo de TVE en 1977, con el nombre de Milikito, junto a su padre, su tío Gabriel Aragón Bermúdez, Gaby, y su primo Alfonso Aragón Sac, Fofito. Luego orientó su carrera como showman, cantante, actor, músico y presentador de televisión para terminar como empresario audiovisual. Considerado un rey Midas de la comunicación, desde 2006 es presidente de la cadena de televisión laSexta y también preside la productora Globomedia, que fundó en 1993. Al igual que su socio Roures, reniega del traje y la corbata y afirma que 360 días al año va con vaqueros, camisetas y zapatillas[370]. Su familia salió de Cuba en 1960 con la llegada de la Revolución, aunque su perfil político es discreto —declara no ser una persona «política»— ha mostrado su oposición al Gobierno de Cuba[371]. Eso sí, reconoce que va a misa los domingos y presentó un libro de cuentos de Ana Botella. Preguntado por El País en 2005 sobre las «bendiciones» del PSOE a su productora Globomedia y «amiguitos», respondió diplomáticamente que «sólo somos una productora que quiere hacer programas. Y hablando de la labor de este Gobierno con la televisión, creo que han dado unos pasos muy acertados y correctos», y que «el Gobierno tenía una serie de ideas muy claras que quería adoptar, y una de ellas era ésta»[372].

Lógicamente no le han faltado las críticas al exitoso empresario. El actor Juanjo Puigcorbé, declaraba en julio de 2009: «En general, tenemos una profesión donde cuatro productores, incluido algún ex payaso, se quedan con el dinero que deberían pagarles en justicia a los actores. Sólo hay que repasar la lista de multimillonarios para encontrarlos»[373].

Miguel Barroso

El periodista Miguel Barroso está considerado como el puente entre Rodríguez Zapatero y el grupo Mediapro. Marido de la ministra de Defensa, Carme Chacón, fue director de la Casa de América y secretario de Estado de Comunicación en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero entre abril de 2004 y septiembre de 2005. El periodista y analista de temas globales, José Catalán Deus, recuerda que Barroso fue socio de José Miguel Contreras, consejero delegado de laSexta, en varios proyectos. Ambos colaboraron en campañas electorales de líderes socialistas como Trinidad Jiménez o Miguel Sebastián[374].

Barroso fue el principal político del entorno de Zapatero que promovió la creación de laSexta. En febrero de 2009 se anunció su nombramiento como consejero delegado de la multinacional de la publicidad Young & Rubicam España, la cual pertenece a WPP. Como hemos observado anteriormente, se da la circunstancia de que WPP es socio de Imagina, junto a Mediapro y al Grupo Torreal. Imagina, a su vez, controla el 70 por 100 de Grupo Audiovisual de Medios de Producción, GAMP, la sociedad que gestiona el 51 por 100 de laSexta. Barroso se convierte así en el hombre clave que enlaza al Grupo Mediapro, laSexta, sus accionistas extranjeros (WPP), la agencia de publicidad multinacional (Young & Rubicam) y el Gobierno Zapatero.

Segunda guerra del fútbol

Desde sus inicios, tanto laSexta como Mediapro han basado su apuesta comercial en la retransmisión del fútbol. El 84 por 100 de la facturación de Mediapro durante 2009 tiene como origen la comercialización de los derechos de la Liga (Primera y Segunda División), la Premier League y la Champions. La actividad de producción (cine y programas de televisión) sólo aportó un 9 por 100 de los ingresos[375]. Para ello, en junio de 2006, Mediapro llega a un acuerdo con el FC Barcelona para emitir sus partidos durante siete años, lo que supone arrebatárselos a Audiovisual Sport (AVS), la empresa dominada por Prisa que gestionaba los derechos de emisión de este deporte. Al mes siguiente, las partes implicadas (Audiovisual Sport, Mediapro, Sogecable y Televisión de Cataluña) firman un acuerdo sobre la explotación del fútbol. En dicho pacto, las empresas acordaron explotar conjuntamente los derechos de televisión del fútbol durante las tres siguientes temporadas y expresaron su «interés» en resolver sus contenciosos «amistosamente», con independencia del resultado de las causas abiertas en los tribunales que comenzaron en 2006.

Sin embargo, un año después vuelve el conflicto. Prisa exigía a Mediapro el cumplimiento de sus obligaciones y una indemnización por daños y perjuicios porque, según la demanda, el acuerdo de 2006 establecía que la renovación de los contratos con los equipos de fútbol correspondía a AVS. Por su parte, Mediapro respondía a la demanda anunciando que el contrato firmado con Sogecable no tenía validez, ya que esta última empresa tenía limitaciones por las condiciones puestas por el Gobierno tras la fusión de Canal Satélite Digital con Vía Digital y que además ellos tenían los derechos audiovisuales de 38 de los 42 clubes de Primera y Segunda División a partir de la temporada 2009-2010. AVS anunció entonces que suspendía la señal de los partidos de la Liga a Mediapro, y esta última comenzó a emitir a través de laSexta partidos en abierto que debían verse en pago por visión. AVS amplió la demanda contra Mediapro y le exigió que se abstuviera de explotar los derechos televisivos del fútbol.

Mediapro tenía el apoyo de la Comisión Delegada de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) debido a que pagaba más y prometía pagar todavía más. El fútbol se vende por paquetes, independientemente de cómo lo comercialice el comprador. Lo que estaba en juego era un nuevo modelo de explotación de los derechos del fútbol. El modelo de Sogecable se basaba tradicionalmente en apostar fuerte —y casi en exclusiva— por la explotación comercial a través de las televisiones (Canal+), pero Mediapro está convencida de que se puede sacar mucha mayor rentabilidad fragmentando el negocio en distintas áreas y revendiendo los derechos a distintos operadores. Es decir, emitir los partidos o los resúmenes a través de nuevos soportes como internet, telefonía móvil o televisión de alta definición.

El 5 de junio de 2009 el diario El País anuncia un preacuerdo de fusión de Cuatro y laSexta que supondría terminar con el conflicto por lo que titulaban «Sogecable y Mediapro pactan el fin de la “guerra del fútbol”»[376]:

PRISA (empresa editora de EL PAÍS) e Imagina (holding que engloba a Mediapro y Globomedia y es accionista de referencia de La Sexta) acordaron otorgarse un mes de plazo para suscribir «un acuerdo de integración con el objetivo de incorporar sus respectivos negocios audiovisuales a una sociedad de nueva creación en la que compartirán accionariado», según el hecho relevante que a última hora de ayer remitió PRISA a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Finalmente las negociaciones de fusión de ambas cadenas terminarían rompiéndose, por lo que Digital+ lanza Canal+ Liga y Mediapro anuncia Gol TV.

La guerra se reabre en 2010. Primero con una sentencia en marzo que estableció que Mediapro debía pagar a AUS (la empresa participada al 80 por 100 por Sogecable) 97 millones de euros por los daños causados desde el inicio de la temporada futbolística 2006/2007 hasta el mes de febrero de 2008. Según el juez, el contrato firmado en julio de 2006 por AVS, Mediapro, Sogecable y Televisión de Cataluña, era válido y Mediapro lo incumplió al no aportar los contratos de los clubes con los que negoció a espaldas de AVS (Valencia, Levante y Villarreal). También señalaba que Mediapro produjo y distribuyó partidos cuyos derechos no le correspondían a través de laSexta y de varias televisiones autonómicas. Mientras que Prisa consideró que esa decisión judicial suponía que había ganado «la guerra del fútbol»[377], Mediapro anuncia que la recurriría[378].

Sogecable solicitó el 9 de junio de 2010 la ejecución provisional de la sentencia. Reclamaba el pago de 104 millones de euros (los 97 de indemnización que fijó el juez más siete millones de intereses) y la entrega de todos los derechos televisivos de los clubes a AVS. Paralelamente, Sogecable debía abonar a Mediapro antes del 15 de junio 90 millones de euros correspondientes al primer pago de los derechos de la Liga para la temporada 2010-2011, según el contrato anteriormente citado que firmaron en junio de 2009. Argumentando el «grave riesgo» de que Mediapro no les pagara el dinero de la sentencia, Sogecable comunicó que no abonaría los 90 millones del contrato el junio del año anterior entre ambas compañías. El 16 de junio Mediapro anunciaba que ese impago «ha provocado una situación que puede abocar a Mediaproducción, S.L. a un desequilibrio en los flujos de caja», por lo que siguiendo «un elemental sentido de la prudencia» solicitaba la apertura de un concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos). Entre otras cosas, esta medida impedía la ejecución de la sentencia que condenaba a Mediapro a pagar los 97 millones[379]. Sin embargo, Prisa, ante la posibilidad de que su impago le impidiera ofrecer a sus abonados los partidos de fútbol, optó por aceptarlo, y a finales de junio, cuando vencía el plazo para realizar la operación, ingresó en el juzgado el primer plazo del contrato de fútbol para la siguiente temporada.

TDT de pago

La guerra entre Prisa y Mediapro contaba con otro frente. El Gobierno tenía pendiente la autorización de la TDT de pago. Mientras Mediapro tenía prisa para poner en marcha su negocio de televisión de pago, Digital+ todo lo contrario: sabe que la TDT de pago dará un duro golpe a su negocio. Las cosas no le salen bien a Prisa y el Gobierno aprueba este tipo de TDT el 13 de agosto de 2009 mediante un real decreto ley. En él se establece que todos los operadores de televisión digital podrán poner en marcha un canal de pago. Todos ellos (Net TV, laSexta, Antena 3, Veo y Telecinco) lo solicitaron al Ministerio de Industria. Un tremendo golpe para Prisa que era el único canal que hasta entonces disponía de contenidos de pago en España. Mediapro reacciona contrarreloj, una hora después de hacerse pública la decisión del Gobierno anuncia el comienzo de la emisión de su canal de pago Gol TV al día siguiente a través del canal de laSexta Hogar 10. Añade que sus emisiones serán en abierto los siguientes quince días. A partir de entonces, sólo los abonados podrán acceder a los contenidos del canal previo pago mensual de 14,90 euros.

Un nuevo capítulo de la guerra del fútbol está servido. Como si se tratase del asunto que más interesara a los españoles, los medios de comunicación se lanzan a un debate de portadas y editoriales que muestra hasta dónde puede llegar su furor —y su concepto de la noticia— cuando sus beneficios están en juego. Como era lógico, quien adoptó una mayor virulencia en el debate fue Prisa, al ser la que quedaba peor parada con la nueva situación. Desde su buque insignia, el diario El País, comenzó una batería de críticas hacia la administración Zapatero. Lo impresionante es que la indignación por la legislación aprobada para la televisión de pago llegó a desencadenar editoriales del periódico madrileño que criticaban como nunca la política económica del Gobierno. Hasta The New York Times lo llegó a interpretar así en un reportaje del 13 de septiembre titulado «El País in Rare Break With Socialist Leader» («El País, en una extraña ruptura con el presidente socialista»)[380]:

Pero otros, dentro y fuera del gobierno, sospechan que la nueva y musculosa cobertura (de la crisis económica) es resultado de un enfrentamiento entre bambalinas entre la compañía matriz del periódico, Grupo Prisa, y un rival, Mediapro, por los derechos sobre la televisión digital concedidos por el gobierno de Zapatero a Mediapro[381].

«En la pendiente» (16 de septiembre de 2009), «El embrollo fiscal» (17 de septiembre de 2009) y «Clientelismo digital» (18 de septiembre de 2009), fueron los tres editoriales consecutivos que publicó El País. El último de ellos subtitulado «El Gobierno perjudica a los ciudadanos para beneficiar a un grupo de comunicación afín». Curiosamente, los argumentos del diario de Prisa eran un calco de los esgrimidos por el PP en el debate parlamentario sobre el dichoso decreto ley el 17 de septiembre.

Desde Mediapro tampoco faltaron las acusaciones a Prisa, he aquí lo que dijo Jaume Roures:

Prisa está en una situación tan dramática que no tiene mucha salida como negocio. No sólo tendrán que dejar de ser prepotentes, sino que deben cambiar radicalmente sus planteamientos. Sería malo para la democracia que no encontrase una solución, porque tiene instrumentos como el periódico El País que juegan un papel importante, pero nadie puede vivir de las rentas. A mí siempre me ha parecido una secta maoísta, que sigue al jefe hasta la muerte y nada se construye sobre ella. Hace un año y medio, cuando empezó la guerra del fútbol, nadie daba un duro por nosotros y ahora, nadie lo da por ellos en su camino hacia la ruina[382].

Situación económica

Entrevistado en septiembre de 2009 por Reuters, Jaume Roures presentó una visión triunfante de la situación de Mediapro[383]. Según afirmó, «la crisis tiene un impacto publicitario en la televisión, tiene un impacto publicitario en el periódico, pero el negocio global nuestro no depende de la publicidad, sino de la generación de contenidos, de servicios y esto va mejor que nunca». Su gallina de los huevos de oro son los derechos para la emisión deportiva que le permiten explotar la televisión de pago.

En noviembre de 2009, la derecha mediática aireaba que el diario Público perdía 50.000 euros diarios y laSexta 350.000[384]. Según esas informaciones, Mediapro tenía un agujero financiero de 3.140 millones de euros. Al parecer debía abonar en seis años 2.583 millones de euros por derechos audiovisuales. Una cifra enorme, porque era 25 veces mayor que los fondos propios de la compañía y 80 veces su resultado de explotación. En ese mes Público despidió a 16 empleados, 11 de ellos de redacción y cinco provenientes de otras áreas de gestión. Desde que se lanzó el primer número del periódico en 2007 hasta noviembre de 2009, éste llevaba acumuladas unas pérdidas de 36 millones de euros. En total, en 2008, la cifra de negocio de Público alcanzó los 20,8 millones de euros, con unas pérdidas netas de 23,6 millones. PricewaterhouseCoopers, firma auditora del diario, señaló ese mes que las deudas a corto plazo estaban infravaloradas en 27,1 millones de euros. Por su parte, laSexta contabilizaba en noviembre de 2009 un resultado neto negativo de 93,4 millones de euros[385].

Dos meses antes Jaume Roures reconocía pérdidas en laSexta y en Público, pero garantizaba su continuidad y sus esperanzas: «Cada día vendemos más y vamos a continuar desarrollándonos. Tenemos la ventaja de que la estructura de Público no es tan pesada como la de los periódicos tradicionales». Sobre laSexta afirmó que «la crisis puede retrasar el plan de negocio en un año o año y medio, pero lo significativo para nosotros es que todavía podemos crecer»[386].

La documentación anteriormente citada aportada por Mediapro al juzgado con motivo de su solicitud de concurso de acreedores reveló más datos económicos que fueron difundidos por Cinco Días:

Mediapro mantiene deudas de 583,64 millones de euros con empresas del grupo a corto y largo plazo y de 316,52 millones con terceros[387]. Para atender los pagos con terceros, las necesidades de tesorería de la sociedad rondarían los 232,58 millones. Una cifra que podría quedar cubierta bien cobrando los saldos deudores que mantiene con empresas del propio grupo y que ascienden a 365,12 millones; bien obteniendo financiación de otras sociedades de Imagina; o bien, recurriendo a financiación bancaria adicional[388].

En cuanto al funcionamiento del negocio, según lo publicado por Cinco Días que cita como fuente la documentación presentada por Mediapro al juzgado, «el grupo no tiene resultados positivos desde 2007, cuando cerró el año con 9,8 millones de beneficio. En 2008, ya acumuló unas pérdidas de 3,2 millones, que se triplicaron en 2009, hasta los 9,5 millones de euros. En el primer trimestre del ejercicio actual, los números rojos alcanzaban los 12,25 millones»[389].

Sin embargo, la crisis no parece que afecte a la solvencia de los propietarios: en febrero de 2010, los tres principales socios del grupo, Jaume Roures, Tatxo Benet y Gerard Romy, se incorporaban al accionariado de Spanair con cinco millones de euros, y al mes siguiente se anunciaba la compra por parte de Mediapubli, la empresa editora de Público, del periódico La Voz de Asturias, propiedad de Zeta. Según la información difundida en Público, esa adquisición no afectaría «ni a la continuidad de la actual cabecera ni a la de su sociedad editora»[390]. Como paso previo a esta venta, la cabecera asturiana tuvo un ERE que supuso el despido de 36 trabajadores (un 54 por 100 de su plantilla).

Fusión con Antena 3

La necesidad de rentabilizar recursos, y sobre todo de concentrar audiencias en un canal para seducir mejor a la publicidad, hace oportuna la fusión de laSexta con alguna otra cadena. Las negociaciones se han estado dando desde 2009 alternativamente con Cuatro y con Antena 3. Formalizada la fusión entre Telecinco y Cuatro, la única opción viable era con Antena 3. Una fusión de ambas cadenas se acercaría al 23 por 100 de cuota de audiencia. En el tercer trimestre de 2010 todavía no se había formalizado la fusión que muchos daban por hecha. En marzo de ese año, el consejero delegado de laSexta, José Miguel Contreras, sobre su posible alianza con Antena 3 afirmaba que, conceptualmente, «la opción más lógica» sería la fusión con esa cadena, pero todo dependía de que se compartiera el mismo proyecto. «No hay ninguna prisa, las cosas llegarán cuando deban llegar», indicó, antes de advertir de que cada vez será más difícil porque La Sexta va a ir mejor[391].

Mientras tanto, Antena 3 y Mediapro llegaron a un acuerdo en marzo de 2010 para que 141 empleados de la televisión (desde técnicos de control y de sonido hasta operadores de cámara, técnicos de mantenimiento, eléctricos o responsables de iluminación) se externalizaran y se integraran en una empresa recién creada por Mediapro, Mediarena, S.A. Los trabajadores seguirán realizando su misma labor en la cadena de televisión. Anteriormente Antena 3 ya externalizó a Mediapro algunas de sus delegaciones territoriales.

A la sombra de TVE

El Grupo Mediapro, y en especial sus dos medios de comunicación con más incidencia en la opinión pública, laSexta y Público, han sido acusados de recibir todo el apoyo desde el entorno del presidente español Rodríguez Zapatero con objeto de crear un holding mediático afín a su Gobierno para no verse tan dependiente del Grupo Prisa. En noviembre de 2009 entrevisté al entonces director de Público, Félix Monteira. Entre mis preguntas hice referencias a estas acusaciones, Monteira calificó esa afirmación de «leyenda nacida de las fricciones del Grupo Prisa con el presidente Zapatero» y señalaba que Público no tenía «ni ayudas, ni preferencias a la hora de conseguir información, ni ventajas de cualquier tipo». Aunque reconocía que «quizás haya un sector del Gobierno que vea con simpatía que haya otra voz menos enemiga por principio a sus posiciones en un panorama mediático absolutamente dominado por intereses y simpatías volcados a favor de los grupos de poder más conservadores»[392]. Por su parte Ignacio Escolar, columnista de Público y su primer director señala que «la afirmación de que Zapatero está detrás de Público es una barbaridad. Cuando se crea un periódico de derechas no se dice que está detrás el Partido Popular. Público es el diario más cercano al Gobierno, pero porque los demás están todos en contra»[393].

Sin embargo, Mediapro fue acusada por los sindicatos de TVE de haberse beneficiado de la externalización de gran parte de la programación de la televisión pública. Estos mismos sindicatos precisan que «en la época que gobernara el PP ocurrió lo mismo con la productora Miramón Mendi, de José Luis Moreno»[394]. Se da la circunstancia de que durante tres años (desde enero de 2007 hasta enero de 2010, cuando fue despedido con una indemnización de 200.000 euros[395]) el director de TVE fue Javier Pons, quien procedía de la productora El Terrat, accionista de laSexta. El quincenal Diagonal repasaba en febrero de 2010 los programas de la televisión pública que se estaban contratando a Mediapro, algo que, según los sindicatos, era ilegal porque «el mandato marco de RTVE, documento que fija los objetivos como servicio público de la corporación, obliga a que los trabajadores de RTVE produzcan el 100 por 100 de los programas informativos y el 60 por 100 de los programas de entretenimiento (divulgativos, deportes y series)»[396]. Según señalaba Diagonal, en programas como España Directo, de los 180 trabajadores que trabajan en él sólo cinco eran de la casa. Mediapro se encarga del programa, y su filial Overon realiza los enlaces que son necesarios para los directos. Algo parecido pasa con Esta Mañana, otro magazine entre semana. De 120 trabajadores sólo 47 son de RTVE. La retransmisión de los sorteos de las Loterías del Estado también se contrató con Mediapro. Según señala el quincenal, RTVE compró nueve terrenas (furgonetas equipadas para la emisión en directo vía satélite) que llevaban más de un año aparcadas, mientras se usaban las unidades móviles de Overon. Otra filial de Mediapro, Mediatem, fue contratada para hacer el montaje de La Aventura del Saber y el espacio infantil El Club Pizzicato después de que la dirección reconvirtiera a 50 montadores aduciendo que no había trabajo para ellos. Además, la empresa hace el trabajo en las instalaciones de TVE.

En febrero de 2010 Miguel Ángel Curieses, secretario de organización de UGT en RTVE, denunciaba que había 55 productoras privadas enriqueciéndose gracias a la externalización de RTVE y que quizá la que más contratos se llevaba era «la de Roures». Puso como ejemplo que un capítulo de la serie Águila Roja se había pagado al doble de su coste real[397]. Según la auditoría de la Intervención General de la Administración del Estado correspondiente a 2008, un capítulo de esa serie, producida por Globomedia —socia de Mediapro—, le costó a TVE más que un pase de Piratas del Caribe[398]. El presidente de la productora respondió que el coste es «bastante menos» de lo indicado en el informe de la Intervención General de la Administración del Estado porque se refería a los dos primeros capítulos que tuvieron un coste superior al resto[399].