CAPÍTULO VIII
Telecinco

Televisiones

Telecinco

LaSiete

FactoríaDeFicción (FDF)

Cincoshop. Dedicado a ventas y coproducido con El Corte Inglés.

LaNueve. Aunque en un principio se especuló con que se denominaría LaOcho, y así dijeron haberla registrado en enero de 2010, finalmente se optó por LaNueve. Anunciada para comenzar a emitir en septiembre de 2010 y, según el anuncio de la propia cadena, «dirigida al público femenino»[*].

Cuatro (81,7 por 100 tras el acuerdo firmado con Prisa).

Digital+ (22 por 100 tras el acuerdo firmado con Prisa).

A diferencia de la información ofrecida por otros grupos, Gestevisión Telecinco no detalla en su web los medios de comunicación con los que opera, sino sus empresas.

La red empresarial de Gestevisión Telecinco sería la siguiente (todavía no aparecen los cambios tras su acuerdo con el Grupo Prisa, fusión de Telecinco con Cuatro y participación en el accionariado de Digital+, por no estar definitivamente aprobado por las autoridades, más adelante explicaremos estos cambios).

Empresas controladas[271]

PROPIEDAD DEL 100 POR 100 POR GESTEVISIÓN TELECINCO, S.A.

Grupo Editorial Tele 5, S.A.U.

Dedicada a la adquisición y explotación de derechos, tanto fonogramas como grabaciones audiovisuales, la representación artística, promoción de espectáculos y la edición, producción, distribución y comercialización de publicaciones y material gráfico.

Agencia de Televisión Latino-Americana de Servicios y Noticias España, S.A.U.

Agencia de noticias en todo tipo de formatos.

Telecinco Cinema, S.A.U.

Prestación de servicios de difusión de televisión a través de tecnología digital, intermediación en los mercados de derechos audiovisuales y organización, producción y difusión de espectáculos o acontecimientos de cualquier índole.

Publiespaña, S.A.U.

Agencia de publicidad, incluida la explotación comercial de eventos y acontecimientos culturales, deportivos, musicales o de cualquier otro tipo.

Cinematext Media, S.A. (participada al 60%).

Subtitulado relacionado con la industria cinematográfica, vídeo y televisión.

Conecta 5 Telecinco, S.A.U.

Explotación de contenidos audiovisuales en internet.

Mediacinco Cartera, S.L. (participada al 75%).

Se encarga de las inversiones del grupo en Bolsa o cualquier otro producto, además de asesoría contable, financiera, mercantil, laboral, etcétera.

PROPIEDAD DEL 100 POR 100 A TRAVÉS DE AGENCIA DE TELEVISIÓN LATINO-AMERICANA DE SERVICIOS DE NOTICIAS ESPAÑA, S.A.U.

Atlas Media, S.A.U. y Agencia de Televisión Latino-Americana de Servicios y Noticias País Vasco, S.A.U.

Agencia de noticias.

Mi Cartera Media, S.A.U.

Explotación multimedia de formatos y contenidos de naturaleza económico-financiera.

PROPIEDAD DEL 100 POR 100 A TRAVÉS DE PUBLIESPAÑA, S.A.U.

Publimedia Gestión, S.A.U.

Agencia de publicidad.

Advanced Media, S.A.U.

Publicidad, gestión de derechos y edición de material impreso (libros, periódicos, revistas).

PARTICIPADA AL 60 POR 100 A TRAVÉS DE CINEMATEXT MEDIA, S.A.

Cinematext Media Italia, S.R.L. Doblaje y subtitulado de obras y grabaciones audiovisuales.

Empresas participadas[272]

PARTICIPACIÓN DIRECTA A TRAVÉS DE GESTEVISIÓN TELECINCO, S.A.

Premiere Megaplex, S.A. (50 por 100). Explotación de salas cinematográficas.

PARTICIPACIÓN INDIRECTA A TRAVÉS DE AGENCIA DE TELEVISIÓN LATINO-AMERICANA DE SERVICIOS DE NOTICIAS ESPAÑA, S.A.U.

Aprok Imagen, S.L. (40 por 100).

Agencia de noticias.

Producciones Mandarina, S.L. (30 por 100).

Creación y desarrollo de contenidos audiovisuales, así como su producción y explotación comercial.

La Fábrica de la Tele, S.L. (30 por 100).

Creación y desarrollo de contenidos audiovisuales, así como su producción y explotación.

PARTICIPACIÓN INDIRECTA A TRAVÉS DEPUBLIESPAÑA, S.A.U.

Publieci Televisión, S.A. (50 por 100).

Venta de productos y servicios dirigidos al consumidor final.

PARTICIPACIÓN INDIRECTA A TRAVÉS DE MEDIACINCO CARTERA, S.L.

Edam Acquisition Holding I Cooperative U.A. (33 por 100). Con sede en Ámsterdam.

Canalización de la inversión del consorcio formado por Goldman Sachs Capital Partners, Cyrte Fund II B.V. y Mediacinco Cartera, S.L. en Endemol N.V., sociedad dedicada a la creación, producción y explotación de contenidos para televisión y otras plataformas audiovisuales.

Accionariado

Según su web, en junio de 2010, el accionariado se reparte entre Mediaset 50,5 por 100 y Free-Float (capital flotante que cotiza en Bolsa) 49,5 por 100. Como ya señalamos anteriormente, no aparecen todavía los cambios tras su acuerdo con el Grupo Prisa (fusión de Telecinco con Cuatro y participación en el accionariado de Digital+), por estar pendientes de la aprobación definitiva de las autoridades.

Historia

Telecinco se constituyó el día 10 de marzo de 1989. El 25 de agosto de 1989 obtuvo, junto a Antena 3 TV y Canal+, la licencia de emisión, en una concesión de diez años, para operar un canal de televisión privado de ámbito nacional. Inició sus emisiones en pruebas el 3 de marzo de 1990. Su accionariado original se repartía de la siguiente forma: Grupo Editorial Anaya (25 por 100), Fininvest (25 por 100), ONCE (25 por 100) y la sociedad extremeña Promociones Calle Mayor, del empresario de la construcción Ángel Medrano Cuesta (10 por 100). El 15 por 100 restante fue adquirido por Juan Fernández Montreal (dueño de chocolates Trapa), ya fallecido. La legislación de entonces establecía que ningún accionista podía tener más de un 25 por 100.

Según los periodistas José Díaz Herrera e Isabel Durán, Telecinco logró la concesión del Gobierno de Felipe González gracias a la mediación del entonces presidente italiano Bettino Craxi, amigo de Berlusconi. Y como faltaba un grupo financiero que pusiera dinero, altos dirigentes del PSOE propusieron a la ONCE[273].

A comienzos de 1990, las discrepancias surgidas entre los socios, por un lado Anaya y Fernández Montreal y por el otro Berlusconi, la ONCE y Ángel Medrano, provocaron la salida del presidente, Germán Sánchez Ruipérez y de Juan Fernández Montreal. Anaya acusaba a Berlusconi de pretender ejercer un monopolio sobre los futuros beneficios publicitarios. Según el portavoz de Anaya, Il Cavaliere había montado una estrategia que situaría en déficit la explotación de la cadena, mientras los beneficios recaerían en sociedades propiedad del italiano: Videotime, RedEspaña y PubliEspaña. La primera abordaría la producción de programas, la segunda alquilaría la producción a Telecinco y otras cadenas y la última se quedaría con la exclusiva publicitaria. La ONCE se puso del lado de Berlusconi y lograron imponerse, de modo que el presidente de esta organización, Miguel Durán, pasó a ser el presidente de la empresa. Fue entonces cuando el empresario catalán Javier de la Rosa entró en el accionariado tras adquirir la participación de Anaya. Estos cambios accionariales serían posteriormente denunciados por el fiscal anticorrupción, quien consideró que los siete acusados, entre ellos Miguel Durán y Javier de la Rosa, «se concertaron para construir y sostener mediante una apariencia documental ficticia una situación de normalidad en la titularidad accionarial que no se correspondía con la realidad», es decir, que algunos accionistas eran sólo testaferros de Berlusconi que así burlaba el máximo porcentaje de propiedad establecido por ley.

A partir de 1993 la audiencia de Telecinco empezó a sufrir un importante desgaste, siendo desbancada en los índices por su competidora directa, Antena 3. Este hecho, sumado a las fuertes pérdidas económicas, creó una crisis institucional, que originó la salida de la ONCE del accionariado de la empresa y la sustitución, en diciembre de 1993, de Valerio Lazarov por Maurizio Carlotti, hombre de confianza de Berlusconi, como consejero delegado. Una de las primeras medidas de Carlotti fue aplicar drásticos recortes de gastos, con el despido del 40 por 100 de la plantilla, lo que provocó la primera huelga en una televisión privada en España. En marzo de 1999 Maurizio Carlotti fue nombrado vicepresidente, siendo sustituido por Paolo Vasile, también afín a la órbita de Mediaset.

En 1996 el Grupo Correo-Prensa Española, posteriormente rebautizado como Vocento, entró en el accionariado para vender parte de su propiedad a Mediaset en 2002. De esta forma, el grupo italiano aumenta su participación en Gestevisión-Telecinco y Publiespaña del 40 por 100 al 52 por 100 (ya no estaba en vigor el límite de 25 por 100).

En el año 2000, Carlotti abandonó Telecinco para incorporarse al grupo editorial italiano DeAgostini, que entra en alianza con la española Planeta. Cuando en mayo de 2003 Telefónica vendió el 25 de las acciones de Antena 3 al Grupo Planeta designa a Carlotti como consejero delegado (véase capítulo Antena 3).

En marzo de 2004 se integran en la misma empresa la entidad televisiva Telecinco y la destinada a la explotación publicitaria Publiespaña. En junio de ese mismo año sacan a Bolsa el 35 por 100 de su capital (el resto lo componían Mediaset, con el 52 por 100, y Vocento, con el 13 por 100). En Mayo de 2007 Telecinco anuncia que el consorcio formado por Mediacinco Cartera (75 por 100 Gestevisión Telecinco y 25 por 100 Mediaset), Cyrte Fund II y GS Capital Partners VI había llegado a un acuerdo con Telefónica para la adquisición del 75 por 100 de la productora Endemol.

Telecinco compró en 2006 el 15 por 100 de Alba Adriática, una de las denominadas «productoras de confianza» de Telecinco, perteneciente al Grupo José Luis Moreno. Por cierto, una de las causas por las que el fiscal pidió en marzo de 2010 prisión eludible bajo fianza de tres millones de euros al ex presidente de la comunidad autónoma balear, Jaume Matas, fue por un presunto soborno del empresario y productor José Luis Moreno[274]. Según el documento del fiscal[275], «durante la gala de inauguración de IB3 [la televisión pública balear], Jaume Matas recibió de José Luis Moreno la cantidad de 250.000 euros en concepto de “soborno” por las adjudicaciones de programas y decorados por el órgano de contratación de IB3 a mercantiles vinculadas a José Luis Moreno. Este pago guarda relación con el fraude en los concursos y licitaciones de las empresas de José Luis Moreno con IB3».

A principios de 2008, Telecinco adquiere el 28,3 por 100 del capital de Caribevisión, un gran proyecto de televisión dirigido a la audiencia latina en Estados Unidos. El Grupo Burillo Azcárraga, Telecinco y la estadounidense Quantek conformaron la sociedad Pegaso TV, que atesora un 83 por 100 de Caribevisión. En julio de 2009 Caribevisión se declara en quiebra técnica ante las autoridades de Estados Unidos; un grupo de socios minoritarios demandaron ante los tribunales a Burillo Azcárraga y Telecinco, al considerar que estos accionistas mayoritarios fueron los responsables de la mala gestión que supuso que la cadena perdiera 20 millones de euros.

Desde mayo de 2009, Gestevisión Telecinco ofrece en TDT LaSiete, de perfil generalista; FactoríaDeFicción, un canal temático cuyos ejes serán el cine y las series de ficción, Cincoshop y LaOcho. A ellas se añade Cuatro tras el acuerdo firmado con Prisa.

A lo largo de 2009 Vocento fue vendiendo en el mercado parte de su paquete, confirmándose el 1 de agosto de 2009 su salida definitiva de Telecinco.

Telecinco se ha caracterizado por ser la cadena que más programas de los denominados «telebasura» ha incluido en su parrilla, marcando un triste ejemplo seguido por las otras. Comenzó con Qué me dices, siguió con Esta noche cruzamos el Mississipi. En 1999 llega Aquí hay tomate y continúa con Gran Hermano, Crónicas marcianas o Salsa rosa.

Fusión de Telecinco y Cuatro

El 18 de diciembre de 2009 Gestevisión Telecinco anuncia su acuerdo con Prisa por el que las cadenas en abierto Telecinco y Cuatro se fusionan. Para ello Cuatro sale de Sogecable y Telecinco quedará como propietaria de la totalidad de la cadena más una participación del 22 por 100 en Digital+. En la nueva sociedad resultado de la fusión de Telecinco y Cuatro, los italianos tendrán el 81,7 por 100 y Prisa el 18,3 por 100. El acuerdo, notificado a la CNMV el 15 de abril de 2010, convierte a Gestevisión Telecinco en la mayor cadena de televisión de España por cuota de audiencia. En total el grupo tendrá un total de seis canales en TDT: Telecinco, Cuatro, LaSiete, LaOcho, FactoríaDeFicción y CincoShop. Se mantiene la presidencia de Alejandro Echevarría y los dos consejeros delegados italianos colocados por Mediaset. Prisa tendrá en el consejo de administración la representación «proporcional a su participación en esta compañía».

Las intenciones de Berlusconi de desembarcar en Prisa fueron adelantadas, cuatro meses antes de que se hiciera público el acuerdo, por el periódico italiano L’Unitá y totalmente ignoradas por el resto de los medios, tanto españoles como italianos. La periodista italiana Concita de Gregorio daba en el clavo en su artículo «Il Cavaliere al asalto de El País»[276] partiendo de dos premisas muy lógicas que ella misma presentaba. La primera que

en los últimos meses El País ha informado pormenorizadamente de las investigaciones judiciales que implican al presidente del Gobierno italiano. El 1 de junio pasado fue, junto con l’Unità, que publicaba la foto en portada, el único periódico europeo que mostró la imagen del músico Apicella en el avión del Estado. Los días siguientes publicó la imagen de Villa Certosa que luego apareció en todos los diarios del mundo, imagen secuestrada por los abogados de Berlusconi porque la ley italiana prohíbe que se publiquen. En esos días la web de El País alcanzó los tres millones de visitas. La información que el periódico español siguió dando, pese a las presiones diplomáticas, fue amplísima en los meses siguientes.

Por lo tanto, no es desatinado relacionar la capacidad de censura con los últimos movimientos.

La segunda:

El grupo Prisa […] arrastra una deuda de cerca de 5.000 millones de euros. Los analistas achacan su ruinosa situación económica, en primer lugar, a una errónea operación de fusión entre el sector de prensa (con El País a la cabeza, primer diario español por ventas, con buena salud económica) y todo el sector televisivo al que pertenecen la televisión privada Cuatro, varias radios y televisiones locales.

La acertada conclusión, siempre según L’Unitá e, insistimos, cuatro meses antes de conocerse la fusión, era la siguiente:

Comprar. Si los periodistas extranjeros se muestran hostiles, si las amenazas, las intimidaciones y los chantajes a los que están acostumbrados los directores de periódicos italianos no son suficientes, entonces la solución es comprar. Berlusconi pone la mira en España: El País y el grupo al que pertenece.

Efectivamente, como también dice Concita de Gregorio,

no será únicamente para acallar la voz del diario español y de las televisiones del grupo Prisa, que edita El País, por lo que Silvio Berlusconi se dispone a lanzar su oferta de adquisición. También está en juego el enorme mercado publicitario liberado por la iniciativa de Zapatero de eliminar los anuncios de la TV pública.

Preguntado el periodista Marco Travaglio —que ya hemos citado anteriormente como uno de los mejores conocedores de las oscuras finanzas de Berlusconi— sobre la posibilidad de que los medios del Grupo Prisa puedan tener autonomía respecto a su nuevo accionista, afirma que

sería la primera vez que sucede eso en un periódico o un canal de televisión propiedad de Silvio Berlusconi. Basta con ver cómo usa los medios que tiene en Italia para comprender cómo se las gasta. Si alguna vez leemos críticas duras en los medios de los que es accionista, querrá decir que nos hemos equivocado; pero sería una excepción sorprendente, porque yo, en estos 15-16 años de Berlusconi político, no he encontrado una sola crítica en un periódico suyo o una televisión suya. Me sorprendería mucho si lo hiciese[277].

Es evidente que la nueva situación de desembarco de Berlusconi en el Grupo Prisa le permitirá un determinado nivel de influencia en los contenidos informativos del grupo, incluido El País, que tan duro ha sido en sus informaciones sobre Italia. La periodista de Cuatro Concha García Campoy ya expresaba su preocupación poco después de la fusión. «En Cuatro nos estamos preparando para el futuro ya que pronto el empresariado será diferente. [La entrada de Mediaset] se ha vivido con desazón e incertidumbre aunque espero y confío que no se destroce la línea que ha llevado Cuatro hasta ahora»[278]. En cualquier caso, Telecinco —y por lo tanto Berlusconi— se convierte en el mayor grupo de comunicación de España en capitalización bursátil. En abril del 2010 valía 2.145,78 millones, tanto como Antena 3, Vocento y Prisa juntos.

Telecinco y los tribunales

En abril de 1998, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón procesó al que fuera presidente de Telecinco, Miguel Durán, y al vicepresidente Santiago Muñoz Machado, junto a otras personas, acusados de diversos actos fraudulentos cometidos en los primeros años de funcionamiento del canal. Según el auto judicial, los imputados habrían obtenido fondos de las sociedades que administraban, supuestamente desviados a patrimonios personales, por valor total de 3.849 millones de pesetas. También los acusaba de la venta del 25 por 100 de las acciones de la cadena televisiva provocando «una defraudación tributaria de unos 1.955 millones de pesetas», «a través de Gestevisión Telecinco, Publiespaña y Telefuturo». Otra de las operaciones estudiadas era el impacto tributario de la venta del 8 por 100 de las acciones de Telecinco «pendiente de constatación definitiva su relación con Fininvest (el grupo de Berlusconi) a través de Suiza». El fiscal señaló la sociedad Silvio Berlusconi Finanziaria, S.A., de Luxemburgo, como la entidad que aportó los fondos para la compra por Fininvest de un 8 por 100 de Gestevisión Telecinco a Promociones Calle Mayor, S.A. La operación se efectuó de forma oculta, ya que Fininvest ya controlaba el 25 por 100 de Telecinco y no podía adquirir más acciones sin violar la ley. En ese hecho, que databa de 1992, el auto sostenía que se produjo una cuota defraudada de 846 millones cada uno. El fiscal pidió prisión incondicional, pero el juez no la concedió y los dejó libres bajo fianza.

En febrero de 2003, el fiscal anticorrupción solicitó un total de catorce años de prisión y multas que sumaban 133 millones de euros para Miguel Durán, por su participación en lo que se denominaba caso Tele 5, instruido por Garzón. El fiscal consideraba que Durán era autor de tres delitos fiscales continuados, un delito continuado de otorgamiento de contrato simulado, otro delito también continuado de administración desleal, y un delito societario de falsedad continuado.

Asimismo, Baltasar Garzón imputa en 2001 a Silvio Berlusconi, y a su socio Marcello Dell’Utri, directivo de Fininvest, cuatro delitos de fraude fiscal, por un valor cercano a los 2.400 millones de pesetas, y seis de falsedad en documento público por su gestión de la cadena de televisión española Telecinco entre 1991 y 1993. Según la acusación, la empresa de Berlusconi defraudó masivamente a Hacienda mediante el impago del IVA y el Impuesto de Sociedades en ese periodo. No sólo eso; en el suplicatorio que Garzón elevó en vano en 2001 al Gobierno italiano para que levantara la inmunidad al primer ministro, se detalla cómo el político violó la legislación española sobre televisiones privadas. Ésta prohibía que cualquier socio tuviese más del 25 por 100 del capital, con el objetivo de evitar la concentración de los medios de comunicación y asegurar su independencia. A través de operaciones encubiertas y diversos testaferros —entre ellos el catalán Javier de la Rosa—, Fininvest, según el juez, llegó a ostentar en 1995 hasta un 88 por 100 del capital de Telecinco.

Garzón se ve obligado en mayo de 2002 a paralizar el caso en tanto Berlusconi siga disfrutando de inmunidad como primer ministro. El empresario, por su parte, solicitó la suspensión de la causa, lo cual fue rechazado en 2005 por el Tribunal Constitucional. En septiembre de 2006, el juez, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, retoma el procedimiento contra Silvio Berlusconi basándose en que Il Cavaliere ya no era primer ministro y, por tanto, finalizaba «la inmunidad de la que gozaba». «Resulta evidente que ha desaparecido la causa que impedía la continuación del procedimiento contra aquél (Berlusconi), por lo que debe reaperturarse la causa», afirmaba el juez. Garzón extendía su decisión a Dell’Utri, que fue senador en Italia y parlamentario europeo, «al carecer éste de cualquier privilegio procesal». Silvio Berlusconi, a través de una nota de prensa de su partido, Forza Italia, reaccionó desacreditando a la justicia española diciendo que Garzón y la Fiscalía Anticorrupción española actuaban como marionetas de los jueces de Milán[279], con quienes también tenía numerosos procesos penales pendientes. Tras un largo proceso judicial, en abril de 2007 la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional absolvió a Miguel Durán y a los otros siete acusados de delitos fiscales y de falsedad que les imputaba la fiscalía por las supuestas irregularidades en Telecinco. En julio de 2008 el Supremo confirmó esta sentencia de absolución. Tras ella, el abogado de Berlusconi anunciaba el sobreseimiento de la causa abierta contra él por el juez Baltasar Garzón.

La iniciativa judicial de 1998, basada en un informe elaborado por la Fiscalía Anticorrupción para investigar las presuntas irregularidades fiscales de Telecinco, no pudo con los abogados de Berlusconi. Aquellas irregularidades motivaron también la apertura de un expediente por parte de la Unidad de Vigilancia contra el Fraude de la Agencia Tributaria, que fue silenciado, según publicó El Mundo[280]. Garzón calificó la falta de actuación de la Administración de «amnistía fiscal encubierta». Por su parte, la Fiscalía Anticorrupción, que mantuvo que fueron varias las sociedades y cuentas corrientes utilizadas por Berlusconi para sus «operaciones ilegales» en España, también denunció en su memoria anual el excepcional retraso que sufrieron por parte del Gobierno de España las tramitaciones de suplicatorios de los dos políticos italianos al Parlamento Europeo[281].

Mediaset y Berlusconi

Fundada en 1978, Mediaset es una empresa de televisión que cotiza en la Bolsa italiana y está controlada por el Grupo Fininvest, el imperio empresarial de Silvio Berlusconi. El escándalo, la corrupción y el crimen han rodeado la vida de Berlusconi que acoge cerca de 150 empresas bajo su propiedad. El primer ministro italiano ha sido visitado 587 veces por la policía, ha participado en 2.500 audiencias y ha gastado 250 millones de dólares para mantenerse fuera de la cárcel[282]. Aunque sus procesos judiciales han girado en torno a su trayectoria política y sus numerosos negocios, nosotros nos centraremos sólo en lo referente a Mediaset, que es la empresa que tiene presencia accionarial en los medios españoles.

En 1978, el mismo año en que se afilia a la logia Propaganda 2 (P2) —la organización masónica italiana—, Berlusconi crea Mediaset, la empresa de televisión que se convertiría en la más grande de Italia y que le convertiría en el hombre más rico de su país. Se sabe, según la declaración obligatoria de ingresos anuales que establece el Parlamento Italiano, que en 2009 ganó 23 millones de euros. Su patrimonio se estima en 9.000 millones[283]. El origen de la fortuna de Berlusconi está plagado de puntos oscuros. Veamos algunos de ellos a título de ejemplos.

Durante las décadas de los setenta y ochenta, con distintos títulos y con varios sistemas de testaferros, nace una miríada de decenas de sociedades relacionadas con Berlusconi y sus próximos. Según el dirigente del Banco de Italia, Francesco Giuffrida, y el subinspector de la policía fiscal, Giuseppe Ciuro, asesores técnicos de la Fiscalía de Palermo, en estas financieras se recibieron entre 1978 y 1985 un mínimo de 113.000 millones de liras (equivalentes a 502.000 millones de liras actuales o 250 millones de euros). Parte de ello, nada menos que en líquido y en cheques «enmascarados» de cuya procedencia «sigue sin saberse nada». La Fiscalía de Palermo sostiene que se trata del dinero «invertido» por capos mafiosos[284].

El 30 de mayo de 1983 la policía fiscal de Milán, que tenía intervenidos los teléfonos de Berlusconi con motivo de una investigación sobre tráfico de drogas, redacta un informe en el que se lee:

Se ha comprobado que el Sr. Silvio Berlusconi financiaría un intenso tráfico de estupefacientes desde Sicilia tanto hacia Francia como hacia otras regiones de Italia (Lombardía y Lacio). El mencionado señor sería el centro de grandes especulaciones en la Costa Esmeralda sirviéndose de sociedades tapadera con sede en Vaduz y en cualquier caso, en el extranjero. Operativamente la sociedad en cuestión habría transferido amplios poderes a los profesionales de la zona[285].

En Palermo se han llegado a iniciar seis investigaciones contra Berlusconi por complicidad con la mafia. Todas fueron archivadas por agotarse el máximo tiempo que establece la ley italiana para mantener una investigación[286]. En la década de los noventa Berlusconi fue investigado como implicado en los atentados mortales contra dos jueces italianos en 1992 y varias masacres por atentados con bombas en 1993. Finalmente también se archivó el caso por vencimiento de los plazos para investigar[287].

La gestión de los medios de comunicación por Berlusconi también ha tenido una presencia importante en los juzgados italianos. Por pago de sobornos para conseguir que el Gobierno bajara el IVA a la televisión de pago (1991), por pactar precios con la RAI (1994), por mantener una caja B en su empresa de publicidad Publitalia (1995), por soborno en la compra de la productora Medusa Films (1998). En febrero de 2009, su abogado David Mills fue declarado culpable de aceptar sobornos de Berlusconi y condenado a cuatro años y medio de prisión.

En octubre de 2009, el tribunal de Milán condena a Berlusconi como «corresponsable de corrupción» por la compra irregular de la editorial Mondadori. Los hechos se remontan a principios de la década de 1990, cuando el grupo de Berlusconi y el de De Benedetti, ambos accionistas de Mondadori en la época, recurrieron a un tribunal para que decidiera quién tenía derecho a quedarse con las acciones de la familia Formenton, heredera del histórico dirigente de la editorial, Arnoldo Mondadori, que cedía el control de la empresa[288]. Por entonces pertenecían a Mondadori el periódico La Repubblica y los semanarios L’Espresso, Epoca, y Panorama. Aunque Berlusconi ganó este juicio en 1991, el ex abogado del primer ministro, Cesare Previti, fue condenado en 2007 por el Tribunal Supremo a un año y seis meses de cárcel por sobornar a uno de los jueces que se hicieron cargo del asunto. Ahora el juzgado condena a Berlusconi y establece que su empresa, Fininvest, deberá pagar 750 millones de euros a Carlo de Benedetti.

El fiscal de Milán, Fabio de Pasquale, imputó en abril de 2010 a 12 altos cargos de Mediaset, entre ellos al primer ministro Silvio Berlusconi, por fraude fiscal y apropiación indebida. Les acusó de haber robado 34 millones de euros entre 2003 y 2005, desviándolos hacia cuentas bancarias de paraísos fiscales, y de defraudar a Hacienda ocho millones hasta noviembre de 2009. El sumario se conoce como caso Mediatrade y la justicia sospecha que los acusados siguieron el mismo método que en un caso previo, el de Mediaset. La empresa supuestamente contrató a una intermediaria para comprar derechos televisivos en Hollywood en lugar de adquirirlos directamente. Después, parece que la empresa desvió parte del dinero cobrado hacia cuentas controladas por Berlusconi[289]. Entre los procesados por el juez se encuentran dos miembros del consejo de administración de la española Telecinco, Pier Silvio Berlusconi (hijo del primer ministro) y Fedele Confalonieri.

De Berlusconi y el origen de su riqueza, parte de ella invertida en los medios españoles, su socio actualmente en el Gobierno, Umberto Bossi, dijo lo siguiente en la década de los noventa:

Fininvest nació desde la Cosa Nostra. Hay unas cuantas diferencias entre Berlusconi y nosotros: para empezar, él es un mafioso. El problema está en que en el Norte la gente está dividida entre los que lo saben y los que todavía no. Pero el Norte lo pillará. Que nos cuente: ¿De dónde proceden sus fondos? ¿De los que financian a la mafia? Hay centenares de miles de jóvenes del Norte que han muerto a causa de la droga. A mí me explicó personalmente que el dinero lo había sacado de la Banca Rassini, fundada por un tal Giuseppe Azzaretto, de Palermo, que consiguió quedarse finalmente con todo el tinglado. En ese banco trabajaba asimismo el padre de Silvio, y tenían cuenta abierta conocidos miembros de la Cosa Nostra[290].

Antonio Di Pietro, ex magistrado y líder del partido de la oposición Italia de los Valores (IdV), ha acusado a Berlusconi —recordemos, accionista mayoritario en España de Telecinco y Cuatro, y minoritario de Digital+— de favorecer los intereses de la mafia en lugar de perseguirla[291]. Di Pietro denuncia que Berlusconi «ha despenalizado los delitos financieros, ha disminuido los tiempos necesarios antes de la prescripción judicial, ha eliminado las escuchas telefónicas y ha condonado los delitos fiscales». El ex magistrado recuerda que Il Cavaliere «hospedó en su casa a un asesino de la mafia dándole trabajo como cuidador de caballos», lo que demuestra su conexión con la Cosa Nostra. Di Pietro se refiere a Vittorio Mangano, un mafioso siciliano condenado por varios homicidios y que Berlusconi contrató como «mozo de cuadra» de 1973 a 1976.

Di Pietro también recuerda que Marcello Dell’Utri, el hombre de confianza de Berlusconi, que fue presidente de Publiespaña, la empresa que gestionaba la publicidad de Telecinco, ha sido condenado a nueve años de cárcel por colaboración externa con la mafia. Actualmente ocupa el cargo de senador del Pueblo de las Libertades, el partido político de Berlusconi.

Marco Travaglio nos explica que

no hay ninguna sentencia que diga que el dinero de Berlusconi sea de procedencia mafiosa. Hay muchos, muchos mafiosos que lo dicen. Ahora también el hijo de un famoso mafioso-político-financiero como era Vito Ciancimino, cuyo hijo Massimo está contando que su padre invirtió sus capitales en los proyectos de Fininvest que en los años 70 y 80 habían emprendido capos mafiosos como Stefano Bontate o constructores y empresarios mafiosos como Buscemi y Bonura. De modo que tenemos testimonios de varios mafiosos que hablan de la procedencia mafiosa de una parte de los capitales que ayudaron a Il Cavaliere a dar el gran salto en el sector inmobiliario y luego en la televisión en los años setenta y ochenta. Lo que da crédito a estos testimonios es un hecho indiscutible: que Berlusconi mantuvo relaciones con mafiosos directamente o a través de un viejo amigo de muchos mafiosos, como Marcello Dell’Utri; y luego, cuando algunos jueces le han preguntado de dónde habían salido varios cientos de millones de euros que entraron en sus empresas entre la segunda mitad de los años setenta y la segunda mitad de los años ochenta, y cuyo origen no lograron averiguar ni siquiera los expertos financieros de la Fiscalía de Palermo, Berlusconi, en vez de explicar el origen de esos capitales y dar los nombres de quienes se los habían transferido o pagado, prefirió atenerse al derecho a no contestar. Cuando te preguntan de dónde sale el dinero en un contexto en el que hay graves sospechas de procedencia mafiosa de ese dinero, y tú, que eres el presidente del Gobierno, no consideras que tienes el deber sacrosanto de aclararlo todo perfectamente, es evidente que autorizas a la gente a pensar que no puedes dar explicaciones. Así que no tenemos sentencias que confirmen que, con Berlusconi en España el dinero de la mafia ha llegado a los medios de comunicación españoles, pero tenemos muy buenos motivos para pensar que es así[292].

El hombre de Mediaset en España es hoy Paolo Vasile, quien declaró en la prensa italiana que con el desembarco de Telecinco en España «nuestra intención es poner en marcha el método Mediaset»[293]. En abril Vasile vuelve a insistir en ello con motivo de la compra de Cuatro: «Telecinco aplicará en Cuatro su “modelo de negocio”», titulaba el diario Público[294]. No lo tendrán difícil, Berlusconi es hoy el hombre que más poder tiene en la televisión española. Su presencia va desde Telecinco a Cuatro, Digital+ e incluso en el Grupo Unidad Editorial de forma indirecta, como veremos más adelante.

Aznar, Agag y Berlusconi

Es importante recordar la estrecha relación entre Berlusconi, Aznar y el yerno de este último, Alejandro Agag. El primer favor que le debe Berlusconi a Aznar es el de haber abierto en 1999 el camino de entrada de Forza Italia en el Partido Popular Europeo (PPE), algo a lo que se oponían los democristianos italianos. Berlusconi necesitaba ese ingreso para borrar su imagen de empresario corrupto metido en política para evitar la cárcel. Entrar en el PPE era vital para ser respetado entre los conservadores europeos, barrer a la atomizada derecha italiana y ganar las elecciones. Según el periodista de El País Jesús Rodríguez

la estrategia para su ingreso la marcó Agag. Durante un viaje a Milán en marzo de 1999, invitado por Il Cavaliere, con derbi de fútbol incluido en San Siro entre el Inter y el Milan (propiedad de Berlusconi) y posterior cena en su apartamento milanés, formalizaron el pacto. Y sellaron su amistad. «Se dieron cuenta de que eran iguales», dice un conocido de ambos. «Y se hicieron íntimos»[295].

Fue el principio de una gran amistad; Berlusconi asistiría a la boda de Agag y Ana Aznar y les prestaría el yate en el que pasaron parte de la luna de miel. El papá de la novia expresó también su reconocimiento hacia Berlusconi en su libro Retratos y perfiles: «Berlusconi tiene un alto sentido de la amistad y la lealtad debida a los amigos. No olvida nunca a quién le ayudó, y siempre está dispuesto a devolver un favor». El ex presidente español añade: «Berlusconi me dice que yo he sido su maestro en la vida política. Incluso me llama su profesor cuyas instrucciones sigue puntualmente»[296].

Jesús Rodríguez señala que «con Berlusconi, Agag entró en Italia por la puerta grande. Bajo su amparo visitó despachos y discotecas, conoció y presentó a gente, intermedió en negocios». Eso sí, con no muy buen resultado, como «el intento de toma de control del grupo italiano de medios de comunicación RCS (accionista mayoritario de El Mundo y muy crítico con Il Cavaliere), en el verano de 2005, junto a un grupo de empresarios afines a Berlusconi. La oscura operación político-financiera, que pretendía allanar la victoria de Berlusconi en las elecciones de 2006, se saldó con su amigo, el inquietante millonario Stefano Ricucci, entre rejas. Y con él mismo declarando ante la Fiscalía de Roma»[297].

Marcello Dell’Utri

Especial atención merece el primer hombre de Silvio Berlusconi en Telecinco: Marcello Dell’Utri. Fue procesado por Baltasar Garzón junto a Berlusconi cuando era presidente de Publiespaña, la empresa que gestionaba la publicidad del canal, y que hoy está integrada en Gestevisión-Telecinco. Nacido en Palermo, hoy es senador en Italia por el Polo de la Libertad. Berlusconi y Dell’Utri se conocieron en la universidad. Comenzó siendo secretario particular de Berlusconi y desde los años setenta se le puede considerar su brazo derecho. Berlusconi lo postuló en las filas de su partido mientras estaba acusado por fraude fiscal en Turín y de complicidad con la mafia en Palermo. Dell’Utri siempre tuvo amistades con mafiosos de alto nivel y actuó como mediador entre los intereses de éstos y Berlusconi. La mafia tenía mucho dinero que necesitaba blanquear mediante inversiones en actividades legales. Berlusconi, como empresario en expansión, necesitaba dinero. Dell’Utri puso en contacto a ambos. Prometió a la mafia ventajas políticas y legislativas a cambio de apoyo electoral. En los años setenta contrató al capo mafioso Vittorio Mangano como mozo de caballerías para la residencia de Arcore de Berlusconi. El Tribunal de Palermo reconoció que sabía que ése era un mafioso y que precisamente por eso lo contrató.

Al igual que fue presidente de Publiespaña, en Italia era el presidente y administrador delegado de su homóloga Publitalia, concesionaria exclusiva de publicidad del imperio mediático de Berlusconi. En 1993 fue uno de los fundadores de Forza Italia y, por cierto, su más importante y firme propulsor.

En 1999, Dell’Utri se sentó en el banquillo acusado de emitir facturas millonarias de Publitalia falsas o hinchadas relativas a unos patrocinios deportivos, con su correspondiente fraude a Hacienda. Según el fiscal, entre 1988 y 1994, en Publitalia y sus asociadas Publiespaña y Publieuropa se manejó dinero negro aproximadamente por valor de 7.000 millones de liras (3,6 millones de euros). Ese dinero acababa en manos de Dell’Utri y otros ejecutivos de las empresas. Marcello Dell’Utri fue condenado con sentencia firme de la Corte de Casación italiana (Tribunal Supremo) el 28 de octubre de 1999 a dos años y tres meses de cárcel por «fraude fiscal» y «falsedad contable». El juez también consideró que el ejecutivo destruyó documentos y manipuló pruebas cuando supo que estaban en marcha las investigaciones[298]. Pero Dell’Utri apenas estuvo unas semanas en prisión por esos delitos (desde el 26 de mayo al 17 de junio de 1995). Incluso continuó con su carrera política. Mientras el 23 de marzo de 1996 comenzaba en Turín un juicio en su contra por falsificación de facturas, tenía otro pendiente en Milán y estaba siendo investigado en la Fiscalía de Palermo por delitos relacionados con la mafia, en abril es elegido diputado por Forza Italia. Él mismo reconoció que se presentó a las elecciones para protegerse de los jueces[299]. Y antes de que terminase el juicio de Turín, en 1999, era elegido eurodiputado.

El 14 de noviembre de 1996 el Tribunal de Turín lo condena a tres años de prisión e inhabilitación de dos años para cargos públicos. Recurrió con el objetivo de no ir a la cárcel, pero perdió el recurso en la Corte de Apelación ante la evidencia de pruebas en su contra, los intentos de ocultación y la reiteración de su actividad delictiva. Con esa sentencia debería haber entrado en prisión, pero logró evitarlo gracias a una reducción de un tercio de la pena lograda mediante una ley aprobada unos días antes que concedía esa gracia a quien se declarara culpable y llegara a un acuerdo con la Fiscalía. A cambio debía cumplir una labor de servicio social. Solicitó trabajar como bibliotecario en su propia casa de Milán[300].

La situación se le agrava porque esas condenas de inhabilitación conllevarían su cese como diputado y eurodiputado, lo cual supondría la pérdida de la inmunidad gracias a la cual había logrado burlar la prisión preventiva emitida por la Fiscalía de Palermo y estaba evitando también el juicio en España que estaba instruyendo Baltasar Garzón junto con la Fiscalía Anticorrupción por el fraude de Telecinco. Finalmente recurre la sentencia y solicita que se le aplique un indulto, aprobado en 1990, a la inhabilitación de cargos públicos. Lo consigue y se despeja el camino para su carrera política y su correspondiente inmunidad[301]. En 2001 es elegido senador de la República, siempre por Forza Italia. Inmune de nuevo.

No acaba aquí la vida judicial de Dell’Utri. El 11 de diciembre de 2004 fue condenado por el Tribunal de Palermo a nueve años de cárcel por complicidad con la mafia, condena que fue ratificada en segunda instancia en siete años de prisión por el Tribunal de Apelación en junio de 2010. Las investigaciones empezaron en 1994, año de su entrada en política, el juicio se inició en noviembre de 1997, duró por tanto siete años, lo que da idea de su complejidad. El directivo de Mediaset estaba acusado de haber llevado el dinero de la mafia a Berlusconi para invertirlo en la Fininvest y en otros intereses de Berlusconi. Las pruebas eran abrumadoras: testigos, declaraciones de arrepentidos, fotos, vídeos, escuchas telefónicas… La sentencia establece que Dell’Utri «representó una concreta, voluntaria, consciente, específica y valiosa contribución al mantenimiento, consolidación y fortalecimiento de Cosa Nostra», lo que permitió a esta organización mafiosa «entrar en contacto con importantes ámbitos de la economía y las finanzas, favoreciendo así sus objetivos ilícitos, tanto económicos como políticos». A cambio de todo ello, la mafia «dio instrucciones para votar por Forza Italia en las primeras convocatorias electorales y, posteriormente, se comprometió a apoyar al acusado en su postulación como candidato de Forza Italia al Parlamento Europeo». El 3 de diciembre de 2009 el capo arrepentido de la mafia siciliana Gaspare Spatuzza, aunque los abogados de Dell’Utri intentaron impedirlo, declaró como testigo, en la sala búnker del Tribunal de Turín, en el juicio de apelación contra Dell’Utri[302]. Spatuzza, desde 1980 hasta 2000 había pertenecido a la organización mafiosa Cosa Nostra y fue condenado a varias cadenas perpetuas por «una cuarentena de asesinatos, secuestros de personas y atentados». Formaba parte de la familia de Giuseppe Graviano. En el juzgado de Turín relató que Dell’Utri era el hombre puente entre la mafia y Berlusconi. En 1994 Spatuzza se reunió con el capo Graviano: «Me dio dos nombres, entre ellos el de Berlusconi», afirmó ante el juez el «arrepentido». «Yo pregunté si era el de Canale 5 y me dijo que sí, y que también estaba un paisano nuestro, Dell’Utri. Graviano dijo que gracias a la seriedad de estas personas teníamos el país en nuestras manos».

En cuanto al ideario y principios de Dell’Utri bastan algunas perlas: «Mussolini perdió la guerra porque era demasiado bueno. […] He descubierto en los diarios de Mussolini la figura de un gran hombre»[303], «A mí la política me importa un pito, yo fui candidato para no terminar en prisión»[304].

La presencia de Marcello Dell’Utri, al más alto nivel de Telecinco en España muestra hasta qué punto la parte más oscura de las finanzas corruptas italianas y la mafia se instalaron en el panorama audiovisual español. La capacidad de este político y financiero italiano para evadir la prisión es impresionante; la demuestra cada día en su país y la demostró en España tras diez años de proceso judicial. El juez que logró encarcelar a Pinochet no pudo con Dell’Utri ni con Berlusconi.

Alejandro Echevarría

Nacido en Bilbao, fue consejero delegado del Grupo Correo desde 1980 hasta febrero de 2001. Ha sido presidente de la AEDE, presidente de Editores Asociados para la Televisión Independiente (TEVISA) y presidente del Círculo de Empresarios Vascos 2005 y 2006.

En la actualidad, es presidente de Telecinco desde el 15 de mayo de 1996. También es consejero de Endesa, Tubacex, Acciona, Consulnor y CVNE; presidente de Uteca (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas) y patrono de las fundaciones Novia Salcedo, Plan España y FAD[305]. Alejandro Echevarría perteneció al consejo de administración de Vocento hasta marzo de 2008, fecha en que este grupo comenzó su desinversión en el canal de televisión. Sin embargo siguió vinculado a Vocento y perteneciendo a los consejos de administración de las sociedades editoras de El Correo, El Diario Vasco y El Diario Montañés.

Su concepto de televisión lo mostró cuando afirmó que Telecinco es «una empresa que produce televisión para vender publicidad». Posteriormente añadió que la frase se había sacado de su contexto[306]. Más tarde, preguntado como presidente de la Uteca sobre fórmulas y modelos de futuro de la televisión respondió que «cualquier modalidad que sea capaz de aportar un ingreso será lógicamente positiva»[307]. O dicho de otra manera, todo lo que dé dinero sirve. Desde su cargo en la patronal de televisiones comerciales también se pronunció por la existencia de un consejo audiovisual, pero que había que vigilar «más la televisión pública que la privada», en cambio para los contenidos se mostró partidario de la «autorregulación»[308]. Asimismo ha sido un defensor de la concentración de medios, según afirmó: «La dimensión de las empresas de comunicación en España es limitada en comparación a las de nuestro entorno». En su opinión cualquier legislación que trate de limitar la concentración de medios en pocas firmas «no será inteligente y tampoco justa, porque hoy en nuestro país la pluralidad está garantizada»[309].

Sueldos millonarios

Según el último informe anual de política redistributiva disponible en la web de Gestevisión Telecinco, los consejeros de la empresa recibieron en 2008 en concepto de retribución anual fija y dietas de asistencia 1.244.500 euros. A ello hay que sumar lo retribuido al presidente y a los consejeros delegados. Así, el presidente del consejo de administración, Alejandro Echevarría Busquet, cobraría 808.302,56 euros y los consejeros delegados Paolo Vasile y Giuseppe Tringali, 1.183.160,96 y 1.144.026,79, respectivamente[310]. Además hay que añadir los derechos sobre acciones, las denominadas stock options. En el ejercicio 2008 les concedieron a ambos 154.675 derechos de opción, equivalentes a 154.675 acciones, ejecutables a partir del 30 de julio de 2011 hasta el 29 de julio de 2013 y cuya liquidación se efectuará mediante entrega de los valores previo pago de un precio fijado en 8,21 euros. Una de las curiosidades de la política de retribución a los miembros del consejo de administración es que el hijo del Silvio Berlusconi, Pier Silvio Berlusconi, cobró 60.000 euros en 2008 como miembro del consejo de administración sin haber asistido a ninguna reunión. Eso sucede porque la política de la empresa es pagar esa cantidad como retribución fija a la cual se suman luego las dietas de asistencia a las reuniones.