Según su página web, Promotora de Informaciones, S.A. (Prisa) es el primer grupo de medios de comunicación en los mercados de habla española y portuguesa, líder en educación, información y entretenimiento[*]. Presente en 22 países, principalmente en América Latina, Brasil, Portugal y Estados Unidos.
Nacido en 1972, Prisa está configurado en cuatro grandes áreas de negocio: Edición-Educación-Formación, Prensa, Radio y Audiovisual, a la que se une una unidad digital que opera a nivel transversal[184]. Una prueba de su influencia la encontramos en una afirmación del vídeo corporativo que difunden en su web oficial: «Cincuenta millones de personas descubren el mundo cada día a través del Grupo Prisa»[185], o dicho de otra manera, el mundo, para 50 millones de personas, es tal como lo presenta Prisa. El Grupo Prisa, dada su excepcional importancia empresarial, su capacidad de influencia mediática y su estrategia de apostar a conseguir la mayor capacidad de influencia política y social, se ha encontrado siempre en el ojo del huracán del debate político y mediático. En otros capítulos hemos analizado algunos acontecimientos en los que Prisa ha tenido un papel protagonista, como el conflicto de plataformas digitales y las dos denominadas guerras del fútbol (véase capítulo Antena 3 y Mediapro).
Prensa diaria
El País. Es el diario español de mayor difusión e influencia. Su primer número apareció el 4 de mayo de 1976.
As. Diario deportivo. Se edita desde 1996.
Cinco Días. Diario económico.
Revistas
Bajo la empresa Progresa (Promotora General de Revistas) edita desde 1987 revistas propias y para terceros. Participa en más de 30 cabeceras en el mercado español. Entre ellas destacan: Cinemanía, Rolling Stone, Gentleman, La Revista 40, Claves, Car, Business Traveller (Cinco Días), y Art&Co, la revista oficial de la feria internacional de arte ARCO. Edita el Anuario de El País y el Anuario de los Vinos. También elabora revistas para grandes empresas, por ejemplo Europa (Air Europa), La Caja (Caja Madrid), En Punto (Renfe), Azul Marino (Acciona), Viajeros Barceló (Grupo Barceló), entre otras[186].
Radio
Unión Radio. Afirma que es el mayor grupo radiofónico de habla española con más de 1.250 emisoras entre propias y asociadas distribuidas por España, Estados Unidos, México, Colombia, Costa Rica, Panamá, Argentina y Chile. Hasta 2008 estaba participada en un 80 por 100 por Prisa y en un 20 por 100 por el Grupo Godó. Ese año se aprobó la entrada en su accionariado, mediante una operación mixta de compra de acciones y ampliación de capital, del fondo británico de capital privado 3i, con una participación que llegaría hasta el 16,63 por 100. El objetivo era impulsar el desarrollo de la compañía radiofónica en América Latina y en especial en el mercado hispano de Estados Unidos.
En España, Unión Radio cuenta con la Cadena SER como buque insignia, que suma 499 emisoras entre propias, asociadas y afiliadas. Completan la oferta cinco cadenas musicales: Los 40 Principales, Cadena Dial, M-80 Radio, Radiolé y MáximaFM, y una fórmula deportiva, Ona Catalana.
Música
Gran Vía Musical (GVM). Centra su actividad en la promoción y producción de eventos musicales, y en el seguimiento de carreras artísticas a través de Planet Events, así como en los derechos editoriales musicales con Nova y Lirics & Music.
A comienzos de 2008, GVM adquirió una participación mayoritaria en la empresa española de representación y contratación artística Rosa Lagarrigue Management (RLM), que cuenta con músicos como Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Marlango, Revólver, Raphael, Paloma San Basilio y Alberto Iglesias, y de la compañía Merchandising On Stage (MOS), dedicada a la gestión integral de los derechos de artistas y marcas relacionadas con el mundo del ocio y entretenimiento.
Audiovisual
TELEVISIÓN DE PAGO
A través de la plataforma por satélite Digital+. Su oferta incluye más de 150 canales. La empresa que lo comercializa es Sogecable, íntegramente propiedad de Prisa.
TELEVISIÓN EN ABIERTO
Cuatro. Fundada en 2006.
Su oferta en TDT incluye Cuatro, CNN+ (participada al 50 por 100 con Time Warner[187]) y 40 Latino. También a través de Sogecable.
Producción audiovisual
Sogecine. Productora de cine en España.
Sogepaq. Empresa del área de cine de Sogecable dedicada a la adquisición, gestión y comercialización de derechos audiovisuales para salas, vídeo, distribución internacional y televisión. También distribuye películas en el extranjero.
Iberbanda
Participa con un 21,69 por 100 en el capital de Iberbanda, operador de telecomunicaciones en banda ancha a través de radiofrecuencia, que ofrece servicios de acceso a internet de alta velocidad, telefonía y transmisión de datos a usuarios profesionales y particulares.
Comercial y marketing
Posee cuatro empresas de publicidad y marketing: Gestión de Medios (GdM), Box Publicidad, Sogecable Media y Prisa Innova.
Mediante la empresa GdM gestiona la publicidad no sólo en algunas cadenas de radio y televisión del grupo, sino también en otras que no lo son. Por ejemplo en televisión en las autonómicas de Andalucía, Canarias, Aragón, Galicia y Castilla-La Mancha. Y a nivel internacional en toda la red de la CNN[188].
Santillana
Las actividades en edición, educación y formación se desarrollan a través de Santillana. Está en 22 países y sus productos son: edición de textos escolares (Santillana Educación), formación de directivos (Instituto Universitario de Posgrado-IUP), educación on-line (Santillana en Red), libros de idiomas (Richmond, Santillana Français, Santillana ELE, Santillana Español), la edición general (con marcas como Alfaguara, Taurus, Aguilar, Objetiva o Salamandra) y la distribución (Ítaca).
Imprenta
Posee el 40 por 100 de la imprenta Dédalo Grupo Gráfico[189].
A la vista de lo anterior, podemos coincidir con el periodista Jesús Cacho que expresaba de esta forma tan gráfica en 1999 el poder del Grupo Prisa:
Cualquier españolito puede educarse con los libros de texto de Santillana, bailar en su juventud al ritmo de Los 40 Principales, estar informado en su madurez leyendo El País, invertir su dinero con la ayuda de Cinco días, seguir los avatares de su equipo de fútbol favorito con el diario As, aficionarse a la literatura con los libros de Alfaguara, salir de viaje con las guías de El País-Aguilar, tomarse unas vacaciones en los hoteles de la cadena Tropical[190], regalar discos a sus amigos comprados en las tiendas Crisol[191], animarse con el porno del viernes noche en Canal+ o ver una película producida por Sogetec en uno de sus multicines en Lusomundo[192]. Incluso, si se aburre, pasear por el Retiro madrileño con la sintonía de la SER pegada a la oreja[193].
Fuera de España
Sin lugar a dudas Prisa es el grupo español con más presencia e influencia internacional, en especial en el mundo latinoamericano. El diario El País es un referente mundial no sólo entre los hispanohablantes sino también en Europa, donde la prensa del continente tiene a este periódico como modelo de información sobre América Latina.
Si repasamos las empresas y medios de comunicación en los que Prisa tiene la propiedad, total o parcial, los encontramos prácticamente en todos los países latinoamericanos, excepto en los de Centroamérica, lo que convierte a Prisa en un agente político de primer orden y explica su alto nivel de intencionalidad informativa respecto a las acciones de los Gobiernos de estos países. Todo hace pensar que los cambios de accionariado y socios ocurridos en los primeros meses de 2010 se reflejarán, más si cabe, en esta intencionalidad. Su nueva relación con Telefónica y la presencia estadounidense en el accionariado del grupo —temas que más adelante trataremos— seguro que supondrán una influencia de esos intereses económicos en la línea editorial de los medios de Prisa. Repasemos ahora la presencia de Prisa por países.
Francia
En 2005 amplió al 15,01 por 100 su participación en Groupe Le Monde et Partenaires Associés (MPA), editora del rotativo francés Le Monde. El 21 de junio de 2010 Prisa anunció que estaba interesada en ampliar su presencia en el diario francés, y presentaba una oferta conjunta con un consorcio de empresas compuesto por Le Nouvel Observateur y France Telecom. El periódico francés lanzó una operación de capitalización con socios exteriores porque necesitaba varias decenas de millones de euros de dinero fresco para evitar una suspensión de pagos. Para ello contaba con dos candidatos. La integrada por Prisa tenía el apoyo del presidente conservador Nicolas Sarkozy, puesto que junto a Prisa se encontraba France Telecom, una compañía que es propiedad del Estado francés al 26 por 100 y dirigida por Stéphane Richard, un hombre de Sarkozy y ex director de gabinete de la ministra de Economía, Christine Lagarde. Sin embargo, la Sociedad de Redactores de Le Monde (SRM), principal accionista del grupo propietario del diario, la rechazó. El 90 por 100 de los redactores votaron a favor de otra segunda opción presentada por los tres empresarios franceses, Matthieu Pigasse, Xavier Niel y Pierre Bergé. Finalmente, el 27 de junio, la decisión definitiva del consejo de vigilancia del grupo francés Le Monde fue de apoyo a la oferta de los empresarios franceses y desecharon la participada por Prisa.
Portugal
Desde noviembre de 2005 Prisa es el accionista de referencia del Grupo Media Capital. Dentro de él se encuentra Media Capital Edições (MCE), que edita en Portugal las revistas Lux, Lux Woman, Grazia, Maxmen, Casas de Portugal, Portuguese Wines Briefing, Poste.
A través de Media Capital Radio (MCR), desarrolla sus actividades en el mercado radial de Portugal con las cadenas generalistas Rádio Clube, y las musicales Rádio Comercial, Cidade FM, Best Rock FM, Romântica FM y M80. En internet, Media Capital cuenta con el portal de radio Cotonete.
Media Capital está también en los sectores de la producción y distribución de música, con la discográfica portuguesa Farol, y la distribución de cine y DVD con la empresa CLMC.
En el área de Producción audiovisual, Prisa posee en Portugal Plural/NBP, también perteneciente a Media Capital. Esta compañía aglutina la producción de contenidos de cine y televisión para España, Portugal y Estados Unidos.
Plural Entertainment. Productora de contenidos audiovisuales de Portugal, presente también en los mercados de habla hispana.
En abierto posee los canales de televisión TVI, y TVI 24 horas.
IOL. Aglutina los contenidos en internet del Grupo Media Capital.
En su proceso de desinversiones, Prisa inició la venta de parte de sus acciones en Media Capital como veremos más adelante.
Mediante Santillana está presente en Portugal a través de Constância Editores y Editora Objectiva.
América
Además de la edición internacional de El País, que se imprime en México y Buenos Aires para todo el continente, en Bolivia, Prisa ha sido hasta 2009 propietaria del diario Extra y de La Razón, el de mayor peso del país sudamericano.
Grupo Latino de Radio (GLR)
Propiedad íntegramente de Unión Radio. GLR (Grupo Latino de Radio) engloba los activos de radio fuera de España. Está presente en México, Panamá, Costa Rica, Chile, Argentina y Colombia.
Estados Unidos
Posee dos emisoras de radio que emiten en español, una en la zona de Los Ángeles y en el sur de California y otra en Miami.
GLR Networks, empresa productora y distribuidora de programas y espacios comerciales con 144 emisoras afiliadas.
V-me Media Inc. Posee un 17 por 100 del accionariado. Televisión en abierto que también se distribuye por sistemas de cable.
México
En México, Unión Radio opera a través de Radiópolis, participada al 50 por 100 por Televisa. A través de sus 121 emisoras, propias y afiliadas, cuenta con tres líneas de programación fundamentales: W Radio para programación hablada, Bésame y 40 Principales para la radio musical. La edición internacional de El País también se distribuye en México.
Colombia
Los vínculos de Prisa con Colombia se remontan a hace varios decenios. El grupo llegó a Colombia como patrocinador de la Fundación Santillana y como un inversionista pasivo y minoritario en Caracol Radio (hoy es el accionista mayoritario). El periodista Jorge Child denunció el llamado Plan Lector, promovido por la Fundación Santillana a partir de 1991, orientado a la compra obligatoria de textos escolares (60 por 100 del total de la venta de libros), con el Estado colombiano como cliente mayoritario[194]. Para comprender cómo se consigue esto quizá pueda ayudar el dato de que en la nómina de Editorial Santillana en Colombia se incluyó a Diego Betancourt, hijo del presidente Belisario Betancourt, y lo mismo sucedió con familiares cercanos al presidente posterior, Virgilio Barco. Cinco ex presidentes de la República de Colombia acabaron en el Patronato de la Fundación Santillana para Iberoamérica[195].
En 1999 Prisa compró el 19 por 100 de Caracol al Grupo Empresarial Bavaria. En 2002 se anuncia la firma en Bogotá de un acuerdo con este grupo empresarial para la constitución de una sociedad holding a la que ambos aportarán sus acciones de Caracol Radio y de GLR. La nueva sociedad estará participada inicialmente por Prisa en un 60 por 100 y por Valores Bavaria y otros accionistas minoritarios en un 40 por 100[196]. A partir de ahí comenzaría su expansión por el continente. En 2004 Prisa pasó a controlar el 100 por 100 del GLR. Hoy, a través de Radio Caracol, produce y distribuye en Colombia hasta 10 líneas de programación en diferentes formatos de música y radio hablada.
En el capítulo dedicado al Grupo Planeta se detalla el conflicto entre ambos grupos por el control de los medios de comunicación en Colombia.
Chile
En 2008, Unión Radio integra a IberoAmericana Radio Chile, con 140 emisoras propias, y Consorcio Radial de Chile (CRC). Además, lanzó un nuevo formato de radio hablada, ADN Radio Chile, que se unió a los ya existentes 40 Principales, Radioactiva, Radio Corazón, FMDos, Radio UNO, Rock&Pop, Pudahuel FM, Futuro, Radio Imagina y Concierto.
Brasil
A través de Santillana posee Editora Moderna y Editora Objetiva, especializadas en textos escolares y edición general, respectivamente.
Acuerdos con otros grupos de comunicación
Sogepaq comercializa a través de 20th Century Fox Home Entertainment un extenso catálogo de títulos en soporte DVD.
El País mantiene, desde 1998, acuerdos con The New York Times y Le Monde, a cuyo accionariado pertenece Prisa. Con The New York Times elabora un suplemento en español con contenidos exclusivos del rotativo estadounidense. Por otra parte, The Internacional Herald Tribune incluye en su edición diaria en España una versión inglesa de los contenidos más importantes de El País.
También tiene acuerdo con Televisa en México, debido a que Prisa tiene el 50 por 100 de las acciones de Radiópolis, y el otro 50 es de Televisa.
Recordemos que con Times Warner se reparte por igual la propiedad de CNN+.
Prisa y Zeta comercializan juntos la publicidad de sus medios de prensa, lo que les ha supuesto, como comentábamos antes, un expediente por parte de las autoridades españolas que supervisan la libre competencia.
Accionistas
Hasta que entró en crisis, el accionista de control de Prisa era el Grupo Timón, fundado en 1972 por Jesús Polanco (fallecido en julio de 2007) y Francisco Pérez González, y propiedad de las familias de ambos. El Grupo Timón, de forma directa o a través de su posición en Promotora de Publicaciones (Propu), controlaba más del 60 por 100 del capital de Prisa. Propu era el primer accionista del grupo, con un 44,53 por 100 de sus acciones, y Timón poseía el 18,47 por 100. Los partícipes de Propu son, fundamentalmente, los fundadores del diario El País y su entorno familiar[197].
En el «Acuerdo de compromiso de voto a favor del acuerdo de aumento de capital en Promotora de Informaciones» (más adelante trataremos este acuerdo), firmado por Ignacio Polanco en nombre de Rucandio y Martin E. Flanklin en representación de Liberty, y enviado a la CNMV, podemos observar, en su primer punto, a título de curiosidad, los complejos términos de la propiedad de la familia Polanco en Prisa:
Que Rucandio es una sociedad española que controla directamente e indirectamente el 70,067 por 100 de las acciones representativas del capital de la Sociedad Promotora de Informaciones, S.A. (en adelante «PRISA»). En concreto, RUCANDIO controla directamente el 56,53 por 100 de TIMÓN, S.A. Que a su vez ostenta directamente un 3,617 por 100 de las acciones de PRISA; TIMÓN, S.A., a su vez, controla el 100 por 100 de ASGARD INVERSIONES, S.L.U., que es propietario directo de 16,194 por 100 de las acciones de PRISA. RUCANDIO también controla directa e indirectamente el 54,51 por 100 de PROMOTORA DE PUBLICACIONES, S.L. que tiene una participación directa en PRISA del 40,649 por 100 del capital social. Finalmente, ROCANDIO controla indirectamente el 100 por 100 del capital de SABARA INVESTMENT, S.L. que posee el 9,451 por 100 de las acciones de PRISA[198].
Más adelante veremos cómo queda el accionariado de Prisa tras los cambios sucedidos en los últimos meses.
Si observamos las personas que integran el consejo de administración de Prisa y los vocales de la comisión ejecutiva[199] descubriremos que también son consejeros o altos cargos de empresas como las siguientes: constructoras e inmobiliarias como Aguirre&Newman, Sacyr Vallehermoso, Libertas 7, S.A., Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas; financieras y bancos como Banco de Valencia, Corporación Caixa Galicia, Apax, Qualitas Equity Partners, Qualitas Venture Capital; de energía como Abengoa, Bioetanol Galicia, Telvent; textiles como Armani y Adolfo Domínguez. Y además Altadis, Vodafone, Roche Farma o Iberia. Es evidente que, de algún modo, se debe reflejar en la línea informativa del grupo que los gestores de la empresa cobren también de todas esas firmas.
Historia[200]
La historia del grupo se remonta a la fundación de la Editorial Santillana por Jesús Polanco en 1958.
El día 4 de mayo de 1976 sale a la calle el primer número del diario El País. En 1985 Prisa se convierte en accionista mayoritario de la Cadena SER.
Sogecable lanza en 1994 Canal Satélite Digital. En 1997 presenta la primera oferta europea de televisión digital de pago en castellano, vía satélite.
En 2000 Prisa comienza a cotizar en la Bolsa de Madrid.
En mayo de 2002, Sogecable y Telefónica alcanzan un acuerdo para la integración de las plataformas digitales Vía Digital y Canal Satélite Digital (véase capítulo Antena 3).
En julio de 2007, fallece, a los setenta y siete años de edad, Jesús Polanco, fundador y presidente de Prisa.
Su hijo Ignacio Polanco es nombrado presidente de Prisa.
Jesús Polanco recibe en 2008, a título póstumo, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, que otorga el Consejo de Ministros.
Prisa culmina en 2008 la OPA sobre Sogecable con el 100 por 100 de las acciones.
En 2009 Prisa extiende un año su crédito puente concebido inicialmente para financiar la OPA sobre Sogecable.
Ese mismo año llega a un acuerdo con Mediapro que pone fin a «la guerra del fútbol», si bien una sentencia judicial y una decisión de Sogecable reabren el conflicto en junio de 2010 (véase capítulo Mediapro).
A lo largo de 2009 y 2010 la desesperada situación económica del grupo lo lleva a un proceso de desinversiones y venta que termina con una menor presencia accionarial de Prisa en muchas de las compañías y la familia Polanco pasa de controlar el 70 por 100 de las acciones a un 30 por 100.
Nombres propios
Jesús Polanco
Nació en 1929. El periodista Antonio Izquierdo, ex director del desaparecido diario Arriba, y el profesor de la Facultad de Periodismo de Madrid Enrique de Aguinaga, le relacionan (de muy joven) con el Frente de Juventudes franquista. En 1958 creó la Editorial Santillana, pero el periodista Jesús Cacho sitúa el despegue económico de la empresa de Jesús Polanco en 1970. Según señala Cacho, la editorial recibió un trato privilegiado con altos cargos del franquismo, en concreto de un subsecretario de Educación que le proporcionó con antelación, y en exclusiva, los planes educativos de la Educación General Básica (EGB). De este modo, antes de que dichos planes se aprobasen y se hicieran públicos, Santillana ya tenían los libros impresos, empaquetados y listos para la distribución[201]. Fue en ese momento cuando Polanco descubriría la importancia que tenía en los negocios las relaciones con el poder político. Jesús Cacho detalla en su libro, El negocio de la libertad, el proceso de enriquecimiento de Jesús Polanco en América Latina a la sombra de los Gobiernos de esos países. Comienza en 1968 en Chile con la ayuda del Opus Dei, seguido de Perú y Argentina. Los dictadores que en aquella época hacían y deshacían en el Cono Sur mostraron buena disposición para los negocios. Según Cacho, a Polanco no le faltó el apoyo del entonces ministro Manuel Fraga y del Instituto de Cooperación Iberoamericana. En 1973 fundó con otros socios el Grupo Timón, mediante el cual manejaría sus inversiones.
El secreto de Polanco siempre han sido sus relaciones con los Gobiernos. Según señala Cacho, «si en los primeros años de la década de los setenta las buenas relaciones con el franquismo y el Opus Dei fueron la palanca que ayudó a Polanco a hacer negocios con las dictaduras de la región, tras la llegada de la democracia y, en especial, con la victoria electoral del PSOE en el 1982, su estrategia dio un giro de ciento ochenta grados». Los negocios de Polanco durante el gobierno de Felipe González siguieron viento en popa gracias a los multimillonarios ingresos que sus empresas lograron de los denominados Fondos de Ayuda al Desarrollo, créditos que se otorgaban a países, en su mayoría latinoamericanos, con la condición de que fuesen destinados a compras o servicios de empresas españolas.
En cuanto al diario El País y el nacimiento de Prisa, Polanco se incorporó al proyecto de ponerlo en marcha año y medio después de la formalización registral de Promotora de Informaciones, S.A., con Franco todavía vivo. Cuando salió el diario, el 4 de mayo de 1976, afirmaban que los propietarios de Prisa eran 1.096 y que ninguno de ellos poseía más del 10 por 100 del capital social. Desde ese mismo momento estalló una guerra sin cuartel entre los más destacados accionistas por hacerse con el control del periódico. En 1980 el acuerdo fundacional de no acumular acciones ya se había convertido en papel mojado y Polanco, ya aliado con Juan Luis Cebrián, poseía el 10 por 100. En 1983 era dueño del 20 por 100 y contaba con el respaldo del 75 por 100 del accionariado en la junta de accionistas. El porcentaje de Jesús Polanco en Prisa fue aumentando hasta llegar a presidente y controlar de forma directa o indirecta el 70 por 100.
Una muestra de la influencia de Jesús Polanco en la vida política española es el hecho de que el juez que lo procesó en 1997 por apropiación indebida terminó condenado por prevaricación. En 2008 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, estableció que en el juicio contra el juez «ha habido violación del art. 6.1 del Convenio [Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales]», que establece que «toda persona tiene derecho a que su causa sea oída… por un tribunal independiente e imparcial». El director de ABC en aquellos años, Luis María Anson, hizo popular la denominación Jesús del Gran Poder, para referirse al patrón de Prisa.
El culto y la reverencia en el Grupo Prisa a la familia Polanco es impresionante. La muerte del patriarca ocupó el titular a toda plana de El País el 27 de julio de 2007, e informaciones, reportajes, artículos de opinión y esquelas que ocuparon un total de 26 páginas, casi el mismo espacio que dedicaron a los atentados del 11-S (29 páginas) en la edición del 12 de septiembre de 2001. Al día siguiente, la noticia de su entierro se daba con el titular a cuatro columnas «Adiós al editor que fue baluarte de la libertad». Según la revista Forbes, Polanco, el año de su muerte, ocupaba el puesto 287 entre los hombres más ricos del mundo, con una fortuna estimada el año anterior en 2.200 millones de euros.
Juan Luis Cebrián
Nacido en 1944. Hijo de Vicente Cebrián, alto cargo de la prensa del régimen franquista y director del diario Arriba, órgano de comunicación de la Falange Española. La muerte de Franco le pilló como jefe de los servicios informativos de RTVE. Desde ese cargo pasó a ser el primer director del diario El País, cargo que ocupó hasta noviembre de 1988, cuando pasó a ser consejero delegado del Grupo Prisa.
Ha participado en diversas reuniones del Grupo Bilderberg[202]. El Grupo Bilderberg o Club Bilderberg, es una conferencia anual que reúne a las personas más poderosas del planeta. Entre sus participantes se cuentan los máximos dirigentes de instituciones como el FMI y el Banco Mundial, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, la CIA y el FBI; primeros ministros europeos y líderes de la oposición; y presidentes de las 100 mayores empresas mundiales, como Coca Cola, British Petroleum, JP Morgan, American Express y Microsoft. El contenido de sus conversaciones es secreto, por lo que son numerosas las elucubraciones en torno a sus planes e intenciones. Se les ha llegado a denominar «los dueños del mundo».
Su apoyo a Jesús Polanco fue absoluto, y su papel en las maniobras para conseguir que éste lograse el control de Prisa, fundamental. Uno de los accionistas que perdió aquella batalla, Darío Valcárcel, lo definió como «un necio convertido en capataz de Jesús Polanco»[203]. Durante el gobierno de Felipe González, Cebrián era considerado el hombre del PSOE en Prisa. O el hombre de Prisa en el PSOE, según se mire. El director de Interviú de entonces, Pablo Sebastián, cuenta que, durante 1986, en vísperas del referéndum de la OTAN convocado por Felipe González, le preguntó a Cebrián: «En el tema de la OTAN, ¿te vas a poner de rodillas ante el Gobierno?». Juan Luis Cebrián le respondió: «No hay nada que hacer. Tú tendrás que poner el culo y yo una pierna»[204].
Cebrián posee el 0,566 por 100 de las acciones del grupo, siendo el miembro del consejo que tiene más acciones a título individual[205]. Una parte indirecta de sus acciones lo son a través de la empresa Jurate Inversiones y de la Sicav Sapri Inversiones 2000.
Cebrián se creció tras la muerte de Jesús Polanco. Javier Ortiz contaba que desde entonces Juan Luis Cebrián «es todo soberbia y prepotencia. No tolera que nadie ni nada lo contraríe. Hay quien dice que se le ha ido la olla, sin más»[206].
Rodolfo Martín Villa
Presidente de Sogecable desde 2003. Durante el franquismo ocupó diferentes cargos, entre otros, jefe nacional del Sindicato Español Universitario (1962-1964), gobernador civil y jefe provincial del Movimiento en Barcelona (1974), ministro de Relaciones Sindicales (1975) y procurador en Cortes.
Martín Villa, siendo ministro, estuvo estrechamente vinculado con la matanza policial de Vitoria, el 3 de marzo de 1976. Murieron cinco personas y hubo otros 100 heridos de bala por la actuación de las fuerzas policiales en el transcurso de una asamblea de trabajadores. El periodista Javier Ortiz recordó que Martín Villa fue encargado por el presidente del Ejecutivo, Arias Navarro, para que asumiera in situ la acción del Gobierno durante la crisis, e incluso él mismo ha comentado alguna vez con vivo desagrado cómo fue abucheado e insultado en Vitoria por los familiares de las víctimas[207]. El documental titulado Llach, la revolta permanent, dirigido por Lluís Danés recoge aquellos acontecimientos e incluye declaraciones elocuentes de Martín Villa.
El presidente de Sogecable, Rodolfo Martín Villa (segundo por la derecha), haciendo el saludo fascista durante su periodo como ministro del franquismo
El independentista canario Antonio Cubillo Ferreira también responsabiliza a Martín Villa, entonces ministro del Interior, del atentado que sufrió en Argel en abril de 1978[208].
Fue también durante su etapa de ministro del Interior en la transición cuando la policía asesinó el 8 de julio de 1978 a Germán Rodríguez en la plaza de toros de Pamplona por haber desplegado una pancarta en los Sanfermines; hubo otros 100 ciudadanos heridos, 10 de ellos de bala. Tres días después, durante las protestas por ese asesinato, otro policía mataba de un disparo a otro manifestante de diecinueve años, Joseba Barandiaran[209]. Las investigaciones gubernamentales nunca dieron resultados. Nadie fue castigado ni destituido, ni los mandos policiales ni el gobernador civil de la provincia. Así recordaba Javier Ortiz el aniversario de la primera muerte:
[…] el asesinato de Germán Rodríguez, que murió baleado ahora hace justo 30 años a manos de la Policía que comandaba Rodolfo Martín Villa, entonces jefe de la represión franquista y en la actualidad presidente de Sogecable. Sus esbirros entraron en la plaza de toros de Pamplona a tiro limpio y provocaron casi un centenar de heridos.
[…] Confío en que la buena gente de Pamplona, que es mucha, rendirá también este año el debido homenaje a Germán Rodríguez.
Algo me dice que no lo retransmitirá Canal+[210].
Martín Villa dirigió después la corporación eléctrica Endesa, a la que los indígenas mapuche chilenos responsabilizan de la represión por el control de los recursos naturales en su región[211]. En el año 2000, junto a otros grandes empresarios españoles con intereses en Chile (Emilio Ybarra, presidente del Banco Bilbao Vizcaya, y Emilio Botín, del Santander), transmitió al Gobierno de José María Aznar las consecuencias negativas para sus inversiones que se derivaban del procesamiento del dictador Pinochet en España[212]. El abogado Roberto Celedón denunció en el documental Apaga y Vámonos, de Manel Mayol, que Martín Villa se reunió en Londres con Margaret Thatcher para intervenir a favor de la liberación de Pinochet
Vías de intervención social
Prisa ha intentado ser algo más que un grupo de comunicación, su estrategia era ser un agente político e ideológico de primer orden. No solamente quería serlo, sino que además lo necesitaba para poder mantener su aparato empresarial en el mundo de habla hispana. Recordemos, por ejemplo, que cuenta con 128 millones de libros de texto vendidos cada año en Iberoamérica[213]. Veamos en qué consiste el aparato de intervención social del Grupo Prisa:
Desde 1986 posee la Escuela de Periodismo, fruto de un acuerdo con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) por el que se creó la Fundación Escuela de Periodismo, una institución de carácter docente, creada al 50 por 100 entre Prisa y la UAM. A través de esta escuela colabora en la Fundación Nuevo Periodismo Latinoamericano, dirigida por Gabriel García Márquez.
Premios Ortega y Gasset. Creados en 1984 por el diario El País. Existe en ellos una clara intencionalidad ideológica al premiar, por ejemplo, a dos personajes cuya trayectoria va unida a su oposición a la Revolución cubana como Raúl Rivero y Yoani Sánchez; o comercial, porque el último premio de periodismo impreso se lo han concedido a ellos mismos, en concreto al equipo de investigación del propio periódico de Prisa[214].
Premios Ondas. Los concede a profesionales, empresas y trabajos nacionales e internacionales del mundo de la radio, la televisión, la publicidad, el cine y la música.
Premios 40 principales.
Premio Alfaguara de Novela. Como en el caso de muchos otros premios literarios consiste en que la editorial crea un premio con el nombre de la editorial para concedérselo a un libro que editará la propia editorial.
Fundación Santillana. Constituida en 1979, desarrolla sus iniciativas en un amplio marco de cooperación, tanto en el ámbito nacional como internacional, en especial con Iberoamérica. Organiza y promueve eventos culturales en España, Argentina, Brasil, Colombia, México, Puerto Rico y Venezuela.
Premio Santillana de Experiencias Educativas. Con ediciones en España, Portugal, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y Venezuela.
La Fundación Santillana, en colaboración con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), instituyó en 2008 el Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco, hija de Jesús Polanco, fallecida en 2008. Estos premios sirven para fomentar determinadas líneas ideológicas y editoriales. El premio en su primera edición en octubre de 2009, dotado con 100.000 dólares, fue para el cubano residente en México Rafael Rojas. Se trata de un colaborador de El País, gran activista contra la Revolución cubana.
La Fundación Santillana y la Universidad Autónoma de Madrid crearon la Cátedra de Estudios Iberoamericanos Jesús Polanco.
Premio Internacional Don Quijote de la Mancha. Nace en 2008 como una iniciativa de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Fundación Santillana. Se concede a la mejor labor institucional y a la trayectoria individual más destacada.
Proyecto Cultural Territorio La Mancha. Lo justifica afirmando que «como grupo líder de comunicación en español, Prisa ha asumido como propia la tarea de dar un impulso a la difusión internacional de la lengua española, así como la promoción de la cultura en español». Así, en colaboración con Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, convoca premios, organiza encuentros y promueve convenios con universidades estadounidenses.
Premios a la Innovación Empresarial. Entregados por el diario económico Cinco Días.
La caída de Prisa
El problema de subir muy alto es que, además de ser más dura la caída, todo el mundo te ve cuando te precipitas. Y eso para una empresa que cotiza en Bolsa no es bueno. Tras una enloquecida expansión empresarial en la península Ibérica, América Latina y Estados Unidos, Prisa inicia el año 2009 en una situación económica desesperante[215]. El año anterior el valor en Bolsa de sus acciones se desplomó en torno a un 80 por 100. Su beneficio neto (83 millones de euros) se redujo un 56,8 por 100 por lo que suspendió el pago de dividendos a sus accionistas por primera vez desde que empezó a cotizar, en el año 2000. El principal problema de Prisa entonces era una deuda de alrededor de 5.000 millones de euros, que debía ir renegociando periódicamente con el grupo de bancos acreedores. Prisa y su proyecto de televisión de pago comenzaron su declive en su enfrentamiento con el Gobierno de José María Aznar, la «guerra del fútbol» y la de las plataformas digitales (véase capítulo Antena 3). Once años después de que la emisión de los partidos fuese declarada de interés general, Prisa vivió otra guerra del fútbol con Mediapro y bajo un gobierno socialista (véase capítulo Mediapro). El desarrollo de internet, las nuevas licencias de TDT de pago y el fin del privilegio para los derechos de la emisión del fútbol por imperativo de la Comisión Nacional de la Competencia ha despojado a Digital+ de su principal razón de existencia. Pero, sin duda, fue la OPA sobre Sogecable para lograr el 100 por 100 de las acciones lo que dejó noqueadas las cuentas del grupo.
Ya en julio de 2008, el banco estadounidense Citigroup difundía un informe demoledor sobre Prisa en el que recomendaba no comprar sus acciones y reducía un 34 por 100 su previsión de beneficios en 2008 y un 51 por 100 en 2009, debido a la ralentización del mercado publicitario en España[216].
Las ventas de propiedades del grupo comenzaron en 2007, cuando cedió al Grupo Alfonso Gallardo la propiedad de El Correo de Andalucía y el 59,27 por 100 del capital social del Diario Jaén. En mayo de 2008 Prisa tuvo que dejar su casa en propiedad e irse a vivir de alquiler. Anunciaba la venta de su sede en la Gran Vía madrileña, así como el edificio de El País en Madrid (calle Miguel Yuste) y de Radio Barcelona (calle Caspe) a la sociedad inmobiliaria Longshore. Con la venta de estos edificios, Prisa obtuvo unas plusvalías de 227 millones de euros, destinados a reducir la deuda del grupo. Al mismo tiempo que firmó el acuerdo de compraventa de estos edificios, Prisa suscribió un contrato de arrendamiento «de determinados espacios de estos inmuebles que, en el caso de El País y la Cadena SER, tendrán una duración de quince años, prorrogables»[217]. Seis meses después, en noviembre, cerraba Localia, una red de 80 emisoras locales de televisión que funcionaba desde el año 2000, y dejaba sin trabajo a 300 profesionales. Aunque argumentó su decisión en «las dificultades e incoherencia que presenta el marco regulatorio actual», la «saturación de licencias» de TDT y «el desordenado desarrollo del sector, que imposibilitan la viabilidad del proyecto», se reconoció que el cierre se precipitó por la crisis económica y la caída de la inversión publicitaria, «sin perspectivas de recuperación a corto y medio plazo»[218].
En enero de 2009, Prisa anunciaba la venta a Akaishi Investments, por 4,1 millones de euros, de su participación del 25 por 100 en el capital de la compañía boliviana Inversiones en Radiodifusión, propietaria, en este país latinoamericano, de la red de emisoras de televisión ATB[219]. Además, Akaishi Investments adquirió una opción de compra sobre las acciones que el Grupo Prisa tenía en Inversiones Grupo Multimedia de Comunicaciones, propietaria de los periódicos bolivianos La Razón y El Extra[220]. Sin embargo, toda esa entrada de dinero no era suficiente para lo que necesitaba Prisa. Para lograr calmar al consorcio de bancos acreedores[221], el grupo debe iniciar un proceso urgente de desinversiones. Durante 2009 se suceden las ventas en Prisa a grupos extranjeros. Por ejemplo, el 4,5 de sus acciones a Talos, filial financiera de la sociedad estadounidense InStore Broadcasting Network, LLC (IBN).
En septiembre de 2009 se anuncia la venta del 25 por 100 de Santillana al fondo de capital privado DLJ South American Partners, participado por Credit Suisse. Se trata de un fondo que nace de la alianza estratégica entre Credit Suisse y un equipo de gestores locales, sus inversiones se centran en Argentina, Brasil y Chile. Ese mismo día por la tarde, Prisa emite un comunicado haciendo pública la venta del 35 por 100 de Media Capital a Ongoing Strategy Investments. Lo anunciaría como «planes de incorporar nuevos socios que aporten capital, tecnología y nuevos mercados al Grupo». Ongoing Strategy Investments SGPS, S.A. es un grupo empresarial que trabaja en Portugal en el ámbito de las telecomunicaciones, media, tecnología y servicios financieros, pero también en los sectores de la energía e inmobiliaria[222]. Sin embargo esta última operación se vio abortada por las autoridades portuguesas, debido a que la empresa compradora superaba los límites de concentración permitidos por este país. La Entidad Reguladora para la Comunicación Social de Portugal condicionó la compraventa a que Ongoing Strategy Investments se desprendiera de su 20 por 100 en Impresa, grupo que controla SIC, el segundo canal con más audiencia en Portugal, algo que no se ha producido. La noticia volvía a colocar a Prisa en una delicada situación ante sus bancos acreedores. De ahí que poco después de conocerse, el grupo publicara apresuradamente una nota de prensa en la que anunciaba que había «entablado negociaciones para la incorporación de nuevos inversores portugueses en Media Capital» y llegaba a aportar un nombre: Miguel Pais do Amaral, que precisamente fue quien le vendió la empresa en 2007[223].
En noviembre de 2009 Telefónica adquiere el 21 por 100 del negocio de televisión de pago de Sogecable (100 por 100 propiedad de Prisa), desarrollado a través de Digital+[224]. Aunque los medios de Prisa anunciaban a bombo y platillo la cifra de venta, 470 millones de euros, para dar imagen de liquidez a sus acreedores, la realidad era que Telefónica pagaría 240 millones en efectivo y el resto, 230 millones, corresponde a una deuda que Prisa tenía contraída con la operadora desde 2003. Es decir, que se trataba de algo así como si el acreedor te embarga la empresa por impago. Telefónica ya fue en su día accionista de Digital+ de donde salió en mayo de 2008.
Y siguen los movimientos de capital en torno a Prisa. En diciembre se anuncia la fusión de Telecinco (Mediaset) y Cuatro (Prisa) en una empresa común. Mediaset (grupo audiovisual creado por el primer ministro italiano Silvio Berlusconi) y Prisa crearán un holding común para gestionar las dos cadenas, si bien el grupo italiano controlará el 81,7 por 100 de la empresa resultante, lo que sugiere más una absorción de Cuatro por los italianos. Prisa sólo controlaría el 18 por 100 de la empresa[225]. Los dos canales seguirán manteniéndose en antena como hasta ahora. Es decir, la fusión no será de los canales, sino de las compañías que las gestionan (véase capítulo Telecinco). El acuerdo, en septiembre de 2010, se encontraba pendiente de la aprobación por parte de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), que consideraba que podía suponer un obstáculo para «el mantenimiento de la competencia efectiva en distintos mercados audiovisuales y de comunicaciones electrónicas en España». La alianza entre Mediaset y Prisa va más allá. Y es que los dueños de Telecinco adquieren además el 22 por 100 de Digital+. El resultado es que mientras Prisa pierde el control de Cuatro sigue manteniendo el de la de pago, aunque de forma precaria, recordemos que ya Telefónica se había quedado con el 21 por 100 el mes anterior. Al final, el gran grupo multinacional español de comunicación ni siquiera tiene el control de un canal en abierto en España. Por cierto, nada de esos cambios se reflejaba en la página web de Sogecable, donde en junio de 2010 seguía apareciendo Prisa como propietaria del 100 por 100 de las acciones[226]. La falta de transparencia de su web oficial es absoluta. En el apartado de comunicación a la CNMV, la última información relevante que aparece en abril de 2010 corresponde a 2008, y en el apartado de prensa no se hace referencia a ninguna venta de acciones ni a Telefónica ni a Mediaset. Si vamos a la web de Cuatro, y si encontramos el apartado Información Corporativa (abajo del todo, en gris), sólo aparecen datos triunfantes de audiencias y títulos de programas que se emiten[227]. En cambio, el portavoz de Telecinco en España, Paolo Vasile, declaraba eufórico en la prensa italiana que, aplicando los datos de audiencia de enero de 2010, su grupo tendría tras esta compra el 24 por 100 de la audiencia española. Para ello sumaba el 15 por 100 de Telecinco, el 7,3 por 100 de Cuatro, más lo correspondiente a digital terrestre[228].
En febrero de 2010 Prisa presentaba a la CNMV sus cuentas del ejercicio 2009: sus beneficios se recortaban un 39,2 por 100 con respecto al año anterior y su resultado neto fue de 54,4 millones de euros, cuando en 2008 fue de 83. En cuanto a los ingresos de explotación del grupo, se situaban en 3.208 millones de euros, casi un 20 por 100 por debajo de los 4.000 cosechados en los doce meses anteriores. Su deuda al cierre de 2009 era de 4.857 millones de euros. La evolución del grupo en Bolsa es todavía más deprimente en junio de 2010. Su caída es tal que pueden decir que les tocó la lotería con la venta a Telefónica y Mediaset, o que los directivos de Prisa supieron vender bien la moto. El digital ElConfidencial.com apuntaba el 21 de junio que cualquiera de los dos compradores pagó por el 22 por 100 de Prisa tanto como el valor total de la compañía medio año después[229]. Telefónica pagó 470 millones y Mediaset 550 por el 22 por 100 de una empresa que el 8 de junio, con su acción en Bolsa a 1,73 euros, tenía un valor total de 379,1 millones de euros.
Prisa debe continuar su desesperada búsqueda de liquidez para calmar a los bancos. En febrero de 2010 envía un comunicado a la CNMV donde anuncia conversaciones con distintos grupos y confirma que «puede llegar a un acuerdo con un grupo de inversores internacionales interesados en participar en el capital social de la compañía con una cifra de entre 450 y 600 millones de euros». La noticia coincide con la información difundida, también desde el grupo, de que había llegado a un «acuerdo de principios» con sus bancos acreedores para extender el vencimiento de su préstamo puente de 1.950 millones de euros hasta el 19 de mayo de 2013[230]. Finalmente, en marzo, Prisa confirma un acuerdo con la estadounidense Liberty Acquisition Holdings. Como resultado, la familia Polanco deja de ser el accionista de referencia de Prisa para ser controlada por el grupo estadounidense. Liberty es una compañía que cotiza en el mercado norteamericano y, por su dimensión, es el mayor SPAC (Special Purpose Acquisition Company) de los que se han creado hasta ahora. Más adelante hablaremos de ella. Fundada por Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin, reúne a un amplio grupo de inversores de alto potencial para invertir. Ahora Prisa cotizará en EEUU a través de ADR (American Depositary Receipts, una especie de certificados de depósito).
El acuerdo de Prisa con Liberty supone que el fondo americano se hará definitivamente con el 57,7 por 100 del capital de Prisa, la familia Polanco y los accionistas tradicionales del grupo controlarán otro 30 por 100, mientras que el 12,3 por 100 restante estará en manos de minoritarios de Prisa. Liberty logró un compromiso de otros inversores para inyectar un mínimo de 500 millones de dólares en su capital. Según la información enviada al supervisor de la Bolsa estadounidense (SEC)[231], estos nuevos inversores son los peces gordos de la banca española y mundial. Ahí se encuentra el banco británico HSBC, el Santander[232] y los fondos Centaurus, Tyrus y Pentwater Growth, quienes negociaron con Liberty la compra de diversos paquetes de acciones de nueva emisión por un total de 500 millones de dólares. Se da la circunstancia de que en uno de estos fondos, Centaurus, estuvo trabajando José María Aznar como asesor hasta 2009. Prisa se vio en la obligación de ampliar el tamaño de su consejo, para dar entrada a los líderes de Liberty Martin Franklin y Nicolas Berggruen. Bienvenido Mister Marshall, pero para quedarse con la hacienda.
Prisa y el fondo estadounidense se pusieron como fecha límite para sellar su integración el 6 de diciembre de 2010. Sin embargo, la compleja operación, según los especialistas[233], no terminará de cristalizar hasta dentro de tres años.
Reconocer que los estadounidenses lo estaban comprando no parecía algo de lo que sentirse muy orgulloso, por eso la portavoz de Prisa Bárbara Manrique de Lara lo exponía con esta cabriola dialéctica: «La operación consiste en que Prisa absorbe el capital que depositaron todos los inversores que forman Liberty y éstos reciben a cambio acciones de Prisa»[234]. Por cierto, los más de 80 folios del contrato entre las dos entidades enviados por Prisa a la CNMV el 17 de marzo de 2010 están íntegramente en inglés[235]. Esta operación entre Prisa y Liberty tuvo que aplazarse hasta el 19 de abril de 2010 para que los bancos acreedores del grupo de medios de comunicación dieran el visto bueno a la operación según informó Prisa a la CNMV. Por si las moscas, el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, blindó su contrato en el acuerdo con los americanos. Según lo firmado, Cebrián seguirá en su cargo otros tres años, «condiciones mutuamente aceptadas», según señala una documentación presentada ante el regulador de la Bolsa estadounidense (SEC)[236].
Se puede decir que Prisa se había salvado. Otra cuestión es pensar a costa de qué. El resultado es que Prisa pierde el control de varias de sus empresas (Cuatro), en otras pierde poder (Digital+, Santillana, Media Capital) y a la familia fundadora sólo le queda el 30 por 100. La llegada de un socio de la envergadura del grupo de inversores estadounidenses al capital de Prisa era una de las principales condiciones impuestas a la familia Polanco para la reestructuración de la deuda. A ello había que añadir el proceso de desinversiones acometido por la compañía para hacer frente al agujero. Primero fue el acuerdo para la venta del 25 por 100 de Santillana al fondo DLJ South American Partners. Después la desinversión en Media Capital, su filial portuguesa. Más tarde el 21 por 100 de Digital+ para Telefónica. Finalmente, la venta de Cuatro a Mediaset y de un 22 por 100 de Digital+. Todo ello podría suponer para Prisa el ingreso de 2.000 millones de euros. El resultado es una empresa despedazada y repartida entre fondos de inversión estadounidenses (Liberty Acquisition Holdings), banca suiza (detrás de South American Partners está Credit Suisse), grupos de comunicación italianos (Mediaset), y empresa de telecomunicaciones (Telefónica). ¿Alguien se podrá creer ahora la independencia informativa en los medios de Prisa? Lo que ha sucedido con el mayor grupo de comunicación español es una prueba de la voracidad del mercado y de la irrelevancia que tiene en él cualquier cosa relacionada con la información o el periodismo. Seguro que en algún momento al lector se le había olvidado a qué se dedicaba la empresa de la que estábamos hablando.
Prisa no será lo que era, pero para los directivos las cosas nunca van mal. La subida de las acciones tras la entrada de los americanos va a ser un negocio para los ejecutivos propietarios de stock options. El 19 diciembre de 2008, el consejo de administración de la compañía aprobó un plan de stock options para los consejeros y los directivos de la sociedad ejecutable entre el 31 de diciembre de 2009 y el 31 de marzo de 2010. ¿Precio por acción? 2,94 euros. El 9 de marzo cerró a 3,020 euros por acción, un buen momento para hacer caja porque los meses siguientes bajó por debajo de los dos euros. No es la primera ganga que, en poco tiempo, se encuentra por el camino la cúpula de Prisa. Precisamente en marzo de 2009, con la acción por debajo del euro, el consejo concedió a un grupo de directivos un incentivo millonario para salir en defensa de la compañía. Los siete agraciados fueron Juan Luis Cebrián, Ignacio Santillana, Emiliano Martínez Rodríguez, Jesús Ceberio, Matilde Casado, Alfonso López Casas y Pedro García Guillén, que recibieron 75.000 acciones como retribución en especie por un valor de 290.000 euros, ejecutables a 1,12 euros por título. Un año después, esas opciones arrojaban plusvalías latentes que superaban el 200 por 100 de rentabilidad y meterían en el bolsillo de estos directivos cerca de 600.000 euros si las ejecutaran[237].
En cuanto a los sueldos tampoco les fue mal a los ejecutivos de Prisa. En 2008, según se refleja en su informe anual del gobierno corporativo, los seis consejeros ejecutivos se repartieron 11.623.000 euros. Por su parte, los 12 miembros de alta dirección que no eran consejeros se llevaron 11.111.000 euros. Y mientras tanto, desde abril de 2010, las cotizaciones en Bolsa muestran que incluso el Grupo Vocento ya valía más que el todopoderoso Prisa, mientras el primero alcanzaba una capitalización bursátil de 514,8 millones de euros, el segundo se quedaba en 486,48 millones en abril y 379,1 en junio.
Mientras tanto, el informe del Observatorio Audiovisual Europeo divulgaba en septiembre de 2010 que el grupo Prisa era la única de las 12 grandes compañías audiovisuales de Europa que no mejoraba su negocio televisivo en el primer semestre de 2010.
¿Qué es Liberty Acquisition Holdings?
Liberty Acquisition Holdings Corp, empresa cotizada en el mercado estadounidense, es una sociedad instrumental clasificada como SPAC. Su traducción sería Empresa con una Intención Especial de Compra. Muy utilizada en Estados Unidos, se trata de una fórmula de especulación híbrida entre el capital riesgo y una empresa cotizada, una especie de cheque en blanco que otorgan los inversores a un promotor, al que se le supone buen olfato adquisitivo, para que busque una oportunidad de inversión en un periodo de tiempo establecido. Con frecuencia realizan sólo una o dos operaciones de gran calado y cuentan con un gran número de socios y de firmas de inversión. Liberty es la mayor SPAC que existe en la actualidad. Fue fundada en 2007 por Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin y cuenta con fondos netos de alrededor de 900 millones de dólares para invertir. Esta sociedad busca inversiones con retornos a medio plazo —entre tres y cinco años— con las que no pretende participar de modo activo en su gestión.
Según la portavoz de Prisa, «ninguno de los inversores de Liberty puede superar el 5 por 100 de las acciones de Prisa, excepto los dos representantes de éstos (Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin) que pueden llegar a un 10 por 100 cada uno. Los inversores de Liberty no se pueden unir entre sí». Asimismo, «los dos representantes de los inversores no pueden abandonar Prisa en un año. El resto puede vender sus acciones cuando quiera»[238].
Liberty ya ha realizado operaciones de adquisición en Europa, como ocurrió, por ejemplo, en el Reino Unido al entrar en la aseguradora Pearl Group en septiembre de 2009[239]. Pearl Group pasó a denominarse Phoenix Group[240]. A través de esa firma es como Liberty suele operar en los mercados de fuera de Estados Unidos. Aunque sus oficinas comerciales están en Reino Unido, tanto Reuters como la empresa de información financiera estadounidense Alacara describen a Phoenix Group como una empresa con sede en el paraíso fiscal de las Islas Caimán[241]. Otras fuentes, por ejemplo la prestigiosa revista empresarial Business Week Magazine, sitúa la empresa en las Islas Vírgenes Británicas[242], un paraíso fiscal en el Caribe que cuenta con menos de 25.000 habitantes y más de 250.000 empresas registradas. Liberty comenzó a cotizar en la Bolsa de Nueva York en diciembre de 2007, hoy posee 130 millones de acciones con una cotización actual de 9,9 euros por acción[243].
Sus principales ejecutivos, Martin E. Franklin (presidente) y Nicolas Berggruen (consejero delegado), no tienen ninguna relación con el periodismo. Veamos quiénes son.
Nicolas Berggruen (cuarenta y ocho años), con un patrimonio cercano a 2.000 millones de dólares, ocupa el puesto 158 en la lista Forbes de 2009 de ricos estadounidenses. La prensa le calificó de «homeless multimillonario»[244] porque se presenta como un ejecutivo que no tiene vivienda propia y vive siempre en hoteles. En realidad no es que no tenga vivienda es que es el jefe de los hoteles. Es el fundador y director de la cadena Berggruen Hotels Private Limited. Según la revista Business Week pertenece a 24 consejos de administración de diferentes firmas y sectores.
Berggruen es un gestor de fondos de private equity (fondos de capital privado que toman participaciones temporales en el capital de empresas para obtener beneficio una vez madure el negocio o proyecto) y hedge funds (en España, fondos de inversión libre, cuyo objetivo es obtener beneficios al margen de la evolución de los mercados). Su principal brazo inversor es Berggruen Holdings, aunque su actividad arranca de los años ochenta con Alpha Investment. Posee una fortuna de unos 2.000 millones de euros. El financiero neoyorquino también tiene intereses en inmobiliarias y en energías renovables. Berggruen y Franklin poseen alrededor del 20 por 100 de Liberty Acquisition Holdings y el resto está dividido en pequeñas participaciones propiedad de hedge funds y firmas de inversión. Entre éstos destacan gestoras alternativas como Millenium, First Tagle, Taurus, GLG, Glenhill o T Rowe Price, además de fondos como Teachers Advisors o Canadian Pension Plan, el Soros Fund del millonario George Soros o las sociedades de inversión de bancos como Morgan Stanley, Citigroup, Deutsche Bank y Credit Suisse[245].
Pocos días después del acuerdo con Prisa, Nicolas Berggruen ya toma posesión de sus propiedades y publica un artículo de opinión en El País sobre China y Occidente[246]. Una prueba más de que los dueños de los medios tienen su reflejo en los contenidos y que la autonomía informativa respecto a los accionistas es falsa.
En junio de 2010, el Estado mayor de Prisa da instrucciones a sus medios para vender a accionistas (faltaban diez días para la junta general), público y trabajadores la imagen de Berggruen, desautorizado como especulador por las malas lenguas. El día 17 lo entrevistan en la Cadena SER y el domingo 20, el suplemento de economía de El País presenta una larga y amable entrevista[247] que, con la coordinación habitual reseñan en el económico Cinco Días del mismo día[248]. Por cierto, la entrevistadora, Alicia González, es la esposa de Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid y ex vicepresidente del Gobierno con José María Aznar. El mundo del poder económico y mediático es muy pequeño.
Respecto a Martin E. Franklin, de cuarenta y siete años, según la revista Business Week, pertenece a 81 consejos de administración de 19 industrias diferentes. En 2008 ganó 3.498.438 dólares.
Estos dos ejecutivos no son los dos únicos estadounidenses que tienen influencia en Prisa. En enero de 2010, el grupo de comunicación nombró a Kamal M. Bherwani director general del área digital. Bherwani era responsable de información (CIO) del departamento de Salud y Servicios Humanos de la ciudad de Nueva York, y siguió compatibilizando su cargo en Prisa con el de consejero de la Oficina del Alcalde de Nueva York, además de consejero del Centro de Excelencia en Información Tecnológica e Inalámbrica de la Universidad de Stony Brook (CEWIT), y como miembro de la junta de asesoramiento de Violy and Company (compañía que ha asesorado al Grupo Prisa en algunas de sus últimas operaciones en Estados Unidos)[249].
Hill & Knowlton
Los portavoces de Liberty en España son Hill & Knowlton. Esa firma fue quien dio explicaciones del acuerdo con Prisa a algunos periodistas. En el documento de cinco páginas hecho público por Liberty Acquisition Holdings el 5 marzo de 2010 titulado «Grupo Prisa and Liberty Acquisition Holdings anounce deal to drive Prisa digital, Latin American growth»[250], se señalan como contactos para ampliar información a los portavoces de Hill & Knowlton de Nueva York, Londres y Madrid.
Puestos en contacto con el director para la oficina de Madrid de Hill & Knowlton, Jorge Peidró, nos aclaró que se trata de «una agencia de relaciones públicas que simplemente actúa como Gabinete de Prensa de Liberty en esta operación». «Nosotros pertenecemos al grupo de comunicación WPP», añadió. El Grupo WPP se fusionó en 2006 con Mediapro y el Grupo Árbol dando origen a Imagina Media Audiovisual, la mayor productora audiovisual de España (véase capítulo Mediapro). De modo que un grupo financiero estadounidense llega a un acuerdo comercial con Prisa y contrata como portavoz y representante en España para explicar el acuerdo a una empresa de comunicación propietaria de un grupo de medios (Imagina) competencia de Prisa.
Conflictividad laboral
La grave situación económica de Prisa ha tenido su reflejo en una alta conflictividad laboral. En 2008 El País abordó una profunda reestructuración que supuso su división en tres empresas (contenidos, impresión y servicios), además de la externalización del departamento comercial, con el objetivo, según los directivos, de afrontar «un proceso de convergencia redaccional y desarrollo multiproducto y multimedia». La medida no fue bien acogida por los trabajadores que consideraban que les debilitaba como colectivo laboral y terminarían perdiendo derechos y garantías laborales, incluso abría la posibilidad de segregar algunas actividades fuera del grupo. Ya anteriormente se traspasó el departamento de publicidad a la empresa Box News Publicidad, lo que provocó una huelga en diciembre de 2008.
Otro elemento de conflicto fue el contrato firmado en enero de 2010 con Indra, una empresa de tecnología que, entre otras actividades, da soporte electrónico a los cazas estadounidenses F-18 y a los misiles que fabrica MBDA, la segunda compañía de misiles más grande del mundo[251]. Con una duración de siete años y 260 millones de euros, se estableció que, a partir de mayo, Prisa externalizaba a los 300 trabajadores de su departamento de informática que dejaban de pertenecer a la plantilla de la empresa de comunicación para estar en la nómina de esta compañía de Tecnologías de la Información y desplazarse a la sede de Indra en la localidad madrileña de Alcobendas.
La entrada de los inversores estadounidenses mediante un acuerdo comercial tan complejo también creó la alarma en los profesionales. Los comités de empresa de las diferentes firmas del grupo emitieron un comunicado conjunto el 23 de marzo de 2010[252] en el que decían a los «15.000 empleados, a la sociedad española, a los inversores y Gobiernos, que los responsables del Grupo pretenden ningunear a los representantes de los trabajadores». Denunciaban que la única información de la que disponían «sobre la entrada de una nueva mayoría accionarial en Prisa, el fondo de inversión Liberty, es la misma que se ha publicado —siempre en inglés, sin traducción al castellano— tanto en el órgano regulador de la Bolsa de Nueva York (SEC) como de la española (CNMV)». Calificaban «los documentos publicados[253], poco menos que ininteligibles para el ciudadano medianamente informado e incluso para los iniciados a los que hemos consultado, deducimos que esta complejísima operación es sobre todo financiera y no industrial». Según el comité de empresa, a los propietarios «sólo se les ocurre externalizar todo lo externalizable, trocear todo lo que sea divisible, vender las porciones prescindibles, abaratar el precio del trabajo y mantener a la cabeza del Grupo a quien no se ha destacado precisamente por su olfato en los negocios». Por ello se plantean que «será interesante entender cómo un fondo especulativo compra más de la mitad de una empresa con fuertes deudas y al tiempo se mantiene al margen de la gestión, así como conocer las condiciones exigidas por los bancos acreedores». Indignados porque consideraban que no les estaban informando de los cambios en el accionariado del grupo, centenares de trabajadores de Prisa comenzaron a concentrarse en abril de 2010 frente a la sede central de la empresa, en la Gran Vía madrileña, exigiendo que los recibiera el consejero delegado, Juan Luis Cebrián[254].
Férreo control editorial
La cohesión editorial e ideológica de los medios del Grupo Prisa es una de las cuestiones que más ha llamado la atención de los analistas. Algunos ejemplos pueden ilustrarlo.
En 2004, el crítico literario Ignacio Echevarría, que llevaba quince años escribiendo en El País, se iba del diario denunciando el trato que había sufrido tras una crítica desaprobatoria suya a un libro de la editorial Alfaguara, propiedad de Prisa y que el director del diario Jesús Ceberio calificó de «arma de destrucción masiva». Echevarría denunciaba que su reseña crítica fue seguida de «un pautado despliegue de artículos, entrevistas y crónicas que, en conjunto, apuntaban tanto a paliar y neutralizar los posibles efectos de la reseña»[255]. Echevarría planteaba que El País «parece privilegiar y defender a ultranza, sin el mínimo decoro, los intereses de una editorial que pertenece a su mismo grupo empresarial». En su opinión, El País ejercía de un modo abierto la censura y vulneraba interesadamente el derecho a la libertad de expresión, según se desprendía «de la resolución de vetar a un antiguo colaborador por el solo motivo de haber manifestado contundentemente, sí, pero también argumentadamente, su juicio negativo acerca de una novela»[256]. Meses más tarde añadiría que «en los quince años en que colaboré con el diario, se dieron casos hasta cierto punto semejantes, pero casi todos ellos quedaron encubiertos por los propios afectados, que por las razones que sea no dieron el paso de hacer pública su situación. Supongo que con la esperanza de que se arreglara. Pues lo que determinó mi salida de El País no fue tanto la reseña que tanta consternación produjo como el hecho de que, inconforme yo con el tratamiento recibido, me resolviera a denunciarlo públicamente, sin esperar a que, pasado un cierto periodo de “castigo”, me permitieran regresar al redil»[257]. Tras este asunto, 68 firmas, entre ellas Rafael Conte, Mario Vargas Llosa, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Marsé, Eduardo Mendoza y Félix de Azúa, manifestaban en una carta al diario su «preocupación por la posibilidad del futuro ejercicio libre de la crítica en las páginas de EL PAÍS»[258]. En opinión de Echevarría, su conflicto con el diario de Prisa es consecuencia tanto de «los complejos intereses del grupo de comunicación como de los intereses políticos asociados a ellos». Para el crítico literario, los profesionales de los medios son conscientes de esos condicionantes, «otra cosa es que se planteen sortearlos o que, como ocurre las más veces, los interioricen sin cuestionárselos»[259].
El 30 de abril de 2009, la asamblea de trabajadores de El País se había mostrado en contra de bajarse el sueldo, una de las medidas que proponía la empresa ante la crisis por la que atravesaba. La columna que había enviado para publicar ese día el periodista Enric González decía «cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños». La dirección de El País decidió no publicarla porque se dio por aludida en lo de «ludopatía bursátil de los dueños»[260]. Meses más tarde la dirección de Prisa suspendió la columna de González y lo envió de corresponsal a Jerusalén.
La cohesión resulta más impactante cuando se produce en la información y no en la opinión. En marzo de 2010 se hizo pública una sentencia judicial que condenaba al grupo de comunicación Mediapro a pagar 97 millones de euros a la sociedad de gestión de derechos Audiovisual Sport, del Grupo Prisa, por haber incumplido un contrato firmado entre ambos en 2006. Mediapro anunció que recurriría la sentencia. La noticia tuvo amplia cobertura en todos los medios que titularon de formas diversas: «Mediapro deberá pagar 97 millones a Audiovisual Sport» (ABC), «Mediapro condenada a pagar 97 millones a AVS por los derechos del fútbol» (COPE), «Condenan a Mediapro a pagar 97 millones por la guerra del fútbol» (elmundo.es), «Prisa gana 97 millones a Mediapro por la “guerra del fútbol”» (Telecinco). Sin embargo algunos coincidieron en titular de la misma forma «Prisa gana la guerra del fútbol». Los que compartieron este idéntico título fueron Digital+, As, SER, Cinco días y Cuatro. Se trataba de medios dispares: una televisión de pago, un periódico deportivo, un periódico económico, una radio y una televisión en abierto, pero todos tienen algo en común, son propiedad del Grupo Prisa. Y titulaban igual que la nota de prensa emitida por el grupo empresarial[261]. Una adecuada autonomía periodística supondría que los medios de comunicación están dirigidos por profesionales independientes, que no reciben directrices de sus dueños o accionistas, sin embargo encontramos a cinco medios de un mismo grupo empresarial titulando de forma idéntica que el gabinete de prensa de la empresa propietaria, lo que hace sospechar que la dirección empresarial del grupo dicta los titulares de las informaciones de los medios de su propiedad.
Algunos acontecimientos internacionales han dejado en evidencia una controvertida posición editorial. Sucedió por ejemplo tras el golpe de Estado en Venezuela el 11 de abril de 2002 que los editoriales de El País justificaron sin dudar. El del 13 de abril terminaba: «Sería bueno que Chávez y algunos de sus colaboradores detenidos rindieran cuentas de sus desmanes autoritarios y corruptos ante los tribunales de su propio país. Su experiencia, como la de Fujimori, debe servir para que se difunda la lección de que la democracia no son sólo votos, sino también usos». El diario se refirió al líder golpista Pedro Carmona como «Un hombre tranquilo», mientras utilizaba el término «caudillo» para dirigirse al presidente constitucional. A los venezolanos partidarios del golpe les denominó «resistencia civil»[262] y a los que se posicionaron con el presidente legítimo y las instituciones, «muchedumbre» o «manifestantes desquiciados»[263]. Incluso a los militares que se negaron a apoyar el golpe les consideró «focos aislados de insurrección castrense»[264].
El 10 de octubre de 2007, con motivo del 40 aniversario del asesinato del guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara, El País publicó un durísimo editorial bajo el título «Caudillo Guevara». Le llamaban «asesino» («pretenden disimular la condición del asesino bajo la del mártir») y criticaban duramente su causa y trayectoria («sus proyectos y sus consignas no han dejado más que un reguero de fracaso y de muerte»). Para el diario la lucha del Che justificó incluso los genocidios de las dictaduras latinoamericanas («ofrecer nuevas coartadas a las tendencias autoritarias que germinaban en el continente. Gracias a su desafío armado, las dictaduras militares de derechas pudieron presentarse a sí mismas como un mal menor, cuando no como una inexorable necesidad»). Diez años antes, el 17 de julio de 1997, con motivo de la llegada de los restos mortales del guerrillero a Cuba, El País también le dedicaba un editorial. Entonces bajo el título «Vuelve el Che». En esa ocasión se referían a él como «el guerrillero más emblemático y seductor de la Revolución cubana» y señalaban que «la figura revolucionaria del Che se mantiene como un símbolo del idealista coherente y del hombre de acción». Terminaban afirmando que la figura del Che «es útil para quienes no vivieron los tiempos de la Revolución cubana y sólo han recibido la mitología guevarista como una abstracta evocación de una lucha por un mundo mejor, más igualitario y más humano. Que siga el son».
El sorprendente cambio de estilo editorial hacia el mítico guerrillero creó indignación no sólo en muchos de los lectores, sino incluso en el seno del periódico y generó una polémica que llegó hasta otros países. El periódico Clarín de Argentina tituló «Duro debate en España sobre la figura del Che»[265] y afirmaba que «Un crítico editorial del diario El País generó una ola de respuestas de lectores». Dentro del propio periódico madrileño 245 profesionales de la redacción firmaron un documento de protesta con el editorial acogiéndose al Estatuto de Redacción del periódico. Al superar los dos tercios, su pronunciamiento tuvo que ser publicado en el diario[266]. Sobre este asunto Javier Ortiz escribió en Público:
Todo el mundo remodela sus ideas con el paso del tiempo. Pero no necesariamente para pasarse al bando de enfrente. Es curioso que sean precisamente estos últimos los menos inclinados a dar explicaciones sobre su transfuguismo ideológico y los más dispuestos a pasar de la defensa intransigente de una posición a la apología más agresiva de la contraria. A falta de coherencia, están sobrados de aplomo. El único dato fijo de su trayectoria es el firme convencimiento que exhiben de estar siempre en posesión de la verdad, sostengan un criterio o el contrario.
Por lo general, se trata de gente que no decide sus actos en conformidad con un determinado ideario, sino que primero actúa ateniéndose a sus intereses materiales y luego idea doctrinas que le permitan darse cierta prestancia conceptual[267].
El control también se efectúa sobre todo lo relacionado con la difícil situación económica de Prisa. En marzo de 2010, el diario El País se negó a insertar en su suplemento cultural un anuncio del mensual Le Monde Diplomatique porque la edición de ese mes incluía un reportaje de mi autoría sobre la crisis de Prisa[268]. Le Monde Diplomatique emitió una nota de prensa calificando el hecho de censura, recordaba que esa publicidad se venía contratando desde hacía más de cuatro años, y criticaba que El País «oculte a sus lectores el verdadero estado de su situación económica y que ese afán le conduzca a cometer un claro acto de censura»[269].