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EL CRUCE

Durante una conferencia celebrada en el Mando Sur el 12 de octubre, se asignó a la división de Sharon la tarea de encabezar el cruce del Canal con una brigada de paracaidistas reforzada con tanques. Su misión consistía en cruzar la línea de agua en el área de Deversoir, con su flanco izquierdo protegido por el Gran Lago Amargo, y establecer y mantener una cabeza de puente de cerca de 5 kilómetros de ancho hacia el norte del lago, colocando de este modo a morteros y misiles antitanque egipcios fuera del alcance del puente prefabricado que, entretanto, sería remolcado hasta el Canal y tendido a través del mismo. Los tanques cruzarían la franja de tierras cultivadas que discurría en paralelo al Canal a lo largo del canal de agua dulce y comenzarían la fase inicial de las operaciones para eliminar las baterías de misiles tierra-aire egipcias, despejando de este modo el cielo sobre la cabeza de puente para que pudiese operar la Fuerza Aérea de Israel. La división de Bren estaría preparada para cruzar inmediatamente después de que lo hicieran los efectivos de Sharon, mientras que la división de Magen debía estar a la espera para cruzar cuando recibiese la orden de hacerlo.

El sábado 13 de octubre se impartieron las órdenes pertinentes para que los pontones móviles situados en el Sinaí fuesen concentrados al este del área de cruce propuesta; y en la tarde de ese mismo sábado Haim estaba preparado para destacar un batallón de su brigada para que participase en el complicado proceso que suponía remolcar el puente prefabricado.

El 14 de octubre, a última hora de la tarde, el general Elazar describió en una reunión del gabinete la aplastante derrota sufrida por las fuerzas acorazadas egipcias aquel día y el plan para llevar a cabo el cruce del Canal. Acosado por las preguntas —muchos de los presentes tomaron parte en la discusión— expresó la opinión de que el cruce del Canal podría otorgar a las fuerzas israelíes una limitada ventaja al mejorar su posición a lo largo del Canal. Sin embargo, si la operación del cruce resultaba muy exitosa, podría mejorar su posición de forma considerable e incluso podría provocar un colapso de grandes proporciones en el Ejército egipcio, con la captura de miles de soldados y la destrucción de las posiciones egipcias al otro lado del Canal. Las perspectivas de éxito eran buenas, aunque el grado de ese éxito no era seguro, si bien existían fundadas posibilidades de alcanzar una victoria importante. Elazar reconoció que el ataque también podría acabar en fracaso pero, desde su conocimiento personal de los hechos y las circunstancias, estaba convencido de que las posibilidades de que tal cosa sucediera eran Mínimas.

A las 23.00 horas se celebró una segunda reunión en el Mando Sur: el plan fue repasado de forma exhaustiva y se decidió que, en su camino para efectuar el cruce, la división de Sharon ampliaría al mismo tiempo el corredor hacia el Canal en la margen oriental —capturando la Granja China y la posición Missouri— hasta un punto situado a 5 kilómetros de la costa. Ese movimiento abriría los dos ejes que llevaban hacia el Canal: Akavish y Tirtur (este último era una carretera que había sido construida con el propósito específico de remolcar el puente prefabricado hasta el agua). El cruce sería llevado a cabo por una brigada de paracaidistas en embarcaciones neumáticas, apoyada por diez tanques, que realizarían el cruce en balsas. Se tenderían dos puentes: un puente prefabricado y un pontón. La fuerza de asalto se encargaría de asegurar la cabeza de puente y, cuando cruzaran las fuerzas adicionales, se movería hacia el sur; en caso de que se produjesen dificultades en la ampliación del corredor en la margen oriental, la división de Bren cruzaría después de que lo hicieran las unidades de asalto y sólo después lo haría el resto de las fuerzas de la división de Sharon.

Bren debía cruzar el puente la mañana después de que lo hiciera la división de Sharon y avanzar hacia el sur por el flanco oriental del avance de las fuerzas de Sharon en esa misma dirección. Su misión consistía en destruir las baterías de misiles tierra-aire instaladas en la zona y, de este modo, permitir que la Fuerza Aérea de Israel estableciera la supremacía en el aire sobre el campo de batalla. El ataque debía desarrollarse de forma tal que dejase aislado al Tercer Ejército egipcio y lo destruyese. Simultáneamente al cruce, la fuerza septentrional al mando del general de brigada general Sasoon (que había reemplazado a Magen) y la división de Magen en el sur debían lanzar un ataque a lo largo de sus frentes a fin de inmovilizar a las fuerzas enemigas.

En los primeros días de la guerra, cuando todos los comandantes estaban concentrados en librar la batalla de contención, muy pocos se preocuparon por el equipo destinado al tendido de puentes sobre el Canal. Gonen había ordenado el traslado de un puente prefabricado a Yukon una semana antes de la guerra. Sharon había presionado para que se adelantara el equipo para el tendido de puentes; pero la tendencia era intentar (como lo hicieron efectivamente el 8 de octubre) cruzar el Canal utilizando los puentes egipcios ya existentes. Sin embargo, el 15 de octubre el Mando Sur seguía haciendo frente a graves problemas relacionados con el equipo para la construcción de puentes.

Una hora y media antes del cruce planeado, Sharon y el general de brigada Tamir examinaron la situación y descubrieron entonces que jamás podrían cumplir con el horario previsto para la operación. Sharon dijo que existían tres posibilidades: 1) postergar el ataque hasta la noche siguiente; 2) limpiar los accesos al Canal durante la noche del 15 para cruzarlo el 16 por la tarde, o 3) llevar adelante el plan original sin tener en cuenta el horario establecido. Luego habló con Bar-Lev, quien estaba dispuesto a posponer la hora H del cruce hasta la medianoche. Sharon tuvo la impresión de que si él hubiese sostenido que era incapaz de cumplir con el horario previsto para el cruce, Bar-Lev habría accedido a postergar un día la operación. Sharon, en cambio, decidió llevar adelante el plan original sin depender del horario previsto y hacer frente a la situación a medida que se desarrollaran los acontecimientos.

El plan de Sharon consistía en que la brigada de Tuvia lanzara un ataque de contención a las 17.00 horas a fin de inmovilizar a las fuerzas egipcias desplegadas en el área de Televizia y Hamutal, mientras la brigada de Amnon realizaba un amplio movimiento de flanqueo hacia el sur a través de las dunas de arena una hora más tarde. Una fuerza de la brigada de Amnon capturaría la fortificación israelí de Matzmed, en el punto donde el Canal de Suez penetra en el Gran Lago Amargo, una segunda fuerza se encargaría de eliminar cualquier oposición enemiga en la carretera de Akavish, mientras que la tercera fuerza avanzaría hacia el norte con el objetivo de ampliar el corredor en dirección a la Granja China y barrer a los enemigos en la carretera de Tirtur. La brigada paracaidista al mando de Danny Matt seguiría a la brigada de Amnon a lo largo de la carretera de Akavish; la brigada de Haim seguiría a la brigada de Matt y el cruce de la división se completaría con la brigada de Amnon. El presupuesto básico de todo el plan era que el puente debía estar en el agua por la mañana. Mientras las fuerzas de Tuvia aseguraban el corredor en la margen oriental, una fuerza perteneciente a la brigada de Haim debía cruzar con Danny Matt, y otra fuerza de Haim se encargaría de remolcar el puente prefabricado.

A las 17.00 horas del 15 de octubre se lanzó la operación del cruce del Canal de Suez, un plan audazmente concebido por los israelíes. La artillería de Israel abrió fuego a lo largo de la línea del frente. Al mismo tiempo, la brigada de Tuvia atacó el área de Televizia y Hamutal para atraer el grueso de la 16.ª División de Infantería y la 21.ª División Acorazada egipcias hacia el norte, en dirección a la carretera que unía Tasa con Ismailía, y concentrar la atención del Mando egipcio en el sector septentrional del frente. A las 19.00 horas, la brigada de Amnon inició su avance; hacia las 21.30 horas Sharon calculó que las fuerzas egipcias se estaban derrumbando, y a las 22.30 horas informó de que la carretera de Akavish estaba abierta. Tenía una fuerza desplegada al norte de la Granja China, pero había enfrentamientos con tanques enemigos en el cruce de carreteras Tirtur-Lexicon y había sufrido algunas bajas en ese punto. Bar-Lev le preguntó: «¿Tienes suficiente infantería para limpiar la zona y para que te proporcione protección?». Sharon le respondió que había fuerzas de infantería con él pero que ignoraba si eran suficientes.

En el Cuartel General del Mando Sur, con la presencia del ministro de Defensa y del jefe del Estado Mayor, la ansiedad empezó a dominar el ambiente. Bren, concentrado y preparado para el cruce, recibió órdenes de estar listo para atacar Missouri por la mañana y volver a reforzar el ataque de Sharon en el corredor. Resultaba evidente que se estaban encontrando con graves problemas sobre el terreno. La base de la primera comunicación optimista de Sharon al Mando Sur había sido el informe de Amnon de que su brigada había avanzado y ocupado Matzmed, barriendo al enemigo a lo largo de la carretera de Akavish. En realidad, tan pronto como los egipcios se hubieron repuesto del choque que supuso la aparición de Amnon en escena con dos batallones de tanques, y después de que su fuerza acorazada hubiese pasado, levantaron sus cabezas, salieron de sus hoyos de protección en la arena provistos con sus armas antitanque y —sin que lo imaginasen las fuerzas israelíes que continuaban su avance— volvieron a cerrar la carretera de Akavish.

Mientras tanto, en el Cuartel General de Sharon se recibían informes de que se estaba encontrando una fuerte resistencia antitanque en Tirtur y la Granja China, mientras que el avance principal de las fuerzas israelíes hacia el Canal se desarrollaba a varios cientos de metros hacia el sur. A pesar de esta peligrosa situación, Sharon ordenó a Danny Matt que siguiera a las fuerzas de Amnon. Matt se movió a lo largo de la carretera bajo un intenso fuego enemigo, alcanzó la orilla del Canal e inició el cruce; el Cuartel General avanzado de Sharon, siguiendo la estela de las fuerzas de Matt, también se encontró con un nutrido fuego enemigo. Amnon, que se había movido con sus fuerzas dos horas más tarde de lo planeado y había cumplido con dos de sus misiones, no sabía que en Akavish los egipcios habían cerrado nuevamente la carretera a sus espaldas. No había conseguido despejar Tirtur y ahora se encontraba bloqueado frente a la Granja China sufriendo fuertes bajas. El puente prefabricado estaba inmovilizado en Tirtur, una sección del mismo se había roto y los ingenieros informaron de que su reparación llevaría unas horas.

Cuando Amnon inició su avance a las 16.00 horas disponía de cuatro batallones de tanques y tres batallones de infantería en semiorugas. Al caer la noche había descendido del terreno elevado en dirección sudoeste (a lo largo de la ruta que la unidad de reconocimiento divisional había inspeccionado hasta llegar al Gran Lago Amargo el 9 de octubre). Su fuerza llegó a Lexicon en el Gran Lago Amargo sin encontrar ninguna oposición enemiga y luego giró en dirección norte. La unidad de reconocimiento de la división se dividió en tres subunidades: una bordeó la orilla noreste del Gran Lago Amargo y prosiguió hacia Matzmed; la segunda unidad se movió más al norte de la primera hasta llegar al Canal; mientras que la tercera se dirigió por encima de la segunda y también llegó al Canal. De modo que esta unidad de reconocimiento se acercó al Canal en un ataque de tres puntas con la punta sur capturando Matzmed.

El 7.º Batallón continuó hacia el oeste de Lexicon, pasando la Granja China a su derecha, atacando en dirección norte en un esfuerzo por llegar al puente egipcio situado a unos 10 kilómetros al norte de Matzmed; el 18.º Batallón siguió al 7.º por su flanco éste y atacó al este de Lexicon en dirección nordeste hacia Missouri, mientras que el 40.º Batallón atacó en dirección nordeste, con una compañía en Tirtur y otra compañía en Akavish, sorprendiendo por la retaguardia a las fuerzas egipcias desplegadas a lo largo de estas dos rutas. El 42.º Batallón de Infantería —con media compañía de tanques— siguió a la unidad de reconocimiento de la división hacia el oeste de Lexicon para acabar con el resto de la infantería egipcia. Una fuerza de infantería adicional (la «Fuerza Shmulik»), compuesta por dos compañías de paracaidistas y media compañía de tanques, siguió a los efectivos del 40.º Batallón de Infantería para despejar la Granja China al este de Lexicon; un tercer batallón de infantería de la Reserva, al mando del mayor Nathan, permanecía como fuerza de reserva.

La unidad de reconocimiento de la división llegó a Matzmed y a los puntos al norte de la misma situados a lo largo del Canal según el plan. Después de que Amnon hubiese pasado con dos batallones el cruce de carreteras Lexicon-Tirtur en dirección norte, los egipcios abrieron fuego contra el 18.º Batallón desde la misma área cuando avanzaba hacia al este de Lexicon en dirección a Missouri. Pero aunque el batallón fue alcanzado con fuego de tanques, misiles y bazookas, perdiendo once tanques, el comandante del batallón continuó la misión con los tanques restantes.

Sin que Amnon lo supiese, su fuerza se había adentrado en el centro administrativo de la 16.ª División de Infantería egipcia, a la que se había unido también la 21.ª División Acorazada después de haber sido duramente castigada en la batalla del 14 de octubre. La fuerza de Amnon se encontró de pronto en medio de un importante ejército. Podían contemplarse grandes concentraciones formadas por cientos de camiones, cañones, tanques, misiles, unidades de radar y miles de soldados hasta donde alcanzaba la vista. La fuerza israelí había llegado a través del desprotegido flanco sur del Segundo Ejército egipcio en su punto de unión con el Tercer Ejército, había entrado por su puerta trasera y se había encontrado súbitamente en el centro de las áreas administrativas de dos divisiones egipcias y literalmente en la entrada del Cuartel General de la 16.ª División de Infantería.

Entre las fuerzas egipcias se desató un verdadero pandemonio. Miles de armas de toda clase abrieron fuego en todas direcciones y toda la zona pareció estallar en llamas. El 40.º Batallón Acorazado llegó al cruce de carreteras Tirtur-Lexicon y atacó, pero el segundo comandante del batallón, mayor Butel, fue herido y el ataque se interrumpió; una segunda compañía al mando del mayor Ehud avanzó hacia Akavish y despejó la carretera. En ese momento, la unidad de reconocimiento de la división había alcanzado Matzmed y el Canal al norte de Matzmed; Amnon se encontraba con dos batallones al norte de la Granja China, atacando en dirección norte; el cruce de carreteras Tirtur-Lexicon estaba bloqueado y el resto de la brigada, con un fuerte número de bajas, estaba al sur del cruce de carreteras. Las fuerzas de infantería estaban sufriendo un duro castigo.

El 7.º Batallón, situado entre Lexicon y el Canal, continuó su avance hacia el norte según el plan; pero el 18.º Batallón, situado a un kilómetro al norte de la Granja China, se topó con una fuerza enemiga que incluía tanques enterrados y entró en combate. Amnon describió la situación a Sharon y Matt, que le seguía con sus fuerzas, y propuso que la brigada de Matt se moviese a lo largo de la carretera de Nahala, abrazando el Gran Lago Amargo hacia el nordeste y con el cruce de carreteras bloqueado a 800 metros sobre su flanco derecho.

Para entonces ya eran las 21.00 horas. Había indicios de que el enemigo se estaba preparando para lanzar un contraataque desde el norte; la presión sobre el 7.º y el 18.º Batallones iba en aumento. Las numerosas bajas no podían ser evacuadas porque el cruce de carreteras Tirtur-Lexicon estaba bloqueado, de modo que se formó un centro de evacuación en el propio batallón con todos los heridos colocados junto al tanque de Amnon. A las 22.00 horas, el comandante del 7.º Batallón, que ahora se encontraba a 10 kilómetros al norte de Matzmed, informó de que sólo contaba con un tercio de su fuerza inicial. Amnon se dio cuenta de que la brigada estaba desplegada en un área demasiado grande y ordenó que el 7.º Batallón se replegase unos 3 kilómetros y formase una línea con el 18.º Batallón a un kilómetro al norte de la Granja China. Cuando el batallón se estaba moviendo, su comandante, teniente coronel Amram, fue herido en una pierna y evacuado en el tanque que estaba recogiendo a los heridos en el campo de batalla (este tanque permaneció toda la noche junto al tanque de Amnon con el comandante de batallón herido actuando en su interior como cargador y encargado de las comunicaciones).

Entretanto, Gideon Giladi, un comandante de compañía del 40.º Batallón que había tenido que asumir el mando de la unidad, informó de que la mayoría de los tanques que quedaban del batallón habían sido alcanzados por fuego enemigo pero que estaba reorganizando las fuerzas que le quedaban. A las 23.00 horas informó de que tenía cinco tanques en condiciones de moverse y estaba preparado para avanzar por la carretera de Tirtur y despejarla para que pudiese pasar el puente prefabricado. Amnon le ordenó que esperase hasta que la situación estuviese más clara. A las 23.15 horas varias unidades de la 14.ª Brigada Acorazada egipcia atacaron desde el norte mientras el 7.º Batallón se veía obligado a replegarse. El segundo jefe comunicó a Amnon que ahora el batallón contaba con una cantidad mínima de tanques en condiciones de combatir. El resto había sido destruido por el fuego enemigo o estaba averiado y las bajas eran muy elevadas. Amnon le ordenó que se moviese hacia el sur en dirección al 18.º Batallón, que estaba combatiendo al norte de la Granja China, y puso bajo su mando un grupo de la unidad de reconocimiento de la división que estaba a las órdenes del teniente Rafi Bar-Lev, sobrino del general Bar-Lev. Aquella noche Rafi Bar-Lev murió en combate.

La escena en la zona era de absoluta confusión: por la carretera de Lexicon pasaban ambulancias egipcias a toda velocidad; unidades de infantería y tanques egipcios corrían en todas direcciones. La impresión general era de que nadie sabía qué era lo que estaba sucediendo o lo que debían hacer. En todas partes se veían camiones, municiones, tanques, misiles tierra-aire sobre camiones, estaciones de radar en llamas en una enorme hoguera que cubría el desierto. Era un infierno. Días más tarde, toda el área entre el Canal y Missouri se vería desde la margen occidental del Canal como un enorme, misterioso y fantasmagórico cementerio. Como telón de fondo la artillería de ambos bandos disparando con todo lo que tenía.

Poco después de medianoche, Amnon ordenó a su batallón paracaidista de reserva, al mando del teniente coronel Nathan, que asumiera también el mando de la compañía de tanques de Gideon Giladi y atacase el cruce de carreteras que estaba bloqueado. Dos horas más tarde, mientras las fuerzas de Danny Matt cruzaban el Canal más al oeste, Nathan informaba de que los tanques habían sido destruidos por el enemigo, que todo su ataque había sido repelido y que se dirigía a pie con sus hombres a recoger a los heridos. En este ataque murió Gideon Giladi. Su hermano Amnon (ambos eran de Ashkelon) había combatido como comandante de compañía durante la Guerra de los Seis Días y también había muerto en combate. Gideon, que entonces era un oficial paracaidista, había hecho el juramento de que un día mandaría la compañía de su hermano fallecido. Después de haber realizado un curso para pasar a las fuerzas acorazadas, a su debido tiempo se incorporó al batallón en el que había servido su hermano y fue nombrado finalmente comandante de la compañía. En la noche del 15 al 16 de octubre siguió los pasos de su hermano en aquel cruce de carreteras.

Mientras las fuerzas de Nathan continuaban su avance, él ignoraba que estaba conduciendo a sus paracaidistas contra una importante y concentrada fuerza egipcia compuesta al menos por una división. Tampoco disponía de una clara información de los servicios de inteligencia acerca de lo que le esperaba. La compañía de Gideon irrumpió en el cruce de carreteras y cinco minutos después informó a Nathan de que estaba abierto. Nathan ordenó que seis semiorugas de su fuerza avanzaran en un movimiento de flanqueo hacia el fuego enemigo y, mientras se movía, escuchó un informe de Gideon de que estaba siendo atacado con una amplia variedad de armas. De pronto, Gideon enmudeció. Los semiorugas avanzados de Nathan, al mando de Gideon Halevi, se detuvieron. Halevi comunicó que no podía seguir avanzando y que había sufrido fuertes bajas. Mientras el resto de los semiorugas de su fuerza maniobraban para ayudar a Halevi, también fueron alcanzados por el fuego egipcio. Toda el área estaba cubierta por una terrible barrera de fuego. Todo el que levantaba la cabeza resultaba alcanzado por los disparos del enemigo y todos los intentos de llegar a los semiorugas inmovilizados eran frustrados por los egipcios. Ahora la unidad estaba atrapada en terreno abierto bajo un fuego mortal, incapaz de moverse en ninguna dirección o de auxiliar a los elementos avanzados que habían quedado aislados. Los hombres estaban tendidos en la arena y cavando en la arena con las uñas para tratar de refugiarse. A medida que los soldados eran alcanzados por el fuego enemigo, otros corrían hacia ellos para alejarles del peligro y eran alcanzados a su vez. Por un verdadero milagro, Nathan y algunos de sus vehículos consiguieron retirarse de la zona barrida por el enemigo pero, ante su horror, comprobó que sólo quedaban algunos restos de su fuerza.

Una compañía de tanques se unió a Nathan y avanzó en un intento de rescatar a sus compañeros atrapados. En todas las trincheras que cruzaban la Granja China, los comandantes de los tanques podían ver a cientos de soldados de infantería egipcios con misiles y bazookas. Se lanzaron hacia adelante a toda velocidad en un intento suicida de llegar hasta donde se encontraban los paracaidistas, disparando con todo lo que tenían hacia las trincheras y las posiciones egipcias, pero todo fue en vano; una lluvia de misiles Sagger y Shmuel perseguía a los tanques allí adónde iban. Nathan imploró ayuda a Amnon para poder llegar hasta los hombres que habían quedado atrapados en aquella trampa mortal. Amnon, sin perder la calma, le dijo que haría todos los esfuerzos posibles para enviar ayuda, aunque en aquel momento Nathan no sabía que el propio Amnon estaba luchando a la desesperada en medio de las posiciones egipcias y también había sufrido un número importante de bajas. A medida que pasaba el tiempo, Nathan comprendió que las esperanzas de rescatar a sus hombres se estaban desvaneciendo. Todos los intentos por llegar a las fuerzas rodeadas fracasaron.

Halevi también había sufrido numerosas bajas y él y sus hombres se habían negado a abandonar a los heridos. Intentó abandonar la zona de combate con su unidad y llevando con ellos a los compañeros heridos, cubriendo la retirada con dos secciones de ametralladoras pesadas, pero cuando se estaban moviendo lenta y dolorosamente hacia sus propias líneas, las fuerzas acorazadas egipcias les rodearon y cortaron su ruta de escape. En la batalla que siguió, toda la fuerza israelí fue destruida. Cuando Nathan estaba reorganizando sus fuerzas (que habían sufrido veinticuatro muertos y dieciocho heridos) un íntimo amigo suyo le llamó a un aparte y le comunicó que uno de los muertos en la batalla había sido su hermano.

La historia de este batallón de paracaidistas y de las pérdidas que sufrió reveló uno de los puntos débiles de las Fuerzas de Defensa de Israel y, al mismo tiempo, uno de sus principales puntos fuertes. Este batallón había sido formado hacía mucho tiempo y contaba con una magnífica tradición guerrera que se había convertido en una verdadera leyenda para muchos jóvenes. A lo largo de los años se había convertido en una gran familia y, en cierta medida, en una especie de club, y su pertenencia al mismo era un caro objetivo para muchos. El kibbutz Beit Hashita perdió a doce de sus hijos en la guerra; cinco de ellos resultaron muertos aquella noche en este batallón. El comandante del batallón perdió a su hermano y, unos días más tarde en la margen occidental, a su mejor amigo, que se había presentado voluntario para servir como chófer a sus órdenes. Los mismos elementos que otorgaban esa fuerza a esta unidad provocarían este extremo pesar.

En la carretera de Tirtur continuaban los esfuerzos para rescatar al resto de las fuerzas atacantes israelíes. Amnon se encontraba con sus dos batallones al oeste de la Granja China, mientras que el resto de la brigada estaba desplegado al sur del cruce de carreteras evacuando a los muertos y heridos y reorganizando sus fuerzas. Al examinar la situación, Amnon decidió que lanzaría un contraataque sobre el cruce de carreteras desde la retaguardia. Ordenó al nuevo comandante de las unidades de reconocimiento de la división, teniente coronel Yoav Brom, que atacase Matzmed por la carretera de Tirtur de oeste a este (él suponía que el enemigo estaba desplegado para hacer frente a un ataque lanzado desde el este y el sur y que, por lo tanto, sería tomado por sorpresa). La fuerza israelí atacó pero Brom resultó muerto a 20 metros del cruce de carreteras, un hecho que acabó con el intento. Amnon ordenó entonces al segundo al mando de la unidad que se retirase y reorganizara las fuerzas, ordenando al mismo tiempo que el comandante adjunto de la brigada, teniente coronel Eytan, atacase el cruce desde el sur con el 40.º Batallón (que había abierto la carretera de Akavish). El ataque se produjo a las 16.00 horas. Tres tanques, incluyendo el que iba el segundo jefe de la brigada, resultaron alcanzados por el fuego enemigo y el ataque fracasó.

El coronel Danny Matt (ahora general de brigada) es una figura muy conocida en las Fuerzas de Defensa de Israel. Hombre alto y de porte distinguido, con barba y bigote poblados y bien recortados, exhibe muchas de las señales de las heridas recibidas a lo largo de sus años en el Ejército. En la Guerra de los Seis Días estuvo en el Sinaí al mando de una brigada paracaidista a las órdenes de Sharon y en dos ocasiones aterrizó en helicóptero sobre suelo sirio durante los postreros combates de la guerra. En 1968 dirigió la audaz incursión de 200 kilómetros en el interior de Egipto en el área de Najh Hamadi. Desde 1969 era comandante de la brigada paracaidista de la Reserva que, a las órdenes del general Motta Gur, había capturado la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días.

A las 6.00 horas del 15 de octubre, Matt fue convocado a la reunión de órdenes en el Cuartel General de Sharon. Su brigada fue concentrada entonces en el Paso de Mitla para que cruzase el Canal aquella misma noche; la brigada comenzó a moverse después de que él impartiese las órdenes preliminares y regresó rápidamente al Cuartel General de Sharon con su grupo de planificación.

Las órdenes de Matt consistían en que la compañía de reconocimiento de la brigada y una compañía de ingenieros a las órdenes de su segundo, teniente coronel Arik, encabezaran el cruce del Canal y establecieran la primera posición firme en la margen occidental. La compañía de ingenieros cruzaría por cuatro puntos con un equipo de demolición. Todo había sido preparado para la operación de cruce. Un segundo jefe alternativo de la brigada fue puesto al mando del «patio». Esta área, que medía 650 por 150 metros, había sido preparada por Sharon durante su período como jefe del Mando Sur. La zona estaba rodeada de muros de arena de protección y marcaba el punto exacto para el cruce: allí había posiciones organizadas para que las unidades que las ocupaban mantuviesen un fuego constante sobre las fuerzas enemigas en la otra orilla del Canal, y las instalaciones necesarias para un puesto de mando avanzado. Después de establecida una posición estable en la orilla opuesta, un batallón al mando del teniente coronel Dan se encargaría de ampliar la cabeza de puente hacia el sur, mientras que un batallón al mando del teniente coronel Zvi lo ampliaría en dirección norte. Esta cabeza de puente no debía tener un ancho inferior a los 5 kilómetros hacia el norte y debían tomarse los cruces del canal de agua dulce situados a unos 2 o 3 kilómetros hacia el oeste.

Matt fue informado de que disponía de sesenta botes neumáticos que serían entregados a la brigada a las 10.00 horas del día siguiente. A las 13.00 horas presentó su plan a Sharon, quien le dio su aprobación, pero desde la brigada le informaron de que no había señales de los botes. A las 13.30 horas regresó a su brigada con órdenes de iniciar el cruce a las 16.30 horas. Los botes, sin embargo, aún no habían llegado, y en lugar de los sesenta semiorugas prometidos, sólo podía contar con treinta y dos. Para Matt resultaba evidente que depender de los procedimientos y canales normales le dejaría sin los medios necesarios para cruzar el Canal. Uno de sus comandantes de batallón tomó la iniciativa y envió al comandante de la compañía de la plana mayor con treinta conductores para que se presentaran en Refidim y regresaran con todos los semiorugas que pudiesen encontrar… empleando métodos legales o fraudulentos. Este ingenioso oficial llegó a Refidim y encontró veintiséis semiorugas formando un convoy fuera de la cantina, mientras sus conductores estaban dentro bebiendo y descansando. Buscó al oficial al mando, quien le dijo que debía entregar los semiorugas a una de las divisiones y estaba esperando instrucciones. «Yo soy el hombre a quien está esperando —dijo con aplomo el comandante de la compañía—, y no necesito a sus conductores. Pueden quedarse en la cantina». Acto seguido indicó a sus hombres que subiesen a los vehículos y se alejaron, aumentando hasta cincuenta y ocho el número de semiorugas de la fuerza de Matt.

Pero todavía no había señales de los botes. A las 14.00 horas, Matt estaba conduciendo a través del desierto desde el Cuartel General de la división en dirección a su brigada, preguntándose cómo diablos podría cruzar el Canal si no tenía botes, cuando encontró a un teniente coronel paracaidista que buscaba algo que hacer en alguna de las unidades. Matt le encomendó la tarea de encontrar los botes y notificárselo por radio. Media hora más tarde, el oficial se comunicó con él para decirle que había encontrado los botes a unos 5 kilómetros al oeste de Tasa (debido a la similitud de los nombres en clave habían sido enviados a un lugar equivocado).

La reunión convocada a las 15.00 horas duró exactamente veinticinco minutos. Ordenó a la brigada que se pusiera en marcha a las 16.30 horas y advirtió a los comandantes que cualquier cosa que no hubiese sido organizada previamente debía ser solucionada mientras avanzaban hacia el Canal. Cuando la brigada llegó a la carretera que llevaba a Tasa se encontró con un impresionante atasco de tráfico; el control de tráfico parecía haber desaparecido y recorrieron 25 kilómetros en dos horas y media, llegando al cruce de carreteras de Tasa a las 19.00 horas. Al no haber entrado en contacto aún con los botes de asalto, ya que las embarcaciones se encontraban a 5 kilómetros hacia el oeste en la ruta hacia el Canal, las tropas de Matt se tuvieron que mover ahora hacia un atasco de tráfico aún mayor que el anterior y tardaron dos horas en recorrer 5 kilómetros. A las 21.00 horas Matt llegó finalmente donde estaban los botes que se suponía que debían haberle entregado a las 10.00 horas. Cada semioruga cargó un bote y el resto de la brigada se desplazó en vehículos ligeros sin blindaje, incluyendo autobuses. Matt sabía que estos vehículos no podrían moverse una vez que estuviesen el alcance de la artillería enemiga, de modo que cargó cada semioruga con veinticinco hombres, haciendo que se acostasen formando capas con un bote hinchable cubriendo cada semioruga. En el atasco de tráfico de Tasa, los vehículos ligeros se quedaron atascados en la arena y sólo los vehículos con tracción a las cuatro ruedas pudieron continuar la marcha. Pero la lentitud del movimiento de la columna y las frecuentes paradas permitieron que la brigada pudiese completar algunos arreglos para el cruce, incluyendo la cuestión de los chalecos salvavidas y otras piezas del equipo.

Con un número de semiorugas inferior al que se había previsto inicialmente, Matt se vio obligado a adaptar sus planes a las fuerzas disponibles a medida que avanzaban en dirección al Canal. Colocó el «patio» —el área de embarque— a las órdenes de su segundo con fuerzas que debían inmovilizar a las tropas enemigas en la margen occidental con su fuego de cobertura; también organizó el control de tráfico colocándolo al mando de un oficial de campaña y los ingenieros de asalto. Puesto que la compañía de reconocimiento de la brigada debía permanecer en la retaguardia porque viajaba en vehículos ligeros, el batallón del teniente coronel Dan se vería obligado a tomar toda la cabeza de puente en la margen occidental. El «patio» estaba organizado en dos puntos de embarque: la playa verde y la playa roja que serían iluminadas con los colores respectivos. Cada hombre en la fuerza sabía qué color le correspondía y el mismo sistema se aplicaba para la margen occidental. El plan de cruce requería que la brigada de Amnon se moviese desde el sur, despejase la ruta de acceso de la brigada de Matt y continuase la marcha 5 kilómetros al norte de los puntos de embarque hacia el oeste de la Granja China.

Cuando se encontraba a unos 10 kilómetros del Canal, aproximadamente a las 22.30 horas, Matt recibió bajo su mando una compañía de tanques que avanzaba en cabeza de su columna, que era seguida por el segundo de la brigada con la fuerza de asalto, el Cuartel General avanzado de la brigada y el batallón de Dan con el resto de la brigada tras ellos de la mejor manera posible. Desde el cruce de carreteras de Akavish-Tirtur —a una distancia de entre 700 y 950 metros— la columna fue atacada con fuego de artillería, misiles y ametralladoras pesadas; algunos de los vehículos y de los botes fueron alcanzados. Cada vez que encendían las luces para identificarse, una lluvia de proyectiles caía sobre ellos. La fuerza de asalto se desvió de la carretera principal poco después de medianoche en dirección oeste hacia el emplazamiento del «patio» a unos 3 kilómetros de distancia.

La brigada de Amnon había pasado antes como estaba planeado y se informó de que el área estaba libre de enemigos. Pero Matt quería estar completamente seguro, de modo que dio instrucciones a su segundo para que moviese la compañía de tanques unos 800 metros en dirección norte y se quedase en el cruce de carreteras para ofrecer protección contra cualquier intervención del enemigo procedente del norte o el este. La compañía de tanques avanzó, cayó en una emboscada en el cruce de carreteras y fue destruida por completo sin que Matt recibiese información alguna acerca de la suerte que había corrido. A las 12.20 horas ya habían sido establecidos los puntos de control de tráfico y diez minutos más tarde el grupo de asalto, a las órdenes del segundo jefe de la brigada, había entrado en el «patio». Cuando la brigada de Amnon pasó por ahí la noche antes, éste había establecido el área del objetivo en la otra orilla del Canal, y ahora Matt ordenó a toda la artillería a su disposición que abriese fuego sobre un área de 900 metros de ancho por 200 metros de profundidad en la margen occidental del Canal. El puesto de mando de Matt estaba situado ahora en la entrada del «patio» y, mientras las fuerzas israelíes machacaban la margen occidental, se ultimaron todos los preparativos, incluyendo el control del tráfico.

Cuando se preparaban para dirigirse hacia el agua descubrieron que el terreno en la parte septentrional del «patio» era más blando y fangoso de lo que se habían imaginado. En consecuencia, decidieron alterar el plan, procediendo a embarcar en un único punto mientras continuaban desembarcando, tal y como estaba planeado, en dos puntos de la orilla opuesta. Entretanto la artillería egipcia continuaba hostigando a las fuerzas de Danny Matt: el punto de control de tráfico en la carretera que llevaba al «patio» recibió un impacto directo, mientras que en la entrada al mismo un semioruga también fue alcanzado; cuatro botes quedaron inutilizados.

Una vez que descargaron tropas y botes, los semiorugas debían continuar hacia el este y el norte a través de la carretera que llevaba de regreso a Tirtur. Pero después de un rato, el oficial al mando de los vehículos regresó y anunció que se habían topado con los tanques y la infantería egipcios. Al mismo tiempo se recibió un informe de que la compañía de tanques que marchaba en cabeza de la brigada de Matt, que se había movido para proteger sus flancos en el cruce de carreteras, había sido completamente destruida. Los semiorugas vacíos se habían encontrado con fuerzas enemigas a unos 700 metros del puesto de mando de Matt y habían regresado. Ahora, en lugar de una fila ordenada de tráfico en un solo sentido, se enfrentaban al problema que representaba un tráfico en dos direcciones en una carretera estrecha y bajo un intenso fuego, mientras la columna de semiorugas vacíos continuaba avanzando.

A pesar de la proximidad de los egipcios al punto de cruce, Sharon instó a su división a que avanzara. Y a la 1.35 horas del 16 de octubre la primera oleada de tropas israelíes cruzó el Canal y puso pie en la orilla occidental, diez después del asalto de las fuerzas egipcias a la margen oriental.

Los ingenieros eliminaron las alambradas y demás obstáculos que había en la orilla del Canal, pero no encontraron zonas minadas. Informando con destellos de luz que todo estaba controlado, se movieron a lo largo del Canal en dirección al segundo punto de desembarco. Cuando se hubieron colocado las luces intermitentes en ambos puntos, las fuerzas comenzaron a cruzar. Una sensación de alivio embargó a todo el ejército que había esperado en tensión la noticia. La artillería israelí había saturado la estrecha franja de desembarco con toneladas de proyectiles, pero el área bombardeada no estaba ocupada por tropas egipcias. Los soldados se movieron a pie. El Cuartel General avanzado de la brigada cruzó a las 2.40 horas y, hacia las 5.00 horas, todas las fuerzas de infantería habían completado el cruce del Canal. A las 6.43 horas, el primer tanque de la brigada de Haim cruzó a bordo de una balsa y hacia las 8.00 horas las fuerzas de Matt ocupaban una cabeza de puente que se extendía a lo largo de 5 kilómetros hacia el norte desde el Gran Lago Amargo tal como estaba planeado.

Entretanto, la situación estaba siendo analizada en el Cuartel General del Mando Sur en una atmósfera de tensión. Al comprobar lo que estaba sucediendo en la margen oriental y consciente de la dura lucha que se libraba en el corredor que llevaba al Canal, el ministro de Defensa propuso retirar a las fuerzas paracaidistas: «Lo hemos intentado. No ha dado resultado». Sugirió abandonar la idea del cruce porque: «Por la mañana les matarán al otro lado del Canal». La reacción de Gonen fue: «Si hubiésemos sabido que esto sucedería, probablemente no habríamos iniciado el cruce. Pero ahora que lo hemos hecho, debemos continuar hasta el amargo fin. Si hoy no hay una cabeza de puente, mañana habrá una, y si mañana no hay un puente, lo habrá dentro de dos días». Bar-Lev oyó por casualidad este diálogo y en su característico tono tranquilo de voz, pronunciando las palabras de un modo exageradamente lento, les preguntó de qué estaban hablando. Cuando Gonen se lo explicó, Bar-Lev contestó: «No hay nada que discutir».

Al amanecer, cuando Amnon se dirigió hacia terreno elevado para inspeccionar el campo de batalla, lo que vio le dejó horrorizado: allí donde mirase el desierto estaba cubierto por una masa de tanques, vehículos, cañones y camiones de transporte ardiendo y envueltos en una densa humareda; por todas partes había soldados de infantería muertos. Parecía como si no hubiese ni un solo elemento de equipamiento militar que hubiera podido escapar a la destrucción: había caravanas de mando, talleres móviles, enormes vehículos de transporte que llevaban misiles SAM 2, cocinas de campaña móviles. Los restos de las fuerzas israelíes también estaban allí y, con frecuencia, la distancia que las separaba de los vehículos egipcios era de apenas unos metros. El corresponsal del New York Times, Charles Mohr, describió de esta manera su visita al lugar inmediatamente después de que acabase la batalla: «En una estrecha franja de unos cuantos miles de metros había veinticuatro tanques Patton israelíes totalmente quemados. Pocos hombres de los que integraban sus dotaciones podrían haber sobrevivido […] tanques menos dañados ya habían sido retirados para proceder a su reparación. Alrededor de un centenar de tanques egipcios estaban esparcidos y destruidos en el campo de batalla. En un punto determinado, un tanque Patton israelí y un T55 egipcio estaban separados por un par de metros».

Mientras Amnon contemplaba la escena, un comandante de compañía del 40.º Batallón que había apoyado con sus tanques el ataque de la infantería en el cruce de carreteras durante la noche se puso en contacto con él por radio y le dijo que estaba preparado para atacar el cruce. Amnon cogió tres tanques, que habían sido reparados aquella misma noche, y se sumó al ataque siguiendo la misma ruta de oeste a este que había tomado la noche anterior la unidad de reconocimiento de la división. Mientras Amnon atacaba desde el Canal a lo largo de la carretera de Tirtur, el comandante de la compañía, el capitán Gaby, atacó con sus fuerzas desde el sur. Entre ambos capturaron el cruce de carreteras y descubrieron que el área había sido completamente organizada para la defensa antitanque con tanques, misiles antitanque y centenares de soldados de infantería equipados con una importante cantidad de bazookas RPG. Asimismo, los arcenes de las carreteras habían sido sembrados de minas de modo que cualquier tanque israelí que intentase esquivar a los tanques destruidos que bloqueaban la carretera saltaría en pedazos a causa de las minas; cientos de cables guía de misiles antitanque estaban extendidos a través de la carretera como si sobre ella hubiese caído una gigantesca tela de araña. Los tanques egipcios habían estado disparando desde detrás de los terraplenes en la Granja China a distancias de entre 20 y 25 metros (esto explicaba las dificultades con las que se habían encontrado los ataques lanzados la noche anterior). Ahora resultaba evidente que la brigada de Amnon había sido capaz de superar este cruce al anochecer con sus batallones de tanques porque los egipcios habían sido cogidos por sorpresa; pero habían conseguido recuperarse rápidamente y se habían reorganizado perfectamente para la defensa.

En esta ocasión, las fuerzas de Amnon y Gaby no tomaron por asalto el cruce de carreteras sino que, al contar con una buena visibilidad a plena luz del día, fueron capaces de disparar desde una distancia prudencial, desmoronando gradualmente la defensa montada por el enemigo. Los egipcios, por su parte, habían estado sometidos durante toda la noche al fuego concentrado de los israelíes con repetidos asaltos sobre sus posiciones. Agotados por los combates nocturnos y habiendo sufrido fuertes pérdidas, los egipcios no pudieron seguir resistiendo esta lenta y progresiva batalla de desgaste; de pronto, huyeron en desbandada. En este punto Amnon recibió dos batallones de tanques de Sharon (uno al mando del teniente coronel Ami y el otro a las órdenes del teniente coronel Uzi). Con estas fuerzas lanzó otro asalto contra Tirtur, atacando la posición desde el nordeste y el oeste, mientras Ami atacaba desde el nordeste hacia el sudoeste, recibiendo una lluvia de fuego antitanque y de los tanques egipcios que le obligaron a replegarse. Las fuerzas egipcias se habían concentrado en las estribaciones meridionales de Missouri y dominaban toda el área. Y desde ese punto hostigaban a las fuerzas israelíes.

La brigada de Amnon estaba seriamente diezmada: había perdido casi la mitad de su fuerza; un elevado porcentaje de los oficiales y comandantes de tanques había caído. La carretera de Tirtur seguía bloqueada. Aunque el cruce de carretera estaba ahora en manos de los israelíes, los egipcios presionaban desde el norte contra las fuerzas que defendían la línea al oeste de la Granja China. Dejando un batallón para que defendiese esta línea septentrional, Amnon retiró a su brigada hacia Lakekan en la orilla del lago para reorganizarse.

A primera hora de la mañana del 16 de octubre, Sharon notificó a Bar-Lev que el puente prefabricado se había roto y que los técnicos calculaban que su reparación les llevaría todo un día; además, el cruce de carreteras Tirtur-Lexicon era una posición antitanque profusamente fortificada y que necesitaba fuerzas adicionales para poder tomarlo. Al describirle la presión que estaba ejerciendo la 14.ª Brigada Acorazada egipcia sobre la brigada de Amnon en el norte, Bar-Lev dio un aviso temprano a la división de Bren, que estaba preparada para cruzar el primer puente, de que quizás se viese obligada a intervenir en la batalla a fin de abrir las rutas que conducían hasta el Canal.

Esa misma mañana, más tarde, Sharon informó que diez tanques de la brigada de Haim estaban cruzando el Canal a bordo de balsas para unirse a las fuerzas de Danny Matt en la margen occidental; poco después, informó que toda la brigada de Matt, junto con los semiorugas y treinta tanques pertenecientes a la brigada de Haim y bajo su mando personal, habían cruzado el Canal. Haim ya había comenzado a desplegar sus fuerzas en la cabeza de puente para atacar las posiciones donde estaban emplazados los misiles tierra-aire egipcios.

Entretanto se estaba desarrollando un nuevo debate entre Sharon y el Mando Sur. Sharon sostenía que debía explotarse de inmediato el éxito de haber establecido una cabeza de puente a través del Canal. Independientemente de que se tendiese o no un puente, la división de Bren debería ser transportada en balsas hasta la otra orilla e inmediatamente las fuerzas israelíes que estaban desplegadas en la orilla occidental comenzarían a avanzar. Bar-Lev desestimó esta propuesta el 16 y nuevamente al día siguiente, cuando Sharon volvió a plantearla, señalando que esta operación no era una incursión a través del Canal; él consideraba que sería el colmo de la irresponsabilidad lanzar un ataque con una fuerza de cuerpo que sumaba cientos de tanques a través del Canal sin una ruta de abastecimiento segura y sin contar con un puente. En su opinión, los tanques quedarían inmovilizados en veinticuatro horas. Además no quería depender de unas balsas que consideraba vulnerables. Y puesto que los egipcios estaban luchando obstinadamente contra el corredor israelí en la margen oriental del Canal, si trasladaban la división de Bren a la otra orilla, no quedarían fuerzas suficientes en ese sector para hacer frente a los contraataques enemigos. La división de Bren debía completar la limpieza del corredor en la margen oriental del Canal.

Poco después de las 6.00 horas del 16 de octubre, Gonen se trasladó en helicóptero al puesto de mando avanzado de Bren, que estaba instalado en el terreno elevado que dominaba Akavish. Junto con el segundo de Bren, general de brigada David, regresó por tierra a lo largo de la carretera de Akavish en dirección a los puentes. A tres kilómetros al este de la carretera de la artillería se encontraron con el puente de pontones: en la carretera había media docena de pontones y más atrás, al norte de la carretera y paralelo a la misma, se encontraba el puente prefabricado, que se había roto mientras era remolcado. Un oficial de suministros estaba a cargo de las reparaciones junto con el teniente coronel Aharon (Johnny) Tanne, el jefe de ingenieros del Mando Sur. Gonen fue informado de que el puente estaría reparado en media hora. El puente de pontones no podía ser trasladado más hacia el oeste porque Akavish aún estaba en manos de las fuerzas egipcias.

Gonen y David continuaron su camino en jeep por la carretera de Akavish hasta que Gonen sugirió que dejasen el vehículo ya que un jeep era un blanco móvil, pero nadie dispararía a dos personas aisladas. Ambos comenzaron a caminar en dirección al campo de batalla. Desde la cima de una duna de arena observaron la Granja China debajo de ellos y contemplaron la batalla que libraban los tanques israelíes contra los misiles egipcios. Un solitario tanque egipcio abrió fuego contra ellos desde una distancia de un kilómetro y medio, pero ambos permanecieron en la duna y siguieron el desarrollo de la batalla desde su puesto de observación. Pudieron comprobar que Akavish estaba materialmente bloqueada por los egipcios y que la Granja China estaba fuertemente defendida. Gonen regresó al puesto de mando avanzado de Bren a las 10.00 horas y habló con Sharon, quien le dijo que esperaba haber despejado la carretera en una hora y media. Sharon sostuvo que el puente no podía ser movido hacia delante, pero Gonen le informó de que acababa de dejar el puente y que estaba en condiciones de moverse. Asignó a la división de Bren la responsabilidad de conseguir que el puente de pontones llegase al Canal, haciendo personalmente responsable al segundo de Bren, general de brigada David, y dio órdenes al segundo de Sharon, Jackie Even, para que se hiciera responsable del puente prefabricado. Avisó a Bren que estuviese preparado para moverse hacia el mediodía y despejar Akavish y Tirtur y hacer que el puente de pontones llegase hasta el agua, informó por radio a Bar-Lev y éste a su vez lo notificó a Sharon.

Aproximadamente al mediodía, Gonen avisó a Sharon que estaba ordenando a Bren que se encargara de despejar Akavish y Tirtur, mientras que la misión de Sharon sería capturar la Granja China y la parte sur de Missouri. Pero puesto que los tanques de Sharon no tenían municiones, se decidió que esperaría hasta que Bren abriese ambas carreteras antes de repostar combustible, cargar municiones y atacar la Granja China. La situación en la que se encontraban ahora los tanques de Sharon —con los «estómagos» vacíos— no hacía más que poner de relieve la peligrosa naturaleza de la operación que se había montado debido a las circunstancias. Gonen prohibió la transferencia de más fuerzas hacia la orilla occidental hasta que no estuviese abierta la ruta de abastecimiento.

A las 16.30 horas del 16, Dayan, Bar-Lev y Gonen se reunieron en el Cuartel General avanzado del Mando Sur. Gonen dijo que si el puente prefabricado y los puentes de pontones no llegaban al Canal tendrían que retirarse de la margen occidental. Si había puentes de pontones pero no un puente, las fuerzas israelíes podían permanecer en la otra orilla pero la división de Bren no podría cruzar para unirse a ellas; tan pronto como el puente prefabricado estuviese en posición todas las fuerzas necesarias cruzarían el Canal.

Bren estaba concentrado con sus fuerzas al sur de Tasa y preparado para explotar el éxito y atravesar el puente tendido sobre el Canal. Comenzó a moverse con su Cuartel General avanzado, viajando por los arenales paralelos a la carretera porque la carretera estaba bloqueada por un intenso tráfico y los puentes de pontones incrustados en un mar de vehículos. Intercalados a lo largo de las columnas había trenes de suministro de municiones y combustible. Cuando Bren pasó junto al puente dañado vio a su alrededor a un grupo de oficiales tratando desesperadamente de repararlo bajo el intenso fuego de la artillería egipcia. La mañana del 16 era neblinosa. Cuando se levantó la neblina, Bren miró hacia Akavish y vio tanques israelíes que avanzaban por la carretera y, súbitamente, estallaban en llamas. (Envió semiorugas para que recogiese a sus dotaciones cuando cruzaban las dunas de arena). Al ver que la carretera estaba bloqueada envió a su batallón de vanguardia, al mando del teniente coronel Amir, en un amplio movimiento de flanqueo para que cruzara el Canal según el plan previsto. Los tanques de Amir estaba a punto de abordar las balsas cuando Sharon se puso en contacto con Bren para decirle que Amnon había sufrido un grave castigo durante la noche y que sus tanques estaban sin municiones. Bren accedió a dejar a Amir con Sharon como fuerza de apoyo y él fue enviado a relevar a las fuerzas de Amnon entre la Granja China y el Canal, permitiéndole de este modo que se replegase para reorganizarse. Amir consiguió contener los ataques de los tanques egipcios durante los días 16 y 17. Entretanto, Gonen llegó al puesto de mando avanzado de Bren y el general de brigada David fue asignado para concentrar los pontones y encargarse de que llegasen al Canal. Nueve pontones fueron agrupados de forma gradual, un número suficiente para construir un puente.

Cuando Bren recibió la orden de abrir las carreteras de Akavish y Tirtur, movió sus tanques desde las colinas hasta la carretera que iba a Televizia, que estaba defendida por las fuerzas de Tuvia pertenecientes a la división de Sharon. Los egipcios comenzaron a dispararles misiles desde las dunas cercanas; no contaban con fuerzas de infantería y Bren se dio cuenta de que sería una operación muy difícil. A las 14.00 horas, el Mando Sur le informó de que recibiría una fuerza paracaidista que llegaría pronto en helicóptero. Esperaron durante todo el día pero no hubo señales de los paracaidistas. (Llegaron finalmente al caer la noche al mando del coronel Uzi). Los planes se trazaron rápidamente y a las 23.30 horas entraron en acción sin una preparación adecuada.

El plan consistía en que el batallón de Itzik debía avanzar en dirección al Canal, peinando un área de aproximadamente dos kilómetros de ancho que unía Akavish y Tirtur. El problema, tal como les había sido presentado, no parecía demasiado complicado. Durante tres horas el batallón se movió en formación a través del área asignada: en la carretera que se dirigía hacia el Canal había secciones de puentes, tanques y pontones; las tropas les saludaban desde el costado de la carretera. La compañía de Yaki encabezaba la marcha del batallón en su flanco norte cuando fue atacada súbitamente con un nutrido fuego de artillería y ametralladoras. La compañía atacó en dirección al origen del fuego y Yaki resultó herido, un comandante de pelotón que estaba con él resultó muerto y su unidad sufrió numerosas bajas. Yaki se colocó un vendaje y volvió a encabezar el ataque, pero fueron rechazados nuevamente por el enemigo. La segunda compañía, al mando de Margal, avanzó para ayudarles pero también fue atacada desde todas partes. Una unidad intentó flanquear al enemigo, pero la posición egipcia no parecía tener fin y también recibió una lluvia de fuego egipcio. La mayoría de sus oficiales y suboficiales quedaron heridos o muertos. Cuando la compañía de Margal acudió en su ayuda —no podía emplearse fuego de artillería porque resultaba difícil localizar a las fuerzas israelíes— el propio comandante quedó mortalmente herido.

Bren ordenó a la fuerza que abandonase Tirtur y se concentrase sólo en Akavish, pero el fuego era tan intenso que los paracaidistas no pudieron replegarse. El número de heridos no cesaba de aumentar y se enviaron vehículos blindados para intentar su evacuación. Eran las 3.00 horas; el amanecer despuntaría una hora más tarde y si no conseguía llevar los pontones hasta el agua, Bren comprendió que pasaría otro día vital sin contar con un puente que atravesara el Canal. Mientras los paracaidistas luchaban desesperadamente entre ambas carreteras, Bren decidió hacer un nuevo intento. Envió una fuerza de vehículos blindados por la carretera de Akavish para que informase de la situación: la carretera estaba abierta. Después de haber resuelto el problema de quitar de la carretera los tanques destruidos, David avanzó con el convoy de pontones a lo largo de la carretera de Akavish hasta el lago y desde allí en dirección norte por la orilla. Cuando el sol comenzaba a asomarse por el horizonte, el convoy llegó al «patio».

Mientras tanto, los paracaidistas comprendieron que no podrían capturar la posición enemiga que tenían frente a ellos, pero mientras atacaban a los egipcios, la división comenzó a moverse detrás de ellos hacia el Canal con el equipo para la construcción de puentes. El comandante del batallón, Itzik, comprendió que ahora debía defender la línea a cualquier precio, atacar al enemigo y proceder a la evacuación de los heridos. Entonces creó una línea a unos 70 o 90 metros de las líneas egipcias, con sus paracaidistas arriesgando continuamente sus vidas al entrar en tierra de nadie para rescatar a los heridos. Una unidad acorazada trató de unirse a ellos pero no lo consiguió. Más tarde, guiados por el humo que producía la lluvia de fuego egipcio sobre las fuerzas de Yaki, llegaron los tanques. Avanzaron hacia las posiciones egipcias y en dos minutos tres tanques quedaron envueltos en llamas al ser alcanzados por los misiles egipcios. A pesar del intenso y mortal fuego enemigo, los paracaidistas resistieron tenazmente en una batalla que se prolongó durante catorce horas, enfrentados a una posición defendida por una división, mientras en la retaguardia continuaban los movimientos hacia el Canal. Finalmente, un grupo de vehículos blindados armados avanzó bajo el fuego y consiguió evacuar a los heridos. Cuando el batallón fue relevado finalmente de su posición por las fuerzas acorazadas de Tuvia, Itzik permaneció detrás para cubrir su retirada con su plana mayor. En esa batalla sus bajas ascendieron a 40 muertos y 100 heridos.

Mientras se libraba esta batalla, Bren ordenó que dos brigadas avanzaran y despejasen el área de Akavish y Tirtur: la brigada de Natke se desplegó hacia el sur de Akavish, moviéndose hacia el norte a través de Akavish y continuando hacia Tirtur; las fuerzas de Gaby atacaron de este a oeste. Con la brigada de Tuvia también bajo su mando, Bren presionó a las fuerzas egipcias en el corredor israelí de este a oeste con tres brigadas blindadas concentradas. Las fuerzas de Bren evacuaron a los paracaidistas del campo de batalla a las 11.00 horas, pero cuando se desarrollaba esta acción se recibió un informe de que una brigada acorazada egipcia avanzaba desde el sur sobre Lexicon a lo largo de la costa de los Lagos Amargos. Bren solicitó la brigada de Arieh y le fue concedida.

Sin saber realmente qué estaba pasando con el cruce del Canal por parte de los israelíes y absolutamente ignorante de sus consecuencias, el Mando egipcio sí era consciente de que el enemigo estaba haciendo un gran esfuerzo para abrir un corredor al norte del Gran Lago Amargo. Pero en ningún momento se les ocurrió pensar que, aunque en el área del corredor se combatía con inusitada intensidad, el Mando israelí lanzaría de todos modos un importante ataque a través del Canal sin contar con una ruta de suministros segura. El 17 de octubre, el Segundo y Tercer Ejércitos egipcios realizaron un decidido esfuerzo para cerrar el corredor israelí y aislar a todas las fuerzas israelíes entre Lexicon y el Canal: la 14.ª Brigada Acorazada egipcia había combatido durante dos días contra el solitario batallón de tanques de Amir al oeste de la Granja China y, hacia el anochecer del 17, había sido destruida en su mayor parte, mientras que las fuerzas de la 16.ª División de Infantería y 21.ª División Acorazada egipcias lanzaron dos grandes ataques contra las fuerzas de Bren en Tirtur y Akavish.

El contraataque fue montado desde Missouri y la Granja China en dirección a Akavish. Las dunas de arena estaban cubiertas por los tanques egipcios que avanzaban. Natke y Gaby les estaban esperando y se trabaron en una gran batalla de tanques. Amir, que se encontraba al oeste del ataque egipcio, les hostigó desde la retaguardia. Por dos veces los egipcios lanzaron un ataque importante contra las fuerzas israelíes hasta que, finalmente, optaron por retirarse, dejando un gran número de tanques en el campo de batalla. Los israelíes perdieron seis carros de combate, de los que tres fueron destruidos por misiles. Las pérdidas sufridas por los egipcios en este ataque habrían de sellar la suerte de la Granja China. En esta acción, el Tercer Ejército egipcio lanzó a la 25.ª Brigada Acorazada desde el sur a fin de completar la operación conjunta iniciada por los dos ejércitos egipcios. La brigada avanzó hacia el norte a lo largo del Gran Lago Amargo en dirección a la cabeza de puente de la 16.ª División al norte del corredor israelí con la misión de cortar el corredor y destruir las fuerzas israelíes que habían conseguido penetrar en la cabeza de puente.

A las 10.00 horas, Dayan llegó al Cuartel General avanzado de Bren en las colinas que rodeaban Kishuf; poco después llegó Bar-Lev. Dayan pidió que le llevasen adónde estaba Sharon, pero Bren le convenció de que no lo hiciera, añadiendo que él iría a buscar a Sharon. Mientras tanto llegó un helicóptero que transportaba al general Elazar y al segundo de Gonen, Uri Ben Ari, y poco después lo hizo Sharon en un semioruga. Todos se sentaron en la colina formando un círculo alrededor de los mapas para decidir si, dadas las circunstancias, debían continuar con el cruce del Canal, y quién y cuándo lo cruzaría. Sharon propuso que la división de Bren se encargase del corredor en la margen oriental y que él cruzaría con su división. Bren se opuso a este plan, sugiriendo que se atuviesen al plan original, principalmente que Sharon debía ser quien se encargase de la defensa del corredor y que su división debería retirarse del combate, repostar combustible, cargar municiones y cruzar el Canal según el plan. Elazar decidió a favor de la propuesta de Bren, ordenando a Sharon que despejase el corredor y lo ampliase; sólo entonces cruzaría el Canal con su división. La brigada de Tuvia volvería a estar bajo el mando de Sharon y presionaría a las fuerzas enemigas, permitiendo que la brigada de Gaby se replegase. Mientras estaban hablando, Amnon (cuya brigada se estaba reorganizando en el área de Lakekan en las orillas del Gran Lago Amargo) informó de que la nube de polvo que levantaba la brigada acorazada egipcia que se desplazaba hacia el norte estaba peligrosamente cerca de su posición.

Amnon había colocado cuatro tanques en Lexicon al sur de Lakekan para proteger su brigada. Cuando recibió los primeros informes del avance de la 25.ª Brigada Acorazada egipcia, se mostró escéptico. Decidió ir personalmente e inspeccionar la costa del Gran Lago Amargo; allí, a menos de dos kilómetros de distancia, había una brigada acorazada que avanzaba lentamente por la orilla del lago hacia él. Los tanques enemigos se movían agrupados, claramente visibles: un blanco ideal. La batalla se inició al mediodía, con los carros de combate de Amnon abriendo fuego a larga distancia y alcanzando a los dos primeros tanques de la columna egipcia.

Bren, entretanto, había abandonado la reunión con su Cuartel General avanzado y progresaba velozmente hacia el sur, paralelo al lago, a lo largo de la carretera de la Artillería. Durante la reunión, cuando llegaron los informes de Amnon, él ya había ordenado a Natke que dejase un batallón en el área de Akavish y Tirtur y montase una emboscada de tanques al este de Lexicon frente al Gran Lago Amargo. Al mismo tiempo ordenó a Arieh, que se movía con su brigada a lo largo de la carretera lateral, que avanzara a campo través por una ruta secundaria, desplegándose al este de Botzer en el extremo meridional del Gran Lago Amargo, colocándose de este modo hacia el este y en la retaguardia de la brigada egipcia. La 25.ª Brigada Acorazada egipcia, formada por noventa y seis tanques, gran número de vehículos blindados, artillería y camiones cisterna y de suministro, se movía lentamente hacia la trampa: hacia el norte, bloqueando la carretera en Lakekan, se encontraba una pequeña unidad de las fuerzas de Amnon; al este estaba el lago y, entre éste y la carretera, un campo de minas israelí; hacia el este se encontraban desplegadas las fuerzas de Natke y al sudeste la brigada de Arieh cerraba la retaguardia egipcia.

La brigada de Natke abrió fuego primero. Parte de la fuerza egipcia giró para abandonar la carretera, avanzó hacia el lago y trató de volver sobre sus huellas. Cayó en el campo de minas que los israelíes habían colocado a lo largo del lago. El resto cargó contra las fuerzas de Natke —que les estaban esperando en las dunas de arena— y fue destruido por sus tanques. Cuando los egipcios llevaban media hora combatiendo contra las fuerzas de Natke, la brigada de Arieh avanzó desde la carretera de Gidi en un amplió movimiento de flanqueo por la izquierda en dirección a Botzer. Bren envió una compañía con jeeps para delimitar el área de responsabilidad entre sus dos brigadas. La fuerza de Arieh abrió fuego: la brigada egipcia estaba completamente encajonada y la orilla del lago se convirtió en una línea de fuego y humo a medida que los tanques y vehículos de la fuerza egipcia eran alcanzados uno a uno por los disparos israelíes. (La división de Magen prestó apoyo artillero al ataque de Arieh desde el sur). Algunos tanques egipcios emprendieron la huida. Parte de la fuerza de Arieh salió tras ellos y se metió en un campo de minas propio cerca de Botzer. Hacia las 17.30 horas la batalla —clásica en su especie y el sueño de cualquier comandante de tanques— había terminado. Ochenta y seis tanques T-62 de una fuerza total de noventa y seis habían quedado destruidos en el campo de batalla; cuatro de ellos, incluyendo el tanque del comandante de la brigada, escaparon hacia la fortificación de Botzer. Todos los vehículos blindados de transporte de tropas quedaron destruidos, al igual que la columna de suministros. Las tropas de infantería egipcias huyeron de regreso a Botzer. Las pérdidas israelíes fueron los cuatro tanques que habían salido en persecución de los tanques egipcios en fuga y habían ido a parar al campo de minas próximo a Botzer. Repostando combustible bajo un intenso bombardeo enemigo, Bren reagrupó su división y se preparó para cruzar el Canal. (Hacia las 16.00 horas, mientras se libraba la batalla junto al Gran Lago Amargo, se terminó de tender el puente de pontones a través del Canal). Para Bren había sido un buen día: había conseguido despejar la mayor parte de las carreteras de Akavish y Tirtur y había destruido la 25.ª Brigada Acorazada egipcia. (La brigada de Tuvia debía completar la tarea de acabar con los últimos focos de resistencia enemigos en Tirtur).

A las 2.00 de la mañana del 17 de octubre, Bren informó a Jackie, el segundo de Sharon, que era responsable del cruce, que la carretera de Akavish estaba abierta. Jackie ordenó entonces al comandante del convoy que transportaba los pontones que avanzara por la carretera de Akavish en dirección a Lakekan, donde se reuniría con Sharon, quien le enseñaría el punto exacto donde debía lanzar los pontones en el Canal. A las 7.15 horas del 17 de octubre los primeros pontones entraron en contacto con el agua. Jackie comprobó que la carretera de Tirtur aún no estaba despejada y que dieciocho tanques, además de los bulldozers, se encontraban inmovilizados junto con el puente prefabricado bajo un incesante fuego de artillería. Sharon ordenó que los tanques abandonasen el puente y se reuniesen nuevamente con la brigada de Tuvia, que estaba combatiendo en el área del corredor. A las 11.00 horas, Jackie llegó a Matzmed (quedando bajo su mando todas las fuerzas que se encontraban en el área de cruce) y cinco horas más tarde el puente de pontones estaba terminado y preparado para que las tropas iniciaran el cruce del Canal. Desde las 16.00 horas hasta la medianoche el puente estuvo en posición y esperando la llegada de la división de Bren, que ahora se estaba reorganizando después de la importante batalla que se había librado junto al Gran Lago Amargo.

Hacia las 8.00 horas del 16 de octubre, Matt controlaba la cabeza de puente según el plan previsto, llegando hasta unos cinco kilómetros al norte del Gran Lago Amargo. La resistencia había sido débil y mientras sus fuerzas se movían hacia el norte a lo largo de la rampa egipcia se toparon con unos treinta egipcios que manejaban equipo electrónico a un par de kilómetros hacia el norte; parte de sus efectivos resultaron muertos y el resto fueron hechos prisioneros. Cuando se advertía la presencia de algún vehículo blindado egipcio en el desierto, aislado de su unidad, era destruido por las fuerzas israelíes. Mientras esperaban en posición, las fuerzas que se dirigían al norte descubrieron un convoy de siete camiones cargados con 150 soldados que se aproximaba sin sospechar de la presencia de los israelíes. El convoy fue destruido y los israelíes tomaron los cuatro principales puntos de cruce del canal de agua dulce. Durante la mañana, después de haber dejado siete tanques para proteger las fuerzas de Matt, Haim cogió veintiún tanques y se dirigió hacia el oeste para cumplir su misión de localizar los emplazamientos de las baterías de misiles tierra-aire.

En la mañana del 17 de octubre —tras un día y dos noches en la orilla occidental del Canal— la cabeza de puente israelí comenzó a ser duramente bombardeada por la artillería egipcia. El puesto de mando de Matt recibió un impacto directo y su segundo en el mando quedó herido. Desde ese momento hasta el cese el fuego, la cabeza de puente y el área del puente estuvieron sometidas a un constante bombardeo tanto de la artillería pesada, como de cañones, morteros y katyushas que se combinaban para lanzar toneladas de proyectiles sobre la zona de cruce del Canal. Los aviones enemigos intentaban bombardear el área todas las tardes, pero muchos de ellos fueron derribados por la Fuerza Aérea de Israel, que ahora patrullaba el área de cruce, y por las fuerzas de tierra. Los helicópteros egipcios llegaban en misiones suicidas para lanzar toneles de napalm sobre el puente y la cabeza de puente; decenas de ellos fueron derribados por las fuerzas israelíes. Los egipcios también emplearon misiles tierra-tierra FROG, pero pronto los israelíes aprendieron la forma de derribarlos con fuego antiaéreo antes de que alcanzaran sus objetivos.

La última de las unidades de Haim había cruzado el Canal a las 11.30 horas del 16 de octubre y durante las treinta y siete horas siguientes ningún tanque israelí cruzó hacia la margen occidental. Este hecho habría de ser duramente criticado por Sharon. Poco después el flanco norte de las fuerzas de Danny Matt fue atacado por fuerzas de comandos egipcios, que fueron rechazados por los paracaidistas. Entretanto, el intenso bombardeo de la artillería continuaba sin cesar; en una ocasión todo el personal de inteligencia asignado al Cuartel General de la brigada quedó herido.

Mientras tanto, la brigada de Amnon se había reorganizado y el 18 de octubre, bajo las órdenes de Sharon, atacó la Granja China desde la retaguardia. Para entonces las fuerzas egipcias se habían visto considerablemente debilitadas por los intensos combates y, en esta ocasión, el ataque israelí fue coronado por el éxito. La Granja China cayó en manos israelíes. Ante los ojos de los vencedores se desplegó un cuadro compuesto por una posición defensiva de infantería muy bien organizada, con importantes concentraciones de armamento antitanque, cañones antitanque y misiles Sagger abandonados por todas partes. Después de la caída de esta posición, Amnon presionó en dirección norte ampliando el corredor unos 5 kilómetros. Aquella tarde el ministro de Defensa llegó al campo de batalla en compañía de Sharon. Cuando Dayan contempló la escena de destrucción y la evidencia clara de la increíblemente cruel y amarga batalla que allí se había librado, se sintió visiblemente afectado. Amnon le dijo: «Mira este valle de la muerte». Dayan sólo pudo murmurar asombrado: «¡Lo que habéis hecho aquí!».