Este libro estaba dedicado originalmente a Natasha Kordus y Stephen Bennett, amigos de antaño, y sigue estándolo.

Ahora lo dedico también a Bill Schafer, amigo y editor original de esta novela.

Y a Irene Gallo, quien (con ayuda de John Harris, Shelley Eshkar, Donato Giancola y Pascal Blanchet) ha hecho que todos mis libros en Tor parezcan tan buenos.