AGRADECIMIENTOS

Muchas gracias a todos los que se embarcaron en esta aventura en el mundo de lo sobrenatural: a mi escéptica pero siempre deliciosa editora Patricia Parkin; a mi esposa Beth, cuya fascinación por las historias de fantasmas me animó a ensayar este género; a Alan Jessop, que resultó un guía muy amable y buen conocedor de Spitalfields; al hábil Chris Jakes, del departamento de estudios locales de la Biblioteca Pública de Cambridge, que me condujo con claridad a través de mapas y guías; a Roderick Richards, del Servicio de Rastreo, que me enseñó a distinguir entre la Policía Metropolitana y la de mi ciudad.

La oración de Naomí en la página 22 ha sido tomada de un caso histórico citado por Harris Coulter en su fascinante estudio Vaccination, Social Violence and Criminality: the Medical Assault on the American Brain (pp. 74-75).