Primera Parte
VII. Batet derrota a Companys

[1] Informe del Fiscal de la República, 1935, p. CIL <<

[2] Cambó, Memorias, p. 465. <<

[3] Aymamí, El 6 d’octubre, p. 110. <<

[4] La Vanguardia, 10 de octubre de 1934. <<

[5] D. Hidalgo, ¿Por qué…?, p. 67. <<

[6] Arrarás, Historia, II, pp. 265-6. <<

[7] H. Raguer, Batet, pp. 55-6. En L. Lavaur, Masonería y ejército en la Segunda República, Madrid, 1997, p. 153. <<

[8] H. Raguer, Batet, p. 203. <<

[9] Aymamí, El 6 d’octubre, p. 113. <<

[10] Parlament, Diari de sessions, 6-V-1936. <<

[11] J. García Oliver, El eco de los pasos, París, Ruedo Ibérico, 1978, p. 159. J. Peirats, Memorias y artículos breves, Barcelona, Anthropos, 1990, p. 25. <<

[12] Parlament, Diari de sessions, 6-V-1936. <<

[13] M. D. Benavides, La revolución, p. 148. Aymamí, El 6 d’octubre, pp. 172-3. <<

[14] Parlament, Diari de sessions, 6-V-1936. Aymamí, El 6 d’octubre, p. 173. <<

[15] F. Cambó, Memorias, p. 465. <<

[16] Angulo, Diez horas, p. 84. <<

[17] Parlament, Diari de session, 6-V-1936. <<

[18] Aguado, La revolución, p. 392. <<

[19] Parlament, Diari de sessions, 6 de mayo de 1936. <<

[20] Dencàs, El 6 d’octubre, p. 72. <<

[21] Vidarte, El bienio, p. 253. Parlament, Diari de sessions, 6-V-1936. <<

[22] Parlament, Diari de sessions, 6 de mayo de 1936. <<

[23] Parlament, Diari de sessions, 6 de mayo de 1936. Arrarás, Historia, II, pp. 501-2. <<

[24] Parlament, Diari de sessions, 6-V-36. <<

[25] J. Arrarás, Historia, II, p. 502. <<

[26] J. Arrarás, Historia, II, p. 501. <<

[27] D. Hidalgo, ¿Por qué…?, p. 115. <<

[28] ABC, 8 de octubre de 1934. <<

[a] Franco compara la exigencia de responsabilidades por Annual con la ausencia de ella por la fácil victoria norteamericana en 1898: «Por haberse perdido el extremo oriental de la isla de Cuba (…) (con) derroche de valor y de heroísmo, haciendo costosísima la empresa para el vencedor, que en varios momentos le puso en trance de retirarse, y pese a la voluntad expresa del Capitán General de aquellos territorios y de sus generales, jefes y oficiales, que pedían seguir combatiendo hasta el triunfo, los políticos españoles, a distancia y a traición, dominados por la masonería, los entregaban en París sin lucha y con ellos las Filipinas, nuestras islas del Pacífico y Puerto Rico, donde no existía problema (…) (El) acontecimiento, (…) que encerraba en sí gravísimas responsabilidades políticas, se hurtó (…) al análisis y consideración de la opinión».

En cambio en Annual, «Ante las demandas de aquel general en jefe de que se le enviasen jueces para poner en claro las responsabilidades militares (…) se envió a Marruecos un equipo formado por el general Picasso, el coronel Batet y varios significados auditores masones que sobreseían y declaraban exentos de responsabilidad a cuantos se afiliaban a las logias, a la vez que orientaban la responsabilidad hacia el propio general que los había solicitado». <<

[b] Batet descalifica también la fama de la Legión y los Regulares considerándolos inferiores a los soldados de recluta. No obstante, la experiencia desmentiría a Batet; cosa lógica, pues los reclutas solían tener instrucción deficiente y peor equipo. Por otra parte eran corrientes los celos y rivalidades entre militares africanistas y peninsulares. <<

[c] Así llamaban despectivamente los nacionalistas a los cenetistas. Sin embargo la mayoría de los sindicalistas de la región eran catalanes. Los discursos radiados suelen atribuirse más bien, o en exclusiva, a Dencàs, sin que esté claro que fuera éste el único orador. <<

[d] El monje historiador H. Raguer niega el propósito de distribuir armas, alegando que la sedición de Companys «no es una acción bélica, sino un gesto político por el cual se suma a las izquierdas españolas» (H. Raguer, Batet, p. 190). Esta interpretación desprecia la evidencia. Cuando Dencàs habló del reparto en el Parlament, Companys guardó un discreto silencio. Los demás republicanos de izquierda se limitaron a sus notas de ruptura —quizá porque no estaban en condiciones de hacer más—, mientras que la Esquerra se lanzó a la revuelta, movilizando todos los elementos armados de que disponía y llamando a todo el país a la guerra civil. Un gesto político inusual. <<

[e] El palacio de la Generalidad no estuvo rodeado. Batet dejó en todo momento un punto de huida a los asediados, por la fachada posterior. <<

[f] Raguer asevera: «Franco (…) habría querido (…) que Batet hubiera actuado como en una guerra total, arrasando los edificios históricos y simbólicos y provocando una matanza» (Raguer, Batet, p. 203). ¿Lo quería Franco o quiere el apasionado Raguer que Franco lo hubiera querido? <<