[1] En inglés el domingo se llama sunday; sun Sol, day día. <<
[2] Es muy curiosa la creencia general entre los católicos romanos de que eran tres reyes. San Mateo, único que habla de ellos, dice unos magos. <<
[3] Viendo San Jerónimo que ni él mismo, ni nadie, podía ejecutar estos milagros, y no atreviéndose a suponer que Jesucristo hubiese dicho tales mentiras, calificó de falso este capitulo del Evangelio. La Iglesia, sin embargo, lo aceptó como bueno, haciendo quedar a Jesús como un embustero. <<
[4] San Juan contradice esto terminantemente diciéndonos: que los discípulos no entendían que fuese menester el que Jesús resucitase. (Cap. XX, Vers. 9). <<
[5] Esto demuestra que los apóstoles tenían a Jesús por profeta pero no por Dios. <<
[6] Estas palabras que San Lucas pone en boca de Jesús, son una insigne falsedad: ni Moisés ni ninguno de los profetas le menciona una sola vez. <<
[7] Toda esta conversación y merienda son de la exclusiva cosecha de San Lucas. Ningún otro la refiere. <<
[8] La Pascua de los judíos, de quien lo Han tomado los cristianos. <<
[9] San Mateo dice (Cap. XXVII, Vers. 63 y 64) que era tan notorio el que resucitaría, que se pusieron guardas alrededor del sepulcro a ver si resultaba cierto. <<
[10] Ningún otro evangelista dice palabra acerca de este soplo y poderes encendidos a los apóstoles. <<
[11] Esta historia acerca de Santo Tomás es tan ridícula, que sólo al fantástico San Juan pudo ocurrírsele. Ningún otro evangelista dice una palabra acerca de ella. <<
[12] A pesar de lo que el mismo San Juan nos dice en el Cap. XX, Vers. 21 y 23, los apóstoles, después de haber recibido el Espíritu Santo por medio de un soplo de Jesucristo, se preocupaban más por ganarse la vida pescando que predicando. <<
[13] En varías partes de los Evangelios vemos decir a Jesús que muy pronto vendría a fundar su reino, razón por la cual los primeros cristianos esperaban su segunda venida de un día para otro. <<
[14] Emmaus no está a sesenta kilómetros de Jerusalén como dice el Evangelio, distancia que equivaldría a unos once kilómetros. Emmaus está a cuatro horas largas de camino según nos consta, por haber hecho la excursión. Nosotros hemos recorrido con los Evangelios en la mano todos los puntos principales de que en ellos se había, y, por lo tanto, podemos hablar con perfecto conocimiento de causa. <<
[15] Aquí hay un juego de palabras que se pierde en la traducción al castellano, En latín Pedro y piedra es, la misma palabra. <<
[16] Además Je Biblias a cinco reales, se vende el Nuevo Testamento solo, en el que están los cuatro evangelios, por dos reales. En Madrid, Calle de Preciados, núm. 46, Depósito Bíblico. <<
[17] Antiguamente, la h tenía una pronunciación parecida a la j, como todavía sucede en el alemán, el ingles, en muchas palabras francesas, etc. <<
[18] San Juan nos dice en el Apocalipsis, capítulo XII: «Que cuando llegue el juicio final el ángel Miguel peleará contra un dragón, el cual hará caer sobre la tierra, con el rabo, la tercera parte de las estrellas». <<
[19] Rafael Molina Sánchez, llamado Lagartijo, fue un torero español nacido en Córdoba (1841-1900). En 1883, cuando se publicó la presente obra Lagartijo gozaba de una gran popularidad. (Nota del editor digital).<<
[20] Lo que se enseña en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, como la tumba en que se puso el cuerpo de Jesús, es un cuarto en el que pueden caber tres o cuatro personas. <<
[21] El manuscrito oficial de La Milagrosa Vida de Santa María Estuardo, Reina y Mártir, compuesta por orden del papa Clemente X, en 1676, por el Rdo. Padre Bardini, existe en Inglaterra en poder de los duques de Northumberland. <<
[22] Este ayuno, que los evangelistas hacen ejecutar a Jesús, es tomado del que Moisés nos dice él mismo haber hecho también de cuarenta días y cuarenta noches. (Deuteronomio, Cap. IX, Vers. 9). <<
[23] En las Sagradas Escrituras, se nos dice que alrededor del trono de Dios hay veinticuatro ancianos sentados, vestidos de blanco, y con coronas de oro (Apocalipsis, Cap. IV, Vers. 4). <<
[24] Algunos doctores de la Iglesia explican esto, diciendo que, si bien Josué paró el Sol, se olvidó de echarle a andar, y Dios, con objeto de no contradecir a su profeta, hizo dar vueltas a la Tierra, la cual tiene movimiento desde entonces. <<