A mi hija Katherine,
¡quien por fin puede leer uno de mis libros!
Es difícil intentar algo nuevo. Me gustaría dar las gracias a las siguientes personas por su ayuda, y también por convencerme de que no era una idea absurda: Joyce Sweeney (y varios miembros de su grupo de los viernes), Marjetta Geerling, George Nicholson, Phoebe Yeh, Catherine Onder, Savina Kim y Antonia Markiet.
Un agradecimiento especial a mi hija Meredith, por escuchar numerosas versiones de La bella y la bestia, a menudo sin dibujos.