Aquí yacen los señores Gutierre de Monroy y Doña Constanza de Anaya, su mujer, a los cuales dé Dios tanta parte del Cielo como por sus personas y linajes merecían de la tierra.
Sepulcro en la Catedral Vieja de Salamanca
No había nada sobre él ni debajo de él, y yo lo sabía. Se había desprendido de la tierra a puntapiés. ¡Maldito sea! Había hecho añicos la tierra misma a puntapiés.
JOSEPH CONRAD, El corazón de las tinieblas
El hombre que puede, es Rey.
THOMAS CARLYLE