Ad limina. Visita a la casa del apóstol, es decir, Roma, la basílica de san Pedro. En el lenguaje actual la expresión señala la visita que todo obispo católico debe realizar a Roma cada cinco años con el fin de dar cuenta del estado de su diócesis.
Antipapa. Persona que pretende ejercer las funciones del papa sin haber sido elegido según las normas y sin que sea reconocido por la Iglesia. Aunque la definición resulte sencilla, su aplicación fue a menudo muy ardua, sobre todo en aquellos siglos en los que no existían normas muy claras sobre la elección pontificia. Gran parte de los antipapas fueron elegidos por el apoyo del poder político que buscaba tener un papa sometido o condescendiente. Tras el gran cisma de Occidente el rigor de las normas y usos impuestos para la elección pontificia explican que no haya habido más antipapas.
Apocrisario. Embajador del papa ante el emperador bizantino, con residencia en Constantinopla, a partir del siglo V, Vigilio, Gregorio Magno y Martín I fueron apocrisarios antes de ser elegidos obispos de Roma.
Arrianismo. Doctrina predicada por el sacerdote alejandrino Arrio, según la cual Cristo era una criatura subordinada al Padre, por quien había sido creado al inicio del mundo.
Arzobispo (metropolitano). El obispo más importante de una provincia eclesiástica, con determinadas atribuciones sobre los obispos de esa provincia.
Autocefalia. Se dice de una Iglesia que elige con libertad sus propias autoridades y en este sentido es totalmente autónoma.
Basileus. Título que se aplicaba al emperador de Constantinopla.
Beatificación. Decisión del papa por la que autoriza que se rinda culto religioso a un cristiano difunto. Es el paso previo necesario para la canonización, es decir, la declaración de que una determinada persona es santa, se encuentra en el cielo y goza de la visión de Dios.
Benedictinos. Congregación monástica fundada por san Benito. Su regla (523-526) fundamenta y da vida a una congregación que perdura todavía hoy en innumerables monasterios, íntimamente relacionada con la historia y la cultura europeas de los últimos quince siglos. Los monasterios benedictinos transmitieron en gran parte la cultura clásica y se encuentran en el origen de las lenguas y tradiciones particulares de los pueblos europeos. La ruralización del continente que caracterizó la primera civilización medieval se hizo posible en gran medida gracias al testimonio de estabilidad de las abadías benedictinas. Los benedictinos triunfaron plenamente en España gracias a la gran «invasión» de los monjes procedentes de la abadía de Cluny en los siglos XI y XII.
Bizancio. Pequeña ciudad griega sobre el Bósforo que Constantino convirtió en su capital con el nombre de Constantinopla (330). El imperio oriental, la Iglesia oriental y su liturgia se llamaron bizantinas. En el mundo bizantino la unión íntima entre el Estado y la Iglesia constituyó una realidad permanente, lo cual ha sido una de las causas de las incomprensiones y rupturas entre el papado romano y la Iglesia de Constantinopla.
Breve. Documento oficial del papa, menos solemne que la bula. El breve más antiguo que se conserva data de 1390. Se multiplicaron a partir del siglo XV y en la época moderna se convirtieron en el medio habitual de correspondencia para los asuntos políticos y de disciplina eclesiástica.
Bula. Solemne documento pontificio que lleva colgando un sello de plomo. En realidad fueron los emperadores romanos los primeros en utilizar este tipo de documentos, aunque fueron los papas quienes los han utilizado hasta nuestros días.
Canon. Tiene diversos significados. Los más habituales son: decreto de un concilio o de un sínodo; lista de libros sagrados cuya inspiración reconocía la Iglesia; reglas litúrgicas; reglas aplicables a los religiosos.
Cardenal. Personaje eclesiástico elegido por el papa como su consejero y colaborador cercano. Los cardenales pueden ser dirigentes de la Curia Romana, obispos de una diócesis o simplemente sacerdotes. Desde 1179 son los únicos electores del papa y, en cuanto tales, deben relacionarse con la diócesis de Roma como párrocos titulares u obispos de las siete antiguas diócesis que rodean la ciudad.
Carmelitas. Orden religiosa que tiene su origen en grupos de devotos y peregrinos que se reunían en el monte Carmelo, en Palestina, en memoria del profeta Elías. Su regla fue aprobada en 1226 por el papa Honorio III. La vida de los primitivos carmelitas fue estrictamente eremítica. Vivían en cuevas o celdas aisladas, dedicados a la oración con un régimen de estricta austeridad, abstinencia y silencio. A medida que los cruzados abandonaban Palestina fueron los carmelitas instalándose en Occidente y cambiando su vida de eremítica en cenobítica, al estilo de franciscanos y dominicos. Con el paso del tiempo su espíritu decayó y no faltaron movimientos de reforma. El más famoso fue, sin duda, el de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, cuyo objetivo fue el de restaurar la austeridad y el carácter contemplativo de los primeros tiempos. Al llevar sandalias en lugar de los zapatos habituales, estos carmelitas reformados se han llamado desde entonces «Carmelitas Descalzos». Combinan la contemplación con la vida activa. Mientras mantienen monasterios estrictamente contemplativos, exclusivamente dedicados a la oración y la penitencia, otros se dedican a la predicación, la enseñanza y otras formas de apostolado. Los místicos más conocidos de la orden han sido los dichos santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, además de santa Teresita del Niño Jesús. Las carmelitas de clausura constituyen el grupo más numeroso de religiosas contemplativas de la Iglesia católica.
Cartujos. Orden religiosa fundada por san Bruno en 1084 en la soledad de Chartreuse, valle alpino deshabitado a unos 1.000 metros de altitud. Su único deseo era vivir con Dios y sólo de Dios, uniendo ascesis y contemplación. Vestidos con hábito blanco, practicaban un ayuno casi permanente, no comían carne y sólo consumían pescado si se les ofrecía. Los martes, jueves y sábados podían tomar huevos y queso. Vivían en toscas cabañas individuales, en permanente silencio menos durante el paseo semanal, dedicados a la oración y al trabajo manual. Los monjes trabajan, duermen, comen y rezan en sus celdas, y sólo las abandonan para ir a la iglesia en tres ocasiones: el oficio nocturno, la misa y las vísperas. La casa-celda de un cartujo consta de un pasillo, una habitación para el estudio, un taller para el trabajo manual, un oratorio, una habitación para dormir y un jardín. Los cartujos nunca se extendieron como las otras órdenes, sino que siempre han sido pocos. No cayeron en las redes de la política, ni siquiera la eclesiástica.
Cesaropapismo. Sistema político en el cual el emperador ejerce todo el poder espiritual de la misma manera que lo ejerce en el campo político.
Cisma. Ruptura de la comunión eclesial o división en el interior de la Iglesia por motivos generalmente doctrinales o disciplinares. En el derecho canónico actual significa el rechazo de la sumisión al papa o de la comunión con los miembros de la Iglesia sometidos al papa.
Cistercienses. Orden religiosa fundada por Roberto de Molesmes y Bernardo de Claraval con la intención de volver a los orígenes de la orden benedictina. Soñaban con el desierto como ideal de una vida monástica simple, austera y pobre. Las abadías cistercienses se construían en parajes poblados de árboles o en terrenos que había que roturar, y constituían verdaderas ciudades monásticas autónomas, aunque se mantenían unidas entre sí por un pacto de amistad, por un modo de vida común y por una caridad compartida. San Bernardo utilizó a menudo la imagen de Tertuliano, para quien el claustro debía significar entre los cristianos lo que el desierto había sido para los profetas: una prisión libremente elegida, una prisión con las puertas abiertas. También repitió su convencimiento de que Claraval presentaba la visión de Jerusalén. La concepción funcional del monasterio y su organización social resultaban inseparables de su misión mística. La ciudad ideal de los hijos de san Benito prefiguraba la Jerusalén celeste, donde todos los hijos del Padre encontrarán su puesto.
Colegialidad. Corresponsabilidad de todos los obispos junto con el papa en el gobierno de la Iglesia. El Vaticano II dedicó especial atención a este tema. En realidad se trata más de un concepto doctrinal que operante en la vida real de la Iglesia, ya que es exclusivamente el papa con su curia quien, de hecho, tiene atribuciones permanentes de influjo y gobierno en la marcha de la Iglesia universal.
Cónclave. Literalmente, «con la llave». Se refiere al lugar en el que se encierran los cardenales con el fin de elegir al nuevo papa. Tras muchos siglos de injerencia del poder laico, sobre todo el imperial, las bulas de Nicolás II (1059) y Alejandro III (1179) fueron reservando gradualmente a los cardenales el monopolio de la elección, que debía contar con al menos una mayoría de dos tercios. En 1216 los habitantes de Peruggia tomaron la iniciativa de encerrar bajo llave a los cardenales con el fin de acelerar la elección del sucesor de Inocencio III (1216). Con más firmeza, los habitantes de Viterbo (1271) encerraron a los cardenales y redujeron su alimento a pan y agua. Desde entonces han cambiado las modalidades y las tentaciones, pero no la decisión de encerrar a cal y canto a los cardenales hasta conseguir la elección de un papa. Pablo VI suprimió el derecho de voto de los cardenales octogenarios.
Concordato. Así como los términos análogos «convención», «acuerdo» o «tratado», el concordato designa un acuerdo por el que se regulan las relaciones mutuas entre la Santa Sede y un país concreto. Las dos partes regulan bilateralmente la naturaleza jurídica, la existencia y las actividades de las instituciones, organismos y asociaciones eclesiásticas de ese país. De ello se deduce el establecimiento de un sistema de relaciones que, generalmente, es denominado como «concordatario». En España han existido dos concordatos, el de 1753 y el de 1953.
Curia. Conjunto de instituciones dirigidas, cada una, por un cardenal y que constituyen la administración central de la Iglesia.
Decretales. Cartas pontificias en las que los papas señalan su decisión sobre temas de disciplina, teología, liturgia u organización eclesial. Constituyen la fuente del derecho canónico.
Diácono. Miembro ordenado de la comunidad cristiana que, sin ser sacerdote, ayuda al obispo en la liturgia y en la administración diocesana. Los Hechos de los apóstoles describen el nombramiento de los primeros diáconos elegidos por la comunidad con el fin de que se ocuparan de las viudas y de los pobres, mientras los apóstoles seguían dedicándose a la oración y la predicación.
Diócesis. Espacio territorial eclesiástico gobernado por un obispo.
Dominicos o padres predicadores. Congregación religiosa fundada por Domingo de Guzmán, nacido en Caleruega (Burgos), con el fin de «predicar la palabra de la verdad evangélica, caminando a pie y en pobreza evangélica» (1216). Inicialmente tuvo la finalidad de convertir a los cátaros y a los valdenses con el estudio, la predicación y la práctica de la pobreza. Su regla fue la de san Agustín, reforzada con las estrictas costumbres de los premonstratenses, y su primera residencia estuvo en Toulouse. La novedad de esta institución vino por el mandato pontificio de predicar la doctrina cristiana, una tarea antes reservada a los obispos. La consecuencia necesaria fue la obligación de estudiar concienzudamente la teología. Ya en 1218 siete dominicos se encontraban estudiando en la Universidad de París. Sus miembros se debían a la orden y no al convento en el que vivían, y podían se enviados por sus superiores a cualquier parte. Desde el primer momento, junto con los franciscanos, se convirtieron en un instrumento valioso en las manos del papa. A los cuarenta años ocupaban importantes cátedras en París, Colonia, Bolonia y Oxford, y dos de sus miembros más eminentes, Alberto Magno y Tomás de Aquino, fueron capaces de integrar la filosofía y la teología en su enseñanza, lo que ha influido hasta nuestros días en los estudios teológicos. Han sido importantes, además, en la historia de las misiones y en la organización y desarrollo de la Inquisición. Las Casas, Francisco de Vitoria, Bartolomé Carranza, Melchor Cano, Domingo de Soto y Domingo Báñez han sido algunos de los dominicos españoles de renombre.
Donatismo. Movimiento cismático extendido en el norte de África durante el siglo IV. Su nombre proviene de Donato, su principal organizador. Tuvo origen en la mentalidad de algunos sacerdotes que no admitían la validez de los sacramentos administrados por sacerdotes herejes o pecadores. San Agustín sostuvo que la Iglesia es un cuerpo de hombres en camino hacia la santidad, pero a menudo débiles y pecadores. Para san Agustín, la eficacia de los sacramentos no depende de la santidad de los ministros, sino del mismo Cristo, que es quien actúa en el sacramento.
Encíclica. Carta solemne del papa dirigida a los obispos y al pueblo cristiano sobre temas generalmente doctrinales o pastorales. Suelen ser nombradas por sus dos primeras palabras. La primera carta encíclica, en el sentido que le damos hoy, fue de Benedicto XIV (1740-1758) y se han multiplicado a partir de León XIII. Al inicio sólo se dirigían a los obispos, pero últimamente el número de sus destinatarios ha ido aumentando. De hecho la encíclica Veritatis splendor, publicada por Juan Pablo II el 5 de octubre de 1993, se dirigía al mundo entero.
Escolapios o clérigos de las Escuelas Pías. Congregación religiosa fundada (1621) por san José de Calasanz, sacerdote español formado en las universidades de Valencia y Alcalá. Su objetivo fundacional fue el de crear escuelas populares y gratuitas. Convencido de que para conseguir una formación completa y cristiana del hombre era necesario iniciar la instrucción desde los primeros años, puso en marcha un sistema de enseñanza que se convirtió en una de las intuiciones pedagógicas modernas más importantes. Abrió la primera escuela pública gratuita de Europa.
Exarca. Representante del emperador oriental en Italia, con poder político y militar y residencia en Rávena. Intervenía en materias de finanzas y justicia y, a partir de 681, recibió del emperador Constantino IV el derecho a confirmar la elección del papa.
Excomunión. Medida disciplinar por la que se separa al cristiano de la comunión eclesial y de la participación en los sacramentos, bien por su comportamiento o por las doctrinas que profesa. Es decir, queda al margen del cuerpo místico y social de la Iglesia.
Franciscanos. Orden religiosa mendicante fundada por san Francisco de Asís. Francisco escuchó la llamada a una vida de pobreza y de predicación de la penitencia (1209), y pronto fue seguido por numerosos discípulos. Probablemente no tuvo la intención de fundar una orden, sino de vivir según las exigencias evangélicas teniendo como punto de referencia la pequeña iglesia de la Porciúncula y predicando al tiempo que trabajaba en Umbría, aunque al poco tiempo sus enseñanzas se extendieron por Italia y Europa.
Inocencio III comprendió la importancia del movimiento y lo aprobó oralmente. No resultó fácil su organización, ya que el carácter carismático y radicalmente evangélico de san Francisco (quiso morir desnudo en el suelo y legó a sus discípulos un extraordinario testamento, radical en sus exigencias de pobreza y de rechazo de cualquier privilegio, además de profundamente espiritual en su unción) se conjugaba mal con reglas y vida institucionalizada. Por otra parte, el éxito fulminante de su testimonio y los millares de seguidores no podían existir sin una organización. Durante siglos entre los franciscanos han convivido con dificultad estas dos almas o exigencias, aunque todos ellos han mantenido un extraordinario espíritu de simplicidad y cercanía al pueblo. A pesar de haber sido durante siglos la orden más numerosa de la Iglesia, su ausencia de las primeras páginas de la historia eclesial se debe generalmente a su fidelidad al mensaje de humildad y pobreza heredado de su fundador. No obstante, aunque Francisco no se ordenó sacerdote, entre los franciscanos no han faltado los teólogos, profesores y miembros eminentes. Cinco papas han sido franciscanos (Nicolás IV, Sixto IV, Julio II, Sixto V y Clemente XIV), han contado con teólogos eminentes como san Buenaventura, Duns Scoto y Guillermo de Ockham, y han dado innumerables santos como Bernardino de Siena, Juan de Capistrano, Juan de Marca y Pedro de Alcántara. En España recordamos también a Jiménez de Cisneros. San Francisco fundó también, junto a santa Clara, una orden de franciscanas clarisas que han mantenido a lo largo de los siglos las características más genuinas de sus fundadores.
Galicanismo. Viene de «Galia», el antiguo nombre de lo que hoy es, aproximadamente, Francia. Teoría teológica que afirma que las Iglesias nacionales gozan de una amplia autonomía con relación al papa y que el poder político tiene especiales atribuciones en la marcha de las Iglesias.
Güelfo. Término opuesto a Gibelino, nombre del partido favorable a Alemania, adoptado desde mediados del siglo XIII en el norte de Italia. Designa a quienes defendían a la Iglesia y la política de la Curia Romana contra la política de los emperadores alemanes durante la larga lucha en favor de la supremacía en Italia. Más tarde designó a los adversarios de la alianza entre el papado y la casa de Anjou.
Iconoclastia. Literalmente, «destruir las imágenes». Movimiento que condenaba la devoción y el culto a las imágenes en la práctica cristiana. Tiene su origen en tradiciones judías y del Islam.
Indulgencia. Acto por el que la Iglesia anula las consecuencias temporales del pecado, que gravan el alma incluso después de que uno haya sido perdonado por la confesión. Desde el siglo III se hace mención expresa de los méritos adquiridos por los mártires, méritos que la Iglesia puede aplicar al pueblo cristiano en su conjunto.
Interdicto. El interdicto personal constituye una sanción penal decretada por el papa o un obispo contra un fiel, laico o clérigo al que priva de bienes espirituales como los sacramentos o la sepultura eclesiástica. El interdicto local afecta a una parroquia, comunidad religiosa, una diócesis o un país. Históricamente, sobre todo durante el medioevo, los motivos de numerosos interdictos fueron a menudo políticos, abusando y desnaturalizando el objetivo de esta pena. Con el tiempo un castigo que afectaba a tan gran número de personas perdió eficacia.
Jansenismo. Movimiento religioso que toma su nombre del teólogo holandés Cornelio Jansen (Jansenio), fallecido en 1638, y que proponía el retorno a la doctrina agustina y a la austera práctica cristiana de los primeros siglos. A pesar de las numerosas condenas de Roma, sus representantes las ignoraron y se consideraron firmemente unidos a la Iglesia romana. En España se llamó jansenistas a algunos laicos y sacerdotes que pretendieron reformar las costumbres y prácticas de la Iglesia española.
Jesuitas o Compañía de Jesús. Orden religiosa fundada por Ignacio de Loyola y aprobada por Pablo III en 1540, en pleno ambiente contrarreformista dentro de la Iglesia católica. Su aparición dio ímpetu y confianza a una Iglesia desconcertada por el empuje luterano. El término «compañía» expresaba el espíritu militar de lealtad al «capitán» Jesús. Mientras estudiaba en París, tras su conversión y periodo de retiro espiritual en Manresa, Ignacio atrajo a su obra a seis brillantes jóvenes universitarios: Pedro Fabro, Francisco Javier, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás Bobadilla y el portugués Simón Rodríguez. En 1534 los siete hicieron voto de pobreza, castidad y peregrinación a Jerusalén. La extraordinaria expansión del nuevo instituto comenzó muy pronto y se extendió a todos los objetivos de la Iglesia católica, de manera especial a las misiones, la enseñanza y la formación y dirección espiritual de las conciencias. Francisco Javier se convirtió en el modelo de misionero católico entre paganos. El Colegio Romano, fundado por san Ignacio, fue el modelo de universidad católica y de formación sacerdotal, y los Ejercicios espirituales escritos por san Ignacio tras su retiro de Manresa han constituido durante siglos el método más eficaz de reforma personal y de búsqueda y conformación personal con Cristo.
La historia de la Compañía de Jesús tiene dos periodos muy nítidos: entre 1540 y 1773 y a partir de 1814. Estos lapsos están separados por la supresión (1773-1814), cuando la orden fue disuelta por Clemente XIV bajo la presión inclemente de los Borbones de España, Francia y Nápoles. Durante la supresión, sin embargo, un pequeño grupo de jesuitas se mantuvo activo en Rusia y Prusia con el apoyo de los gobernantes locales. Durante la primera época los jesuitas fueron la orden más potente e influyente tanto en Europa como en América, por la capacidad de sus individuos, por las instituciones que regentaban y por su influencia directa sobre reyes y gobernantes. Naturalmente, el número de sus detractores era también elevado, tanto por las equivocaciones propias como por las celotipias de otras instituciones religiosas y, de manera especial, por la convicción de los nuevos reformistas de que resultaba difícil establecer una cultura guiada por los principios de la Ilustración mientras los jesuitas fueran tan influyentes. Por el contrario, tras la Revolución Francesa y la consiguiente persecución religiosa, muchos católicos llegaron a la convicción de que resultaba necesario restaurar la Compañía si se deseaba renovar el catolicismo. Pío VI los rehabilitó en 1814, pero difícilmente las cosas podían ser como habían sido, de forma que en los dos últimos siglos, sin dejar de ser un punto de referencia importante, la historia de la Compañía se ha asemejado más a la de otras congregaciones religiosas.
Lapsos. Cristianos que han ofrecido sacrificios a los dioses paganos por miedo a ser torturados en las persecuciones. Se les consideraba apóstatas y, en un principio, no eran readmitidos en la Iglesia. Poco a poco el espíritu de misericordia y de comprensión favoreció el perdón de quienes habían sido débiles y su integración en la comunión eclesial, aunque no faltaron fuertes grupos de cristianos defensores de la tradición más rigorista.
Legado. Representante del papa en misiones diplomáticas fuera de Roma con delegación del poder pontificio. La aparición de los legados tiene relación con la progresiva afirmación de la jurisdicción del romano pontífice sobre el conjunto de la Iglesia, y manifiesta su primacía sobre todas las regiones cristianizadas. Es en el siglo IV, en el concilio de Arlés, cuando por primera vez descubrimos la presencia de unos enviados por el papa, figura que poco a poco irá adquiriendo un estatus jurídico.
Letrán, acuerdos de. Tratados que sancionaron la conciliación entre la Iglesia de Pío XI y la Italia de Mussolini, firmados en el palacio de Letrán el 11 de febrero de 1929.Tras medio siglo de agudo conflicto se ponía fin a la llamada «cuestión romana», iniciada con motivo de la anexión de los Estados de la Iglesia por parte de Italia. El tratado creaba el Estado de la Ciudad del Vaticano y reconocía sobre él la autoridad soberana y exclusiva de la Santa Sede. Por su parte, el papado renunciaba a cualquier pretensión de restauración de los Estados Pontificios y reconocía el Reino de Italia bajo la dinastía de los Saboya con Roma como capital.
Magisterio. Significa la enseñanza oficial de la Iglesia y la capacidad del papa y de los obispos de enseñar con autoridad la doctrina cristiana. Con frecuencia se denomina «magisterio auténtico» porque es ejercido en nombre del Maestro auténtico que es Jesucristo tanto por el papa como por el conjunto de los obispos reunidos en concilio.
Monoenergismo. Doctrina que afirmaba que en Cristo sólo existía la energía divina.
Monofisismo. En griego significa «una sola naturaleza». Según esta doctrina, en Cristo la naturaleza divina absorbía la naturaleza humana, de forma que Cristo no era un hombre verdadero, sino Dios con forma humana. El concilio de Calcedonia salió al paso de los monofisitas y definió que Cristo era una única persona compuesta de dos naturalezas, humana y divina.
Monotelismo. Intento de atenuar la doctrina de las dos naturalezas de Cristo admitiendo una sola voluntad, la divina y no la humana, en Cristo.
Nestorianismo. La enseñanza de que en Cristo existen dos personas distintas, Dios y el hombre, y no sólo dos naturalezas. El concilio de Calcedonia (431) condenó esta doctrina proclamando a María Madre de Dios (Theotokos).
Nuncio. Representante permanente del papa ante el jefe de Estado de un país. Tiene también atribuciones sobre las Iglesias locales. La nunciatura permanente constituye una adaptación de las antiguas representaciones pontificias temporales a las exigencias del Estado moderno. Hacia 1530 existían ya las nunciaturas permanentes en España, Francia, Venecia y el Imperio.
Ostpolitik. Literalmente «política oriental». Designa la diplomacia de diálogo por parte de la Santa Sede con la URSS y las democracias populares europeas, iniciada a partir de los primeros años sesenta. Su objetivo consistía en conseguir para la Iglesia un espacio vital suficiente en países con una política activamente antirreligiosa.
Patriarca. Desde el siglo V es el título atribuido a los obispos de Antioquía, Alejandría, Constantinopla, Jerusalén y Roma. El patriarca ejercitaba su autoridad sobre una región cuyo cristianismo se había desarrollado en relación con su sede y tenía el derecho de ordenar a los obispos metropolitanos. El papa de Roma ha sido considerado tradicionalmente como el patriarca de Occidente.
Santo Oficio. Es la autoridad más relevante de la Curia Romana, instituida en 1542 por Pablo III con el fin de conservar incontaminada la fe y proteger la doctrina cristiana, castigando los crímenes y ataques contra ellas. En 1965 se transformó en la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Simonía. Compra o venta de cargos, instituciones o bienes espirituales, tales como los sacramentos o el episcopado.
Suburbicarias. Se trata de las siete diócesis que rodean Roma. Sus obispos son desde el Medioevo «cardenales-obispos» y han ejercido gran influjo en la elección de los papas a partir de la reforma de Gregorio VII. Sus nombres son: Ostia, Porto Santa Rufina, Albano, Frascati, Sabina y Poggio Mirteto, Palestrina y Velletri.
Ultramontanismo. Movimiento que favorece la centralización de la Iglesia bajo la dirección compacta del papa. La palabra constituye a menudo una acusación de los enemigos de este modo de concebir la Iglesia, y su elaboración doctrinal data fundamentalmente del siglo XIX, tras la Revolución francesa, aunque la pretensión y el proceso centralizador vienen de los primeros siglos.
Uniata, Iglesia. Se llama oficialmente «Iglesia Griega Católica de Rito Oriental» y acoge a cuantos aceptaron el conjunto de la doctrina romana, el primado pontificio y la autoridad de la Santa Sede, pero mantienen sus ritos, una jerarquía propia y el derecho de casarse por parte de su clero. Las relaciones entre ortodoxos y uniatas han sido particularmente conflictivas, de manera especial en Polonia, Rusia y Ucrania.
Vaticano. Sede actual del pontificado, que comprende la basílica de San Pedro y los palacios, museos y edificios administrativos que la rodean, situados en el antiguo monte Vaticano de Roma. Con el tratado de Letrán de 1929 la Ciudad del Vaticano fue reconocida por Italia como Estado independiente. El soberano es el papa.