No podría haber escrito este libro sin la ayuda de Steven Vascik y Dennis Wojciechowski. Steve me enseñó todo lo que necesité en Hong Kong, y Wojo encontró todo lo que necesité en Internet. Siempre les estaré agradecido.
También fueron de gran ayuda para mí Asya Muchnik, Bill Massey, Michael Pietsch, Shannon Byrne, Jane Davis, Siu Wai Mai, Pamela Marshall, Rick Jackson, Tim Marcia, Michael Krikorian, Terrill Lee Lankford, Daniel Daly, Roger Mills, Philip Spitzer, John Houghton y Linda Connelly. Muchas gracias a todos ellos.
Mi agradecimiento especial a William J. Bratton, jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles entre 2002 y 2009, por abrirnos muchas puertas a mí y a Harry Bosch.