Laura

Hay un momento en la vida en el que se decide el futuro, y yo elegí irme.

Ahora siento cada vez más fuerte la nostalgia de lo que dejé y de lo que pudo haber sido. Pero, al mismo tiempo, no me arrepiento de lo que hice. Si el tiempo volviese atrás, si tuviese la oportunidad de elegir de nuevo, seguramente volvería a hacer lo mismo, porque también sé que, si eligiese quedarme, tendría siempre la nostalgia de lo que dejé de hacer, y esa frustración enlodaría mi felicidad aquí, la teñiría de resignación, de sacrificio.

Puesta a tener nostalgia, prefiero tenerla de este mundo, del mundo de la niñez y de las personas que siempre quise.