—Me lo he buscado —me dijo en voz baja.

—¡No, no! —le grité, y grité con fuerza, con odio, me separé de ella—. ¡No te has buscado nada, esto no se busca! ¡¿Me oyes?! ¡¿Me oyes?! ¡Esto no se busca! —Reconozco que perdí el control.

—Sí, sí, —me contestó, bajando la voz y la mirada—. Ella me dijo que no me acercara, pero yo me quedé hablando con él, y… y, y yo le di un beso… bueno, me lo dio él… pero yo me dejé, fue en la salida del instituto pero yo no quería. —Y comenzó a llorar de nuevo—. Crucé la calle para no encontrármelo, porque sabía que pasaría… y me dio la mano, y yo también se la di… Me lo he buscado, sabía que me pegaría…

—¡No, no, no…! —le respondí gritando de nuevo, sin saber muy bien de lo que me estaba hablando. No podía aguantar aquello.

En ese instante, tras unos gritos —los míos— que supuse se habrían oído en todo el instituto, entraron varios profesores en el cuarto de baño.

La ayudamos a limpiarse la cara, cogí un poco de papel e hice dos pequeñas bolas para intentar contener una sangre que no paraba de salir de su nariz.

Y como una marioneta, nos la llevamos a la enfermería y de ahí al despacho del director.

Allí, Marta apenas dijo nada. No dijo que le habían pegado, no dijo que la llevaban acosando durante muchos días, no dijo que cada mañana le costaba más ir a clase… Tenía demasiado miedo.

Finalmente, tras insistirle, admitió que había discutido con unas chicas, que le habían empujado y poca cosa más.

Llamamos a sus padres, que llegaron asustados, nerviosos y, sobre todo, sorprendidos porque no habían sospechado nada. Durante las últimas semanas la habían visto un poco más rara, sin ganas de salir, pero pensaban que era por los exámenes. No se habían dado cuenta de que mientras ellos vivían sus vidas, la de su hija se derrumbaba.

Se iniciará una investigación, les dijeron, de esas que nunca se inician… Se tomarán las medidas adecuadas, les dijeron, de esas que nunca se toman…

Y mientras los adultos expresan todo lo que no van a hacer, es Marta la única que piensa en tomar una medida definitiva: piensa en el puente.

* * *