Hubo una vez un hombrecillo que dividió al mundo en dos grandes grupos: Tigres y Leones.
Ese hombre fue el pequeño y gran Torrebruno.
Un italiano muy bajito con una cara risueña que, a pesar de vivir durante décadas en España, nunca perdió su peculiar acento italiano.
Desde que asomó su cara por la pequeña pantalla conectó con los niños que nacimos en los setenta. Quizá por su estatura y su humor naíf le veíamos como uno de los nuestros.
Su nombre completo era Rocco Walter Torrebruno, y sinceramente creo que no es posible tener un nombre más guay que este.
Aunque se hizo muy popular como estrella infantil, su carrera estuvo orientada desde el principio a la canción melódica.
Fue ganador dos veces consecutivas del Festival de San Remo, un certamen musical que ha lanzado a conocidas figuras de la canción, como, por ejemplo, Madonna.
Pero en España todos le conocimos por canciones como «Rocky Chaparro», «Tigres y Leones», «Don Pelanas», etc.
Nada que envidiar a «Like a Virgin» o «Express yourself».
Pocos saben que, además, Torrebruno fue telonero de los Beatles en 1965 cuando estos dieron su concierto en Madrid.
Aunque fue en Televisión Española donde se convirtió en un ídolo infantil, algo que marcó para siempre su vida y su carrera.
Presentó y colaboró en programas como Sabadabada, Dabadabada, El recreo o La Guagua.
Y hasta tuvo su propia película: Rocky Carambola.
Pero como su fuerte siempre fue la canción sacó un montón de discos.
Desgraciadamente lo último que se publicó en prensa sobre él antes de su muerte fue un supuesto romance con Yola Berrocal. Ambas noticias muy tristes.