3
Eva llegó después de mediodía. Marketa la fue a buscar a la estación porque la consideraba suya. No le gustaban las amigas de Karel. Pero Eva era otra cosa. Porque a Eva la había conocido ella antes que Karel.
Fue hace unos seis años. Fueron con Karel a descansar a un balneario. Marketa iba cada dos días a la sauna. Una vez, cuando estaba sentada junto a otras señoras en el banco de madera, sudando, entró una chica alta desnuda. Se sonrieron aunque no se conocían y al cabo de un rato la chica le habló. Era muy espontánea y Marketa agradecía muchísimo cualquier manifestación de simpatía; rápidamente se hicieron amigas.
Marketa estaba impresionada por el extraño encanto de Eva: ¡El simple hecho de haberse dirigido a ella como lo hizo! ¡Como si hubieran tenido allí una cita! No perdió en absoluto el tiempo en ponerse a charlar de lo sana que es la sauna y el hambre que da, sino que empezó a hablar enseguida de sí misma, más o menos como lo hacen las personas que se conocen por medio de un anuncio en el periódico y tratan de explicar en la primera carta al futuro compañero, bien resumido, quiénes son y cómo son.
¿Quién es entonces Eva según Eva? Eva es una alegre cazadora de hombres. Pero no los caza para el matrimonio. Los caza igual que los hombres cazan a las mujeres. Para ella no existe el amor, sólo existen la amistad y la sensualidad. Por eso tiene muchos amigos: los hombres no temen que quiera casarse con ellos y las mujeres no temen que quiera quitarles el marido. Por lo demás, si alguna vez se casase, su marido sería para ella un amigo al que permitirle todo sin exigirle nada.
Después de contarle todo esto a Marketa, le dijo que Marketa tenía muy buena percha y que eso era algo muy especial porque, según Eva, muy pocas mujeres tienen de verdad un cuerpo bonito. El elogio salió de ella con tal sinceridad que a Marketa le produjo mayor satisfacción que si la hubiera elogiado un hombre. Aquella chica la dejó confusa. Marketa tuvo la sensación de que había entrado en el reino de la sinceridad y quedó con Eva, dos días más tarde, a la misma hora, en la sauna. Después se la presentó a Karel, pero él quedó siempre en segundo plano en esta relación.
—Está en casa la mamá de Karel —le dijo Marketa con tono de disculpa cuando la llevaba desde la estación—: Te voy a presentar como mi prima. Espero que no te moleste.
—Al contrario —dijo Eva y le pidió a Marketa algunos datos básicos sobre su familia.