AGRADECIMIENTOS

Como dice un aforismo latino: Ex nihilo, nihil (no hay creación de la nada). Aunque la historia que cuento, la trama, los personajes, el estilo…, el libro en resumidas cuentas, son míos, me he servido de muy diversos materiales. De ningún modo de alguna novela anterior. No doy nombres ni pongo entrecomillados porque destrozaría la naturaleza y el hechizo propios de la novela. Además, generalmente han sido reelaborados, alterados, troceados, tergiversados, según las necesidades de su nuevo uso. Quiero dejar constancia de ello; y dar las gracias a: Jean Daniélou (Théologie du Judeo-Christianisme); René Laurentin (El Demonio, ¿símbolo o realidad?); Gabriele Amorth (Habla un exorcista); Pilar Salarrullana (Las sectas satánicas); Francisco Pons (Místicos, beatas y alumbrados); Antonio Beltrán (El Santo Cáliz); Ángel del Olmo García y Basilio Varas Verano (Románico erótico en Cantabria); Agustín Romero Redondo, Luz M.ª Luzón Núñez de Arenas, Isidoro M.ª Anguita Fontecha (Monasterio cisterciense de Santa María de Huerta); Hervé Rousseau (Le Dieu du mal); Joaquín Yarza (El Bosco, un artista inquietante); Luis García Gallo (De las mentiras de la egiptología a las verdades de la gran pirámide); François Daumas (Los dioses egipcios); Espasa-Calpe (Molinos, Molinosismo); Vicente Conejero (La primavera llegó tarde); y a otros más.