Capítulo 40

Lincoln Rhyme estaba solo, en el laboratorio improvisado, mirando los diagramas de evidencias.

ENCONTRADO EN LA ESCENA PRIMARIA DEL CRIMEN
BLACKWATER LANDING

ENCONTRADO EN LA ESCENA SECUNDARIA DEL CRIMEN
EL CUARTO DE GARRETT

ENCONTRADO EN UNA ESCENA SECUNDARIA DEL CRIMEN
LA MINA

ENCONTRADO EN LA ESCENA SECUNDARIA DEL CRIMEN
EL MOLINO

Luego estudió el mapa, y recorrió con sus ojos el curso del río Paquenoke desde el pantano Great Dismal, por Blackwater Landing, hasta la terminación en meandros al oeste.

Había un pico en el rígido papel del mapa, una arruga que daban ganas de alisar.

Esa ha sido mi vida en los últimos años, pensó Lincoln Rhyme: picazones que no pueden rascarse.

Quizá pronto sea capaz de hacerlo. Después de que la doctora Weaver corte y suture y me llene con sus pociones mágicas y los ungüentos de tiburones jóvenes… quizá entonces sea capaz de deslizar la mano por mapas como esos y alisar una pequeña arruga.

Un gesto innecesario, realmente sin sentido. Pero qué victoria sería.

Sonaron unas pisadas. Botas, dedujo Rhyme por el sonido. Con sólidos tacones de cuero. Por los intervalos entre las pisadas tenía que ser un hombre alto. Rhyme esperaba que fuera Jim Bell y así resultó.

Respiró con cuidado en el controlador que manejaba su silla de ruedas y se alejó de la pared.

—Lincoln —exclamó el sheriff—. ¿Qué pasa? Nathan dijo que era urgente.

—Entra. Cierra la puerta. Pero primero, ¿hay alguien en el vestíbulo?

Bell dibujó una débil sonrisa ante tanta intriga y miró con cuidado.

—Vacío.

Rhyme pensó que el primo de este hombre, Roland, hubiera pronunciado algún dicho del Sur. «Tranquilo como una iglesia el día de paga» era uno que había escuchado decir de vez en cuando al Bell del norte.

El sheriff cerró la puerta y luego se acercó a la mesa, se apoyó en ella y cruzó los brazos. Rhyme se volvió un poco y siguió estudiando el mapa de la región.

—Nuestro mapa no abarca suficiente terreno al norte como para mostrar el canal del pantano Dismal, ¿verdad?

—¿El canal? No, no aparece allí.

Rhyme preguntó:

—¿Qué sabes de él?

—No mucho, realmente —dijo Bell con deferencia. Conocía a Rhyme desde hacía poco tiempo pero sabía cuándo hablar con franqueza.

—He estado investigando un poco —dijo Rhyme, señalando el teléfono—, el canal del pantano Dismal es parte de la Vía Navegable Intercostera. ¿Sabes que puedes tomar un barco desde Norfolk, Virginia y navegar hasta Miami sin tener que salir a mar abierto?

—Seguro. Todos en Carolina conocen la Intracostera. Nunca navegué por ella. No soy un gran navegante. Me mareo viendo Titanio.

—Tardaron doce años en construir el canal. Tiene veintidós millas de largo. Se cavó totalmente a mano. Sorprendente, ¿no crees?… Relájate, Jim. Ya llegaremos al tema. Te lo prometo. Mira a esa línea de allí, la que está entre Tanner's Corner y el río Paquenoke. G-l 1 a G-10 en el mapa.

—¿Te refieres a nuestro canal, el canal Blackwater?

—Exacto. Bien, un barco podría navegar por ahí hasta el Paquo, luego al Great Dismal y…

Las pisadas que se acercaban no eran tan ruidosas como las de Bell, pues la puerta estaba cerrada y no se hicieron oír hasta que se abrió la puerta. Rhyme dejó de hablar.

Mason Germain estaba en el umbral. Miró a Rhyme, luego a su jefe y dijo:

—Me preguntaba dónde te habrías metido, Jim. Tenemos que hacer una llamada a Elizabeth City. El capitán Dexter tiene algunas preguntas acerca de lo que sucedió en la cabaña de los destiladores.

—Sólo estaba aquí charlando con Lincoln. Hablábamos de…

Pero Rhyme lo interrumpió con rapidez.

—Escucha, Mason, me pregunto si nos podrías dejar solos unos minutos.

Mason miró a uno y a otro. Asintió lentamente.

—Tienen pensado hablar contigo enseguida, Jim —salió antes de que Bell pudiera contestarle.

—¿Ya se fue? —preguntó Rhyme.

Nuevamente Jim miró por el pasillo y asintió.

—¿De qué se trata, Lincoln?

—¿Podrías mirar por la ventana y asegurarte que Mason se fue? Oh, y cierra de nuevo la puerta, por favor.

Bell hizo lo que le pedía. Luego fue hacia la ventana y miró para afuera.

—Sí. Va calle arriba. ¿Por qué todo este…? —levantó las manos para completar su pensamiento.

—¿Conoces bien a Mason?

—Tan bien como a la mayoría de mis policías. ¿Por qué?

—Porque él asesinó a la familia de Garrett Hanlon.

—¿Qué? —Bell comenzó a sonreír pero enseguida se borró su sonrisa—. ¿Mason?

—Mason —dijo Rhyme.

—¿Pero por qué razón?

—Porque Henry Davett le pagó para que lo hiciera.

—Espera un poco —dijo Bell—. Vas demasiado rápido para mí.

—Todavía no lo puedo probar. Pero estoy seguro.

—¿Henry? ¿Por qué está involucrado?

Rhyme dijo:

—Tiene que ver con el canal Blackwater —empezó a dar una conferencia con los ojos en el mapa—. Bien, la razón de la construcción de canales en el siglo XVIII consistía en contar con medios de transporte seguros porque las rutas eran muy malas. Pero en cuanto las rutas y los ferrocarriles mejoraron, los transportistas dejaron de usar los canales.

—¿Dónde lo averiguaste?

—En la Sociedad Histórica de Raleigh. Hablé con una dama encantadora, Julie De Veré. Según lo que me contó, el canal Blackwater se cerró justo después de la Guerra Civil. No se usó durante ciento treinta años. Hasta que Henry Davett comenzó a usar barcazas en su curso.

Bell asintió.

—Eso fue hace cinco años.

Rhyme continuó.

—Déjame preguntarte, ¿nunca se te ocurrió pensar por qué comenzó a usarlo?

El sheriff sacudió la cabeza.

—Recuerdo que algunos de nosotros estábamos un poco preocupados por si los chicos trataban de nadar hasta las barcazas y se lastimaban o ahogaban, pero nunca lo hicieron y no pensamos más en ello. Pero ahora que lo mencionas, no sé por qué usaría el canal. Tiene camiones que van y vienen todo el tiempo. Norfolk está muy cerca para los camiones.

Rhyme señaló con la cabeza el diagrama de evidencias.

—La respuesta está ahí. Esa pequeña pista que nunca supe de dónde provenía: el canfeno.

—¿El combustible para lámparas?

Rhyme sacudió la cabeza e hizo una mueca.

—No. Me equivoqué en eso. Es cierto que el canfeno se usaba para lámparas. Pero también se usa para algo más. Puede procesarse para lograr toxafeno.

—¿Qué es eso?

—Uno de los pesticidas más peligrosos que existen. Se usaba mayormente en el Sur, hasta que fue prohibido en la década de los ochenta por la EPA[21] en casi todos sus usos. —Rhyme sacudió la cabeza encolerizado—. Supuse que como el toxafeno es ilegal no tenía sentido considerar a los pesticidas como origen del canfeno y que tenía que provenir de lámparas antiguas. Pero nunca encontramos ninguna. Mi mente siguió senderos trillados y no podía encontrar la respuesta. ¿No había lámparas antiguas? Entonces debería haber seguido con la lista y empezar a buscar insecticidas. Cuando lo hice, esta mañana, encontré el origen del canfeno.

Bell asistió, fascinado.

—¿Y dónde lo encontraste?

Por todas partes —dijo Rhyme—. Hice que Lucy tomara muestras de tierra y de agua por los alrededores de Tanner's Corner. Hay toxafeno por todas partes, el agua, la tierra. Debería haber escuchado lo que Sachs me contó el otro día cuando estaba buscando a Garrett. Vio enormes extensiones de tierras yermas. Pensó que era por la lluvia acida, pero no es así. El toxafeno lo hizo. Las concentraciones más altas se encuentran en tres kilómetros a la redonda de la fábrica de Davett, Blackwater Landing y el canal. Davett fabrica asfalto y papel alquitranado como tapadera porque en realidad elabora toxafeno.

—Pero está prohibido, creo que dijiste.

—Llamé a un agente del FBI amigo mío y habló con la EPA. No está totalmente prohibido, los granjeros lo pueden usar en una emergencia. Pero no es así como Davett gana sus millones. Este agente de la EPA explicó algo llamado «el círculo de veneno».

—No me gusta cómo suena.

—Y con razón. El toxafeno está prohibido aquí, pero la prohibición en los Estados Unidos se refiere sólo al uso. Puede fabricarse aquí y venderse a países extranjeros.

—¿Y ellos lo pueden usar?

—Es legal en la mayoría de los países latinoamericanos y del Tercer Mundo. Ese es el círculo: esos países rocían los alimentos con pesticidas y los envían a los Estados Unidos. La FDA[22] sólo inspecciona un pequeño porcentaje de las frutas y verduras importadas, de manera que hay muchas personas en este país que todavía están envenenadas, aun cuando el toxafeno esté prohibido.

Bell soltó una risa cínica.

—Y Davett no puede transportarlo por carretera para así evitar todos los condados y poblaciones que no dejan que la carga tóxica pase por sus territorios. Y la documentación de la ICC[23] de los camiones establece cuál es la carga. Sin mencionar el problema de relaciones públicas si se supiera en todas partes lo que Davett está haciendo.

—Exactamente —dijo Rhyme asintiendo—. Así que volvió a abrir el canal para enviar el toxafeno a través de la Intracostera Waterway hasta Norfolk, donde es embarcado en navíos extranjeros. Sólo había un problema, cuando el canal se cerró en el siglo XVIII, las propiedades que lo rodeaban se vendieron en forma privada. Las personas cuyas casas daban al canal tenían derecho a controlar quién lo usaba.

Bell dijo:

—De manera que Davett les pagó para alquilarles su parte del canal —movió la cabeza al entenderlo todo—. Y debe de haber pagado mucho dinero, mira cómo son de grandes esas casas de Blackwater Landing. Y piensa en esos lindos camiones y Mercedes y Lexus que la gente conduce por aquí. ¿Pero qué tiene que ver eso con Mason y la familia de Garrett?

—La tierra del padre de Garrett estaba sobre el canal. Pero no quería vender sus derechos de uso. De modo que Davett o alguien de su empresa pagó a Mason para que convenciera al padre de Garrett de vender y cuando no quiso, Mason escogió a unos delincuentes locales para que le ayudaran a matar a la familia: Culbeau, Tomel y O'Sarian. Luego me inclino a pensar que Davett sobornó al albacea testamentario para que le vendiera la propiedad.

—Pero la familia de Garrett murió en un accidente. Un accidente de coche. Yo mismo vi el informe.

—¿Fue Mason el oficial que lo redactó?

—No recuerdo, pero pudo haber sido —admitió Bell. Miró a Rhyme con una sonrisa de admiración—. ¿Cómo diablos descubriste todo?

—Oh, resultó fácil, porque no hay escarcha en julio. Al menos no en Carolina.

—¿Escarcha?

—Hablé con Amelia. Garrett le dijo que la noche en que su familia murió, el coche estaba cubierto de escarcha y sus padres y su hermana temblaban de frío. Pero el accidente tuvo lugar en julio. Recuerdo haber visto un artículo en el archivo, una foto de Garrett y su familia. El chico llevaba una camiseta y la foto la sacaron en una fiesta por el Cuatro de Julio. El artículo periodístico decía que la foto fue sacada una semana antes que sus padres murieran.

—¿Entonces de qué hablaba el chico? ¿Escarcha, temblores?

—Mason y Culbeau utilizaron el toxafeno de Davett para matar a la familia. Hablé con mi doctora del centro médico. Me dijo que en casos extremos de envenenamiento neurotóxico, el cuerpo tiene espasmos. Ese es el temblor que vio Garrett. La escarcha se debía probablemente a los vapores o a los residuos del producto químico en el coche.

—¿Si lo vio por qué no se lo dijo a nadie?

—Le describí el muchacho a la doctora. Y dijo que parece que él también se envenenó esa noche. Justo lo suficiente para provocarle MCS, sensibilidad química múltiple. Pérdida de memoria, daño cerebral, reacción aguda a otros productos químicos en el aire y el agua. ¿Recuerdas las ronchas en su piel?

—Seguro.

—Garrett piensa que se debe a la hiedra venenosa pero no es así. La doctora me dijo que las erupciones en la piel constituyen un síntoma clásico de MCS. Aparecen cuando uno se expone a pequeñas cantidades de sustancias que no afectarían a nadie más. Hasta el jabón o el perfume pueden causar una erupción en estas personas.

—Tiene sentido —dijo Bell. Luego, con el ceño fruncido, añadió—: Pero si no tienes ninguna evidencia concreta todo lo que hacemos es especular.

—Oh, debería mencionar —Rhyme no pudo resistirse a sonreír levemente, la modestia nunca fue una cualidad de la que pudiera alardear— que tengo una evidencia concreta. Encontré los cuerpos de la familia de Garrett.