Capítulo 87

Los diversos cuerpos de policía habían establecido un puesto de mando en la sala reservada para el FBI en la comisaría de Danbury. Los agentes Tony Realto y Walter Carlson, junto con el comisario Jed Gunther y el jefe de la policía de Danbury, estaban reunidos en una sala de juntas.

—Ahora sabemos con certeza que Clint Downes y Lucas Wohl fueron compañeros de celda en Attica —dijo Realto—. Ambos se saltaron la condicional en cuanto los pusieron en libertad, cambiaron de identidad y han logrado pasar inadvertidos durante todos estos años. También sabemos cómo llegó a pagarse el coche de Excel con la tarjeta de crédito de Bailey. Lucas sabía su número porque llevaba a menudo a Bailey y este le pagaba con tarjeta.

Realto había dejado de fumar a los diecinueve años, pero en aquel momento se moría por un cigarrillo.

—Según Gus Svenson, Angie lleva siete u ocho años viviendo con Downes —prosiguió el agente—. Por desgracia, no hay una sola foto de ninguno de los dos en toda la casa. Seguro que la foto que tenemos de Downes en los archivos no se parece en nada a su aspecto actual. Lo mejor que podemos hacer es dar a los medios un retrato robot y una descripción de ambos.

—Ha habido filtraciones a la prensa —informó Carlson—. Corre ya el rumor de que Kathy está viva. ¿Vamos a hacer algún comentario al respecto?

—Aún no. Si decimos que creemos que está viva, me temo que podría ser su pena de muerte. A estas alturas seguro que Clint y Angie sospechan que andamos tras ellos, y si se dan cuenta de que todos los policías del país se quedan con la cara de todos los niños de tres años que ven, podrían dejarse llevar por el pánico y decidir deshacerse de ella. Mientras crean que nosotros la damos por muerta, puede que intenten viajar pasando por una familia.

—Margaret Frawley jura y perjura que las gemelas están comunicándose —dijo Carlson—. Esperaba que me llamara. Si Kelly hubiera dicho algo importante, sé que me habría llamado. ¿Está por aquí el agente que la acompañó a casa?

—Si te refieres a Ken Lynch, me consta que ya ha vuelto de casa de los Frawley —le informó el jefe de policía de Danbury antes de descolgar el teléfono de su mesa de trabajo—. Comunique por radio a Lynch que venga cuanto antes.

Quince minutos más tarde, Lynch entraba en la sala.

—Yo diría sin lugar a dudas que Kelly está en contacto con su hermana —les aseguró el agente—. La he tenido delante, y he visto cómo insistía en que Kathy estaba en Cabo Cod.