El Flautista se apartó la carta de la cara y bajó del taburete. Tenía que averiguar en qué habitación estaba alojada Angie. Al ver que el camarero lo miraba con curiosidad, sacó el móvil del bolsillo. Lo que menos quería era llamar la atención, así que se llevó el teléfono a la oreja como si estuviera contestando una llamada y con gesto de estar escuchando atentamente se encaminó hacia la salida.
El Flautista estaba oculto en la sombra de la cafetería cuando Angie salió a la calle, con una bolsa de comida en la mano. Sin mirar a derecha ni a izquierda, Angie recorrió a toda prisa el aparcamiento de la cafetería y enfiló por la acera que lo separaba del recinto del motel. Mientras la seguía con la mirada, el Flautista observó que Angie tenía la intención de volver al motel. Como no espera a Clint hasta dentro de una hora y media creerá que aquí está a salvo, razonó el Flautista.
Para su satisfacción, Angie abrió la puerta de una habitación situada en la planta baja. Más fácil me lo pone para tenerla vigilada, pensó. ¿Qué hago? ¿Me arriesgo a volver a la cafetería para comer algo?, se preguntó. No, será mejor seguir su ejemplo y pedir algo para llevar. Eran las siete y veinte. Con un poco de suerte, Clint llegaría entre las ocho y media y las nueve.
El estor de la ventana de la habitación de Angie estaba totalmente bajado. El Flautista se subió el cuello de la americana. Con la capucha y las gafas oscuras puestas, pasó por delante poco a poco, saliendo definitivamente de dudas cuando oyó el llanto repetitivo y entrecortado de un niño que a todas luces llevaba llorando un buen rato.
El Flautista se apresuró a regresar a la cafetería, pidió una hamburguesa y un café para llevar y, con la bolsa del pedido en la mano, volvió al motel para pasar por delante de la habitación de Angie. Aunque no estaba seguro de oír a la criatura, el sonido de una reposición de la serie Todo el mundo quiere a Raymond le sirvió para confirmar que Angie seguía en la habitación, aguardando la llegada de Clint.
Todo estaba saliendo según lo planeado.