Capítulo 102

El Flautista había visto los coches patrulla cortar el paso del automóvil robado de Clint. No sabe cómo me llamo, pero en cuanto me describa el FBI se presentará en mi casa, pensó. Y pensar que no tendría que haber venido, se reprochó. Lucas no le había revelado mi identidad.

Se obligó a dominar el ataque de ira cegadora que le hacía temblar tanto las manos que apenas podía coger el volante. Tengo siete millones de dólares, menos la tajada que se saca el banco, esperándome en Suiza, pensó, y llevo encima el pasaporte. Tengo que marcharme al extranjero ahora mismo. Le diré al piloto que me lleve a Canadá. Es posible que Clint no me delate a la primera de cambio, ya que me puede utilizar para negociar una reducción de condena. Soy su única baza.