La presente novela está basada en hechos reales, por lo que todo parecido con la realidad no es fortuito. Se ha respetado el principio inquebrantable de los poemas épicos de la guerrilla antifranquista: sólo se cita por su verdadero nombre o seudónimo a los muertos y, de los vivos, a aquellos que dieron su consentimiento.