13 de enero

Hoy hemos llamado al DF por primera vez. Belano habló con Quim Font. Quim le dijo que el padrote de Lupe sabía dónde estábamos y había salido en nuestra búsqueda. Belano le dijo que eso era imposible. Alberto nos estuvo siguiendo hasta la salida del DF y allí conseguimos despistarlo. Sí, dijo Quim, pero luego volvió a mi casa y me amenazó con matarme si no le decía hacia dónde nos dirigíamos. Cogí el teléfono y dije que quería hablar con María. Escuché la voz de Quim. Estaba llorando. ¿Bueno?, dije. Quiero hablar con María. ¿Eres tú, García Madero?, sollozó Quim. Pensé que estarías en tu casa. Estoy aquí, dije. Me pareció que Quim se sorbía los mocos. Belano y Lima estaban hablando en voz baja. Se habían apartado del teléfono y parecían preocupados. Lupe se quedó junto a mí, junto al teléfono, como si tuviera frío aunque no hacía frío, de espaldas, mirando hacia la gasolinera en donde estaba nuestro coche. Coge el primer bus y vuelve al DF, oí que decía Quim. Si no tienes dinero yo te lo mando. Tenemos dinero de sobra, dije. ¿Está María? No hay nadie, estoy solo, sollozó Quim. Durante un rato los dos guardamos silencio. ¿Cómo está mi coche?, dijo de repente su voz que llegaba desde otro mundo. Bien, dije, todo está bien. Estamos acercándonos a Cesárea Tinajero, mentí. ¿Quién es Cesárea Tinajero?, dijo Quim.