Luis VII y la Prieuré de Sion

En los «documentos Prieuré» no había ningún indicio sobre cuáles fueron las actividades de la Ordre de Sion entre 1118 —fundación pública de los templarios— y 1152. Al parecer, durante todo este período la citada orden permaneció en su base de Tierra Santa, en la abadía situada en las inmediaciones de Jerusalén. Luego, a su regreso de la segunda cruzada, Luis VII de Francia trajo consigo, según se dice, noventa y cinco miembros de la orden. No hay ninguna explicación sobre cómo habían servido al rey, ni por qué éste hizo extensivo a ellos su favor. Pero, si la Ordre de Sion era en verdad el poder que había detrás del Temple, eso constituiría una explicación, toda vez que Luis VII estaba muy endeudado con el Temple, porque le había prestado dinero y apoyado militarmente. En todo caso, la Ordre de Sion, creada medio siglo antes por Godofredo de Bouillon, en 1152 estableció —o volvió a establecer— una posición en Francia. Según el texto, sesenta y dos miembros de la orden se instalaron en el gran priorato de Saint-Samson, en Orléans, que les había sido donado por el rey Luis. Según se dice, siete de ellos se incorporaron a las filas de combate de los caballeros templarios. Y veintiséis —dos grupos de trece caballeros cada uno— entraron, al parecer, en el «pequeño priorato del monte Sion», situado en Saint Jean le Blanc, en la periferia de Orléans.[10]

Al tratar de verificar estas afirmaciones, de pronto nos encontramos en un terreno que era fácilmente comprobable. Los documentos en virtud de los cuales Luis VII instaló a la Ordre de Sion en Orléans todavía se conservan. Copias de los mismos han sido reproducidas en diversas fuentes y los originales pueden verse en los archivos municipales de Orléans. En los mismos archivos también se guarda una bula de 1178, promulgada por el papa Alejandro III, en la que se confirman oficialmente las propiedades de la Ordre de Sion. Estas propiedades son testimonio de la riqueza, el poder y la influencia de la orden. Entre ellas hay casas y grandes extensiones de tierra en la provincia francesa de Picardía (incluyendo Saint-Samson, en Orléans), en Lombardía, Sicilia, España y Calabria, así como, por supuesto, diversos sitios en Tierra Santa, incluyendo Saint Léonard en Acre. De hecho, hasta la segunda guerra mundial hubo en los archivos de Orléans no menos de veinte documentos que citaban específicamente a la Ordre de Sion.[11] Todos ellos menos tres desaparecieron durante los bombardeos que sufrió la ciudad en 1940.