A petición de Scott Alshorne, el forense del condado de Monterrey realizó una autopsia inmediata de los restos de Dora Samuels. La muerte se había producido por una severa lesión en la cabeza, presión en el cerebro por fragmentos de cráneo, lo que había contribuido a causar un ataque considerablemente severo.
En su oficina, Scott estudió el informe de la autopsia en silencio y trató de sintetizar las razones que le hacían sentir que había algo siniestro en la muerte de Dora Samuels.
Esa casa de baños. Parecía un mausoleo; y terminó siendo el sepulcro de Sammy. ¿Quién diablos se creía que era el marido de Min para haberle encajado eso a ella? Inconscientemente, Scott pensó en el concurso que Leila había llevado a cabo para ver si debía apodarlo «soldadito de plomo» o «soldadito de juguete». Al ganador, lo invitó con la cena.
¿Por qué Sammy estaba en la casa de baños? ¿Había entrado allí sin motivo alguno? ¿Planeaba encontrarse con alguien? No tenía sentido. La electricidad no había sido conectada. Seguramente estaba muy oscuro.
Min y Helmut declararon que la casa de baños debía haber estado cerrada. Pero también admitieron que tuvieron que salir de allí apresuradamente la tarde anterior.
—Min estaba molesta por los costos totales —explicó Helmut—. Estaba preocupado por su estado emocional. Es una puerta muy pesada; es posible que no la haya cerrado bien.
La muerte de Sammy fue causada por las heridas en la parte posterior de la cabeza. Había caído hacia atrás a la piscina. ¿Había caído o la habían empujado? Scott se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro de la oficina. Una prueba práctica, si no científica, podía demostrar que las personas no suelen caminar hacia atrás a menos que estén huyendo de algo o de alguien…
Volvió a sentarse detrás de su escritorio. Se suponía que debía asistir a una cena con el alcalde de Carmel. Pero no iría. Regresaría a «Cypress Point» para hablar con Elizabeth Lange. Tenía el presentimiento de que ella sabía el motivo por el que Sammy había regresado a la oficina a las nueve y media de la noche y cuál era el documento tan importante que debía fotocopiar.
Durante el camino a «Cypress Point», dos palabras bailaban en su mente:
¿Caído?
¿Empujado?
Luego, cuando pasó junto al «Pebble Beach Lodge», se dio cuenta de aquello que lo había estado molestando. ¡Era la misma cuestión que llevaba a Ted Winters a juicio, acusado de homicidio!