Notas

[*] Juego de palabras en noruego: la cámara de las ruedas de las bicicletas se llama también «serpiente». (N. de las T.) <<

[1] Floria emplea la palabra latina auditora. <<

[2] Conf. VI, 15. <<

[3] Ibid. <<

[4] No he conseguido localizar la cita a la que se refiere Floria. <<

[5] En realidad, «la perdición del amor». <<

[6] Conf. VIII, 11. <<

[7] El escrito al que se refiere Agustín en Confesiones es el Hortensius de Cicerón, hoy perdido. Conf. III, 4. <<

[8] Floria alude a una expresión sacada de las sátiras de Juvenal: Vitam impendere vero. <<

[9] Una alusión a la sentencia: Amicus Plato, sed magis amica veritas (Platón es amigo, pero es más amiga la Verdad), que está tomada de la vida de Aristóteles por Ammonius Saccas, que lo atribuye a Sócrates. <<

[10] Supongo que Floria se refiere aquí a obras de otros autores. <<

[11] Conf. IX, 6. <<

[12] Conf. V, 8. <<

[13] Conf. V, 9. <<

[14] La «perdición del alma» aquí no debe confundirse con la idea cristiana del Juicio Final, pues se refiere a la creencia que hubo en la Antigüedad de que algunas almas se perdían y otras podían llegar a merecer existencia eterna. <<

[15] Es decir, los escépticos. El propio Agustín los describe con las siguientes palabras: «habían sido los más prudentes, porque habían adoptado como principio dudar de todo y de todos y la imposibilidad de que el hombre pueda conocer con certeza» (Conf. V, 10). <<

[16] En el Clasicismo, las representaciones de las tragedias griegas eran seguidas de los llamados «juegos de sátiros». Intuyo una buena dosis de ironía en la descripción que hará Floria al libro X de Agustín como «juego de sátiros», en donde un obispo (medio divino) sigue lamentándose hasta el fin de sus deseos y necesidades carnales. <<

[17] Conf. X 31. <<

[18] Conf. X 30. <<

[19] Floria alude probablemente a las palabras de Aquiles sobre la vida de sombras en el reino de la muerte (véase Odisea, XI, 489-491). De esta manera Floria convierte a Agustín en un muerto viviente —en el reino de la muerte de la Iglesia—, del mismo modo que él, innumerables veces, compara una vida «en concupiscencia» con la muerte. <<

[20] Conf. X 30. <<

[21] Conf. X 33. <<

[22] Ibid. <<

[23] Conf. X, 34. <<

[24] Conf. X, 35. <<

[25] Ésta es, en mi opinión, la frase más extraordinaria de Floria. La expresión nos es conocida a través del libro De consolatione philosophiae, de Boecio (c. 480-524), es decir, unos cien años después de la carta de Floria. Para mí este hecho se convierte en un claro indicio de que Boecio, directa o indirectamente, conoció la carta de Floria o, al menos, algunas partes de ella. Boecio era además un gran conocedor de la obra agustiniana y no me resulta totalmente improbable que conociera además el Codex Floriae, o algunos fragmentos del mismo. <<

[26] Conf X, 35. <<

[27] Floria alude a una expresión, oleum et operam perdere, que procede de los escritores y artífices que trabajaban a la luz de una lámpara y que, si no tenían éxito, consideraban perdidos el trabajo y el aceite consumido por la lámpara. <<

[28] Alusión a la frase de Publio Sirio: Multis minatur; qui uni facit iniuria (Amenaza a muchos quien comete injusticia con uno sólo). <<

[29] Alusión a la frase de Horacio Nunc est bibendum (Ahora es cuando hay que beber). <<

[30] Supongo que Floria juega de nuevo con su propio nombre y con el de Flora, diosa de las flores.

A unos veinte kilómetros de Ostia se encuentran hoy las ruinas de un antiguo convento agustino (San Agostino), construido en la Edad Media a orillas del río Fiora (Floria), justo donde desemboca en el mar. En mi opinión estamos ante otro indicio de que ha existido una tradición «floriana» hasta bien entrada la Edad Media. <<

[31] Floria, al haber leído los cuatro evangelios, quizá tenga en mente la parábola de la higuera. Véanse Mateo 21:18-22 y Lucas 13:6-9. <<

[*] Última letra del alfabeto noruego. (N. de las T.) <<