Cuanto más se acerca Comodín a la extinción eterna, con mayor claridad ve al animal que lo saluda en el espejo al enfrentarse a un nuevo día. No encuentra consuelo en la mirada afligida de un primate de luto. Ve un pez hechizado, un sapo metamorfoseado, una lagartija deforme. Esto es el fin del mundo, piensa. Aquí acaba abruptamente el largo viaje de la evolución.