¿Quién pudo alegrarse de los fuegos artificiales cósmicos mientras las filas de butacas del firmamento no se habían llenado más que de hielo y fuego? ¿Quién pudo adivinar que ese atrevido primer anfibio no sólo había recorrido a gatas un paso desde la orilla, sino que había dado un paso de gigante por el largo camino hacia la orgullosa visión de conjunto del primate del principio de dicho camino? El aplauso a la gran explosión no llegó hasta 15.000 millones de años después de que hiciera explosión.